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Luis Ponce
Alyson Hernández
María Inés Ochoa nació en Culiacán, Sinaloa. Artísticamente conocida como -La Rumorosa-. Hija de la también cantante mexicana Amparo Ochoa, mujer luchadora, gran expresión del folclor mexicano y la voz comprometida en los años 70. La Rumorosa es un lugar al norte de México. Para llegar hay que transitar un camino lleno de subidas y bajadas peligrosas. Así es su música, “apasionada, honesta y en ocasiones peligrosa”.
María Inés ha creado un estilo propio. Nació de la mezcla de las raíces folclóricas mexicanas y los sonidos electrónicos modernos. En 2014 trabajó en el experimental Amores. Una colección de covers románticos que van desde José Alfredo Jiménez hasta Andrés Calamaro. Ha visitado muchas veces El Salvador en los últimos años. Interpretando temas como “La malinche” y “El barzón”, ha cautivado el oído salvadoreño. Una voz que se une al clamor latinoamericano por la liberación de los pueblos.
“Más que aportar algo a El Salvador estamos en tiempo de compartir cosas. Yo traigo mi música mexicana, pero también toda mi admiración y mi respeto por la gente salvadoreña, que lucha todos los días, que ha crecido con la historia de este pueblo. Yo vengo a enriquecerme de eso, a llevarme un pedacito de lo que ustedes tienen y a compartir lo que tengo”, dijo María Inés.
“Yo llegué a El Salvador muy joven, sin conocer de historia, sin conocer absolutamente nada. Por más habladas y por más cosas que me hayan contado, vivir de cerca lo que El Salvador ha representado para la historia de Latinoamérica, siendo un país tan chiquito, la grandeza que tiene por su pasado y su gente, por sus luchadores sociales, sus mártires, sus estudiantes; me hizo darme cuenta de toda la conciencia que hay en El Salvador. Yo espero que siga así y que se cultive todos los días. Para mí, El Salvador me ha enseñado a ser fuerte, a ser valiente”, agregó.
Ochoa canta una canción sobre un guerrillero salvadoreño, Apolinario Serrano, compuesta por Paulino Espinoza del histórico Yolocamba I Ta. “Creo que como él, muchos jóvenes en ese tiempo que murieron y que lucharon por este país se han ido olvidando. Tengo la firme convicción de que cuando una historia se empieza a olvidar estamos destinados a repetirla.
Es un riesgo constante en Latinoamérica, repetir masacres como las que han pasado en este y en otros países. Contar historias como la de Apolinario, Mons. Romero, Rutilio nos hacen conscientes del momento que estamos viviendo y de lo cerca que estamos de convertirnos en nada si seguimos así”, aseveró.
María Inés no deja de lado la tradición musical de México. “La identidad cultural es sumamente importante, te pone los pies en el suelo, pero también creo en la importancia de hacer lo que te dicta el corazón y de caminar hacia donde tu creatividad te lleva. Soy muy folclorista y me gusta mucho la música tradicional mexicana, pero ahora también he mezclado ritmos y he hecho otras cosas que me gustan, me interesan, que me abren puertas a otros oídos”, mencionó.
“Yo me he presentado en Europa, ellos aman a México y la música tradicional mexicana. Sin embargo, he hecho mezclas con música electrónica por ejemplo es como tocar raíces también suyas y hay un punto de comunicación, se vuelve una cosa bella, diferente pero bella, la creatividad llega hasta donde nosotros queremos que llegue. El consejo más grande que puedo dar es ese, ponernos unas alas y volar lo más alto que podamos hacer”, concluyó.
La cantante mexicana se presentó en el MUNA. Actividad organizada por la UCA, Secultura y la Embajada de México.
“La música enriquece nuestra cultura. Esta música tiene un mensaje muy importante. Es una forma de agradecer la solidaridad de ella, de México”, expresó Paulino Espinoza, director del Centro Cultural de la UCA.
