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Rosario Rivas/Secultura
Uno de los últimos deseos de Claribel Alegría fue que al morir sus cenizas fueran repartidas en Nicaragua y El Salvador, países a los que ella denominó sus “patria y matria”. Clara Isabel Alegría Vides nació en Estelí el 12 de mayo de 1924 y murió el 25 de enero de 2018 en Managua.
Sus escritos presentan la realidad y el compromiso con las situaciones políticas del momento, caracterizándose su obra poética por la denuncia. Vivió en El Salvador de niña y luego viajó a los Estados Unidos, donde se graduó y obtuvo el título de Filosofía y Letras.
La obra “Cenizas de Izalco” que describe la masacre de miles de campesinos ordenada por el General Maximiliano Hernández Martínez en 1932 en El Salvador refleja esta narrativa de denuncia.
Susana Reyes, también poeta, afirma que Alegría guardó en su memoria y esta “se convirtió en una obra de importancia superior para la memoria de casi medio siglo de este país y de una región asolada por las dictaduras, los gobiernos militares, la represión”.
Alegría que fue ganadora del “Premio Reina Sofía Poesía Iberoamericana” escribió también Pueblo de Dios y de Mandinga, No me agarran viva, Anillo de silencio, Vigilias, Juego de Espejos, La encrucijada salvadoreña, Flores del volcán, Umbrales, entre otros, de los 24 libros que publicó y una decena de novelas.
Fue la hija de Claribel Alegría Patricia Flakoll Alegría quien entregó parte de las cenizas a la secretaria de Cultura de la Presidencia Silvia Elena Regalado el pasado 8 febrero en el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA).
La hija comentó que el traslado de parte de las cenizas de su madre, mezcladas con las de su padre, se realizó para cumplir unos de los últimos deseos de su progenitora. Y “este día se ha cumplido su deseo”, dijo emocionada la hija de la poeta.
Del 8 al 10 Alegría recibió un homenaje póstumo con una jornada cultural organizada por la Fundación Claribel Alegría, Índole Editores y la Secretaría de Cultura de la Presidencia, con el apoyo de la Embajada de El Salvador en Nicaragua.
Silvia Elena Regalado afirmó: “es un honor recibirla en esta casa, un honor su presencia, sus cenizas que son testigo del vuelo eterno de su alma, de la claridad alegre de su belleza”.
Las cenizas permanecerán en un nicho en el Teatro Nacional de San Salvador y se realizará un acto el 12 de mayo de este año, día del cumpleaños 94 de Claribel Alegría.
En el homenaje a una de las autoras más importantes de Iberoamérica participaron el embajador de El Salvador en Nicaragua Carlos Ascensio, la presidenta de la Fundación Claribel Alegría María Isabel Rodríguez, el economista Alberto Arene, los escritores Luis Alvarenga y Carlos Clará, así como allegados a la familia y público en general.
La jornada cultural incluyó una lectura de fragmentos de narrativa a cargo del Taller Literario Palabra y Obra de la Fundación Claribel Alegría; la inauguración de una exposición fotográfica y se presentará el libro “Amor sin fin”, de las últimas producciones editoriales de la homenajeada.
Además, se dio el recital “Leyendo la alegría de Claribel”, en donde más de 20 poetas salvadoreñas alzaron sus voces para evocar el legado de la autora de “Saudade”.
