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A las cero horas del pasado miércoles tres de enero arrancó la campaña electoral para elegir a 84 diputados propietarios e igual número de suplentes. Dentro de un mes iniciará la campaña para elegir a alcaldes e igual número de concejos municipales.
Los candidatos a diputados y diputadas, en su mayoría, buscan un curul bajo la bandera de un instituto político como el FMLN, Cambio Democrático, GANA, ARENA, PDC y PCN, los de mayor tradición y representados actualmente en la Asamblea Legislativa, pero hay otros partidos no representados en el Congreso, mientras otros competirán por primera vez. Hay también candidatos independientes, una vez más, pero no han tenido el beneplácito del electorado.
Los candidatos independientes surgieron, tras una resolución de la Sala de lo Constitucional, atendiendo un plan de un grupo pequeño de abogados que tenían como agenda la desarticulación de los partidos políticos, para ello, se desarrolló toda una campaña de desprestigio que ya dura varios años y que aún se mantiene.
De no salir electos ninguno de los independientes, el pueblo, las autoridades y la Sala, deberían considerar las elecciones del próximo 4 de marzo como un plebiscito en contra de las candidaturas independientes.
El electorado debe exigir a los partidos políticos en contienda promesas realizables, no solo por las condiciones del país, sino por las correlaciones posibles en el Congreso. Sobre este último aspecto, el pueblo no solo debe escuchar las promesas de los candidatos y candidatas a diputados, sino, de sus actuaciones en la actual legislatura.
Es más, cuando los candidatos de la oposición, principalmente del partido ARENA, solicitan el voto en su acercamiento a su comunidad, que le pregunten por qué han obstaculizado las finanzas al Ejecutivo, y por qué han afectado al pueblo con esa medida.
La ciudadanía no debe dejarse llevar solo por la cancioncita pegajosa, que no está mal, por supuesto, dado que también hay que crear espacios de alegría, de fiesta democrática, sino también de las cosas de fondo. Esto se conoce solo con la propuesta electoral y con el diálogo claro y de frente con la gente, mediante la visita casa por casa.
El electorado debe tener claro que el Gobierno debe tener una correlación favorable en la Asamblea Legislativa para garantizar la gobernabilidad e invertir en el pueblo. Esto no lo ha logrado de forma expedita en los últimos años el Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, debido a la oposición desestabilizadora de los diputados y diputadas del partido ARENA. Por eso el electorado debe analizar si hizo lo correcto o no al darle al principal partido de la oposición el número de diputados que actualmente tiene, o debe restarle la representación en la Asamblea Legislativa para garantizar la gobernabilidad y el desarrollo del país.
