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Ni los aplaudidores ni los enamorados del bukelismo podrán negar esa realidad. Nayib Bukele, presidente inconstitucional electo, al reducir el número de municipios de 262 a 44, lo hizo con un propósito electoral. Con ello, como se dice popularmente, puso “los bueyes atrás de la carreta”.
Ahora, sin lugar a duda, el bukelismo, llámese el ejecutivo, la Asamblea Legislativa y los ediles electos tendrán que hacer el estudio técnico mínimo necesario, para que la nueva configuración política y administrativa de El Salvador tenga alguna posibilidad de funcionamiento.
En primer lugar, como sugería el conocido exalcalde de Comalapa, Marco Funes, el gobierno de Bukele debe crear una política para garantizar el funcionamiento, si no es que el desarrollo de esos 44 municipios. Sobre todo, de los ahora distritos más pobres del país.
Decía el exalcalde Funes, en un programa de entrevistas televisivo, que en El Salvador, de los 262 municipios, solo 60 eran capaces de lograr su propio desarrollo a partir de sus recursos, producto de su desarrollo, es decir, de su actividad productiva, comercial, empresarial y la situación socioeconómica de su población.
En un estudio de FUSADES de 2020, se clasificó el país en regiones a partir del desarrollo, y las clasificó como alto, medio alto, medio bajo y bajo. Tres departamentos del país, Cuscatlán, Morazán y Cabañas los ubican en la categoría de desarrollo bajo.
Pero, volviendo al exalcalde Funes, este señala que en El Salvador hay unos 60 municipios que pueden resolver las demandas de sus ciudadanos o pobladores con recursos propios, pero estos datos no se reflejan en la ley de la reducción de los municipios, ni cómo estos pueden apoyar a los ahora ahora distritos más pobres.
Y así como hay 60 municipios que pueden clasificarse entre los 60 más prósperos, hay 91 que se ubican en la pobreza o extrema pobreza. Estos municipios son: Mercedes Umaña Usulután; Yucuaquín La Unión; Apastepeque, San Vicente; Tejutepeque, Cabañas; Santo Domingo de Guzmán, Sonsonate; San Jorge, San Miguel; Santa Isabel Ishuatán, Sonsonate; Conchagua, La Unión; Las Flores, Chalatenango; Caluco, Sonsonate; Delicias de Concepción, Morazán; Uluazapa, San Miguel; San José, La Unión; Guacotecti, Cabañas; El Divisadero, Morazán; Moncagua, San Miguel; Tecapán, Usulután; Ciudad Barrios, San Miguel; San Isidro Cabañas; Chiltiupán, La Libertad; San Esteban Catarina, San Vicente; Tamanique La Libertad, San Fernando Morazán; Citalá, Chalatenango; Chirilagua, San Miguel; San Agustín, Usulután, Concepción Batres, Usulután; San Francisco Javier, Usulután; Tacuba, Ahuachapan; Jocoaitique, Morazán; Yayantique, La Unión; Polorós La Unión; El Sauce, La Unión; Comasagua, La Libertad.
Nombre de Jesús, Chalatenango; Yoloaiquín, Morazán; Comalapa, Chalatenango; Concepción de Oriente, La Unión; Nueva Trinidad, Chalatenango; Estanzuelas, Usulután; Meanguera, Morazán; San Isidro Labrador, Chalatenango; Jicalapa, La Libertad; El Carrizal, Chalatenango; Jujutla, Ahuachapán; Jucuarán, Usulután; Osicala, Morazán;Tecoluca, San Vicente; Nueva Esparta, La Unión; Las Vueltas, Chalatenango; Santiago de la Frontera, Santa Ana; Sesori, San Miguel; Anamorós, La Unión; Santa Rosa Guachipilín, Santa Ana; Teotepeque, La Libertad; San Antonio de la Cruz, Chalatenango; Cinquera, Cabañas; La Laguna, Chalatenango; Arcatao Chalatenango; San Francisco Morazán, Chalatenango.
Nueva Granada, Usulután; Arambala, Morazán; Santa Clara, San Vicente; San José Cancaste, Chalatenango; Masahuat, Santa Ana; Ojos de Agua, Chalatenango; Guaymango, Ahuachapan; San Ildefonso, San Vicente; San Luis de la Reina, San Miguel; San Gerardo, San Miguel; Sociedad, Morazán; Joateca, Morazán; Nuevo Edén de San Juan, San Miguel; Victoria, Cabañas; Dolores, Cabañas; Carolina, San Miguel; San Isidro, Morazán; San Simón, Morazán; San Fernando, Chalatenango; Lolotiquillo, Morazán; Chilanga, Morazán; Torola, Morazán, Sensembra, Morazán; Yamabal, Morazán; Gualococti, Morazán; San Antonio, San Miguel; Corinto, Morazán; Guatajiagua, Morazán; Cacaopera, Morazán; Jutiapa, Cabañas; Lislique La Unión.
Nos preguntamos si los diputados del oficialismo tuvieron en mente estos municipios, la noche que puyaron el botón para votar por la reducción de municipios. Y como seguramente ni el presidente Bukele lo hizo, en su lógica electoral, lo bueno sería que le tome la palabra al exalcalde Funes y también conforme una Mesa de Desarrollo Municipal, así, con la política de Estado, se ponen “los bueyes al frente de la carreta”.
