Madrid/Prensa Latina
Por Fausto Triana
Cada Clásico de LaLiga de España es una nueva historia, la de hoy con mucha tángana y poco fútbol, con un triunfo que aumenta a cinco puntos la ventaja del Real Madrid sobre el Barcelona.
Aunque es apenas la décima jornada del torneo, la rivalidad es tal que no se digieran fácilmente las derrotas.
Como ya se había calentado el encuentro antes de comenzar, no podía terminar de otra forma que con polémicas y agresiones verbales.
En definitiva, fue un éxito 2-1 de los merengues, con gol del Pichichi del certamen, el francés Kylian Mbappé (su onceno tanto), que luego falló un penal en el complementario, y el decisivo del inglés Jude Bellingham.
Sin embargo, ya el talento joven del Barça Lamine Yammal había encendido las redes sociales al declarar que los culés se impondrían, probablemente por goleada, e insinuó que el Real Madrid es un equipo siempre favorecido por los árbitros.
Fue el pique de los 99 minutos que duró el partido, con intercambios, especialmente, con el brasileño Vinicius Junior, y ya al cierre, entre los dos banquillos.
Tarjeta amarilla para el portero suplente Lunin, de la “casa blanca”, y la policía evitando males mayores.
El árbitro Soto Grado acababa de pitar la segunda amarilla al volante creativo Pedri González, lo que determinó la roja por una entrada dura al francés Aureliene Tchouameni.
La realidad es que el primer parcial descolló por la intensidad de los dos conjuntos, el Real Madrid apostando a la velocidad y pegada en los contragolpes, y los azulgrana más proclives a la elaboración, con muchos toques y pases.
Es un Clásico, a mí esas declaraciones me gustan, me motivan más, sólo son palabras, no hay mala intención, lo importante es el éxito y seguir así, sabiendo que apenas estamos empezando la temporada, son sólo tres puntos, comentó Tchouameni a la prensa a preguntas sobre lo expresado por Lamine.
Por su parte, el capitán del Barça, el neerlandés Frenki de Jong, minimizó el conato al final del cotejo, opinó que no fue la mejor versión de su escuadra y también restó importancia a los encontronazos de Lamine con jugadores del Real Madrid.
Mbappé fue figura, de todas formas, anotó lo que pudo ser un golazo al minuto 12 con un cañonazo tras un error de Fermín, pero fue anulado por un fuera de juego milimétrico detectado por el VAR.
Pero a los 22 volvió a aparecer y a pase en profundidad de Bellingham anidó el balón en las redes de un notable guardameta polaco Sczezny, quien asimismo paró un disparo de penal de Mbappé en el segundo tiempo.
El empate vino de las piernas del ascendente Fermín, tras un error del turco Arda Guller a los 38.
Duraría poco la felicidad de los catalanes, cuando un centro de Vinicius fue cabeceado por otro brasileño, Militao, y encontró solo ante los palos a Bellingham.
Un marcador 2-1 que no se movería, aunque el Barcelona lo intentó mucho más, sin suerte en el asedio a la portería de Courtois.
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