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Monseñor Jesús Delgado. Foto Diario Co Latino

Fe, Prudencia y Amor en la pastoral de Monseñor Romero: Jesús Delgado

@GloriaCoLatino

Monseñor Romero buscó la inspiración para su vida sacerdotal y servicio pastoral, viagra a la que estaba llamado a prestar en la Iglesia, sales inspirándose en los escritos de su muy amado Papa Paulo VI”, cure asegura

Monseñor Jesús Delgado.

Lo anterior lo afirmó durante la conferencia: Vida y Espiritualidad de Monseñor Romero.

“Muy específicamente le inspiró la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, más concretamente se inspiró de estas frases – para él capitales – la Iglesia, ofrece esta lucha liberadora del mundo, hombres liberadores pero a los cuales, les da una inspiración de fe”, reflexionó.

Estas palabras, afirmó Monseñor Delgado, fueron tomadas de las palabras de la Homilía de Monseñor Óscar Romero, pronunciadas ante los restos mortales del Padre Rutilio Grande, luego de ser asesinado por la Guardia Nacional, el 12 de marzo de 1977.

“Es una doctrina social que está a la base de su prudencia y de su existencia, para traducirse en compromisos concretos, y, sobre todo, una motivación de amor fraterno. Quiero traer a colación estas palabras precisamente, porque nos encontramos en el encuentro de dos grandes Santos de El Salvador Monseñor Romero y el Padre Rutilio Grande”, manifestó.

Sobre la prédica y pastoral de Monseñor Óscar Romero, Delgado destacó tres cosas: fe, amor y entrega a la humanidad. Primero acudió a su fe, al iniciar su servicio en la Arquidiócesis de San Salvador.

“Monseñor Romero tenía bien claro que el punto de partida para todo buen pastor es la fe. Y citaba el texto de evangelización e iluminación que hace distinguir cualquier liberación de tipo político, económico, terrenal que no pasa, más allá de ideologías, de intereses y que se quedan en la tierra”, comentó.

Para Monseñor Delgado, el Pastor mártir enfrentó la situación más compleja y violenta histórica de un país que sumaba injusticias, exclusión social y una violación sistemática de un Estado contra la población.

“El sacerdote está llamado, decía Monseñor Romero, a predicar y promover la liberación que arranca del arrepentimiento del pecado; que se apoya en Cristo como la única fuerza liberadora que termina en la felicidad”, dijo.

Sobre el otro principio rector, Monseñor Delgado narró que la doctrina junto con la fe, era vista por  Monseñor Romero de apoyo firme que en materia social, lo contempla la doctrina social de la iglesia.

“Teniendo delante de si, la hermosa figura que fue el Padre Rutilio Grande, Monseñor Romero pedía a sus sacerdotes en la Homilía del funeral de Padre Grande a no caer en las ideologías avanzadamente peligrosas, con ideologías no inspiradas en la fe, ni en el evangelio; nosotros sabemos que hay una iluminación de fe que nos va conduciendo por caminos muy distintos de otras ideologías que no son la Iglesia, para sembrar una motivación de amor”, subrayó.

La reiteración de acudir al Evangelio en momentos duros y difíciles como el asesinato de Padre Rutilio Grande marcó un antes y después de su pastoral que siempre se enfocó en predicar la necesidad de perdonar y abrazar la paz.

“Frente al cadáver del Padre Rutilio Grande –Monseñor Romero- decía, aquí no debe palpitar ningún sentimiento de venganza, aquí no grita un revanchismo, los intereses de Dios nos mandan a amarlo a él sobre todas las cosas y amar al prójimo como a nosotros mismos”, citó Monseñor Delgado.

El prelado señaló que ese amor debía ir de la mano con las exigencia de la justicia y el amor “Como decía, en esa misma Homilía Monseñor Romero en la motivación del amor no puede estar ausente la justicia, pues no puede haber paz, ni verdadero amor, sobre bases de injusticia, de violencia o de intereses”.

Somos una Iglesia peregrina expuesta a la incomprensión y a la persecución, pero una iglesia que camina serena o que lleva una fuerza del amor.

Monseñor Romero tuvo que recurrir constantemente al llamado de la fe y el amor, afirmó Monseñor Delgado, al citar las palabras del Mártir, cuando asistió al sepelio del Padre Alfonso Navarro, acribillado mientras rezaba el 12 de mayo de 1977.

“Monseñor Romero decía, el sacerdote es como un beduino, que conoce el desierto como la palma de sus manos y nos dicen señalando con el dedo de su mano, por dónde debemos caminar, y no por los espejismos del odio, no por esa filosofía del diente por diente y ojo por ojo, que es criminal; sino por esta otra -amarnos los unos a los otros, como yo les he amado”-, subrayó.

Sobre la muerte de Monseñor Romero, recordó que el Pastor Mártir jamás valoró la posibilidad de salir del país, aunque ya había sido amenazado tanto por la izquierda como por la derecha, esta última que poseía el poder económico y político.

“Como Pastor dijo que no podía abandonar a su rebaño; no como lo hacían los políticos que salían del país en aquel entonces, Jesucristo era para él su poder y esta fidelidad a su cargo pastoral, la profesó también Monseñor Romero a la Iglesia”, manifestó.

Monseñor Delgado reiteró que el mundo nuevo no se puede construir por los caminos del pecado o la violencia: “Este mundo nuevo deberá ser por los caminos del amor, porque el amor y los ideales nunca se marchitan y cuando el ideal supremo es el amor, todos los ideales hacen surgir de la vida misma”, puntualizó.

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