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La imagen del salvadoreño Oscar Martínez y su hija menor de dos años ahogados al intentar cruzar el río Bravo, fronterizo con México y Estados Unidos, fue portada en importantes periódicos del mundo, y lo más importante, severas críticas a Donald Trump, por su política anti inmigratoria.
Es cierto que la migración en El Salvador ha sido generada, principalmente, por el problema de violencia en el país y la falta de oportunidades de trabajo. Por esto último, es lamentable que ante los despidos masivos en el Gobierno, quienes aplauden esas medidas guardan silencio de hechos como el que hoy lamentamos, cuando, ante la falta de trabajo del sector privado, el Gobierno debería tener una política transitoria laboral, mientras se encuentran otros mecanismos.
Es lamentable que el sector privado, el principal generador de trabajo en el país, tampoco se conmueva de este tipo de desgracias; pero principalmente, de la migración obligada de miles de salvadoreños.
Cuando el señor Presidente Nayib Bukele, convocó a la prensa el jueves pasado, creíamos que era para hacer un anuncio por el tema migratorio, pues, la situación ha empeorado, luego que el Gobierno de Donald Trump, obligó al Gobierno de México a recrudecer su vigilancia migratoria. Sin embargo, fue para tratar otro tema.
Es cierto que el nuevo Gobierno apenas tiene menos de un mes, pero, algo debe hacer y de inmediato, como por ejemplo, declarar una emergencia migratoria. Creemos que el mandatario tuvo oportunidad, durante su reunión reciente con el Presidente de México, Manuel López Obrador, de solicitarle, que ante la colocación de guardias en la frontera México-Guatemala, no atropellaran a ningún migrante, que les garantizaran la vida y otros derechos humanos, a cambio, de contribuir a la repatriación como última instancia.
Creemos que, dada la cercanía del Gobierno del Presidente Bukele con el de Donald Trump, debería pedirle el respeto a los migrantes.
Ojalá la muerte de Oscar y su pequeña, plasmada en una imagen que está gravada en la mentes de millones en el mundo de la cruda realidad de la migración en los países subdesarrollados, contribuya para presionar a Estados Unidos, y los países de paso, políticas adecuadas para los migrantes.
