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Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
La vulneración de los derechos de las mujeres periodistas, quienes viven situaciones muy difíciles en medios de comunicación, llevó a la presidente de la APES Dalila Arriaza a señalar que esto tiene un fundamento “androcentrista”, que afecta su trabajo, su vida y desarrollo personal.
“Esperamos tener este día, queremos llevar no solo un mensaje a nivel general, sino en específico a los medios de comunicación, a sus jefes inmediatos, que abonen a construir una cultura de trabajo inclusiva, que no discriminen a las mujeres”, explicó.
La preocupación de la gremial de periodistas no es gratuita, Arriaza citó el diagnóstico presentado por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) que aunque la muestra sea de 52 mujeres en el ejercicio de su profesión, los datos le parecen relevantes frente a los desafíos de construir una sociedad más democrática.
“Un porcentaje muy alto de mujeres periodistas y comunicadoras reconoció haber vivido acoso sexual, y es uno de los datos preocupantes. Otro de los hallazgos significativos es el tema salario, que aunque ocupemos cargos de mando, nuestros salarios son menores a los que tendría un hombre por el mismo puesto de trabajo, son esas situaciones, a parte que son bajísimos ya por sí”, manifestó.
Yanira Argueta, directora ejecutiva del ISDEMU, reseñó que trabajarán junto a la APES en varias direcciones dentro del convenio para trabajar con los periodistas, ya sea por actos de violencia o por procesos de discriminación hacia las mujeres dentro del gremio.
“Nosotras queremos trascender, incluso ayer acompañamos la iniciativa de una ley especial e integral para la defensa del gremio periodístico en el país. Creemos que todas y todos los periodistas deben ser respetados dentro de un marco de derechos, pero en específico con las periodistas y si ellas son víctimas de la violencia, contar con mecanismos de protección”, declaró.
Asimismo, la funcionaria hizo hincapié en que el gremio periodístico y los medios de comunicación donde laboran deben sensibilizarse en el marco jurídico que garantiza los derechos de la mujer. Y así contribuir a un cambio en el imaginario social del país.
“Vamos a buscar primero que cumplan la ley. ¿Qué implica esto? La manera en que se hace periodismo, no siempre depende del periodista sino de la línea de edición y el enfoque del material. Es importante que se vierta información, pero hay algunos datos que entorpecen la justicia y el derecho de las víctimas”, consideró.
Citando este tipo de situaciones, Yanira Argueta comentó que mientras más explícita sea la descripción de la agresión a las mujeres y su feminicidio, además de elevar el morbo, promueve ideas entre los agresores contra sus parejas.
“Con la agresión que ha crecido contra la mujer y les puedo decir que muchas mujeres que se han acercado (a ISDEMU) nos han dicho que cuando presentan esos casos, mi marido llega y empieza a decirme -así te va a pasar a vos-, porque ellos no tienen temor, o sea, tenemos que utilizar otros mecanismos como la sensibilización de los derechos de las mujeres y los medios de comunicación son importantes para transmitir valores”, argumentó.
Sobre la violación a los derechos humanos de las y los periodistas, Andrea Cristancho Cueta de la Maestría en Gestión Estratégica de la Comunicación de la UCA, comentó que al visibilizar a la mujer periodista y los distintos tipos de violencia que le afectan, aún no han alcanzado un análisis profundo sobre la temática a nivel mundial.
“Hay que comenzar a decir que existe otro tipo de violencia que existe y se está naturalizando, pero tenemos que crear estrategias para contrarrestar lo que afecta la profesionalización periodística en El Salvador. La violación a sus derechos socioeconómicos por igual -tengo que decirlo- de forma precaria por muchas razones estructurales”, describió.
Una de las vulneraciones más sensibles, indicó Cristancho, es el acoso sexual dentro de la empresa informativa que se ha naturalizado y que preocupa que algunos editores o editoras les han sugerido acudir a la fuente para “coquetearle” y obtener información, según unas entrevistas realizadas a las periodistas.
“Esto de valerse de los encantos femeninos de una periodista para obtener una noticia, pues pienso que vulnera todos sus derechos, porque no tiene que ser usada de esa manera. El tema también del hostigamiento que es más frecuente en mujeres que hombres de las fuentes, para mí el hallazgo más importante de estos estudios es que hay un desafío para la academia y es incorporar estas categorías de violencia que no se tenían (en las mediciones de investigación) para visibilizar esta situación que está viviendo la mujer periodista”, puntualizó.
