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Yaneth Estrada
@caricheop
Este domingo, en la Cripta de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, el padre Miguel Crespín llamó a vivir en santidad, confesando nuestros pecados esperando la venida de Jesucristo. Viviendo en fraternidad con nuestros hermanos y pendientes de sus necesidades, sin pasar de largo.
En momentos cuando el mundo se prepara para el nacimiento de Jesús, en Navidad, también es importante prepararnos para la segunda venida de Jesucristo, y eso viene al confesar nuestros pecados. Teniendo un corazón agradecido y llenos de humildad, denunciando las injusticias.
Cómo dice la Biblia en Mateo 24:42, “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.
Y en tiempo de Adviento, decimos cómo se lee en Apocalipsis: “Ven Señor Jesús”, porque todos esperemos la venida gloriosa de nuestro Salvador, ese es el sacramento de nuestra fe.
Mesa de ofrendas
Además, este domingo, en la mesa de ofrendas se colocó una corona de Adviento, con dos velas encendidas simbolizando que esperamos a Cristo la verdadera luz que nos ilumina y viene a procurar la conversión de nuestra vida.
También, en solemnidad se conmemoró el Día de la Inmaculada Concepción. Monseñor Romero dijo que María es la imagen en persona de la liberación humana, por lo que presentaron a la inmaculada, simbolizando que ella, la madre Nuestro Salvador es intercesor a, solidaria y que sigue siempre colaborando con la liberación y salvación de la humanidad.
Cómo Monseñor Romero manifiesta que el espíritu de pobreza consiste en ser humilde, sencillo y poner en Dios la esperanza el dolor y el sufrimiento, se llevó la canasta de víveres como símbolo de la esperanza por los pobres.
Así como el pan y vino que recuerda el amor de a Cristo que lo convierte en su cuerpo y sangre.
