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Jorge Willer Patriz (alcalde de Nahuizalco) dio su apoyo a las comunidades indígenas para evitar la construcción de la octava represa en el río Sensunapán. Foto Diario Co Latino/Eduardo Barahona

Pobladores de Sisimitepet y Pushtan demandan protección de río Sensunapán

Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino

Con su toalla terciada sobre la cabeza para protegerse del sol, María Campos llega junto a otros pobladores procedente de los cantones Sisimitepet y Pushtan, municipio de Nahuizalco, Sonsonate, por la defensa del río Sensunapán, el “abuelo río”, que en su cosmovisión más que un bien natural es el origen de su pueblo.

“Mi abuela me traía a bañarme y pescar en el Sensuna, era hermoso y era grande, pero ahora está triste y muriendo (…) lo están matando y hasta las piedras tienen sed, cuando veo al abuelo río así, solo pienso que son ingratos de quitarle así la vida”, expresó María Campos.

Nahuizalco, un municipio en el que se asientan Pueblos Indígenas, se encuentra a 545 metros de altura sobre el nivel del mar y se extiende en 34.32 kilómetros cuadrados, y junto a otros municipios del Occidente del país, es parte de la ”Ruta de Las Flores”, que ofrece un destino turístico.

En este territorio, la intención de construir una octava represa en el río Sensunapán, coloca una amenaza directa sobre este cuerpo de agua de 16 kilómetros de longitud, que atraviesa la zona urbana de Sonsonate y finaliza en Acajutla al océano Pacífico, en los últimos años se encuentra en estrés hídrico.

Datos oficiales del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), en su mapa de Gestión de Recursos Hídricos, ha previsto para el año 2022 el estrés hídrico en la zona, y será severo, y por tanto disminuirá su caudal. Actualmente, el río Sensunapán, en la estación lluviosa logra los tres metros de profundidad, pero en un contexto del Cambio Climático y el fenómeno del Niño, lo colocan en situación grave.

“Hoy cumplimos 16 años de estar luchando en contra de una octava represa en el río Sensunapán, y es un orgullo porque nos enfrentamos a una empresa económicamente poderosa. Y seguimos de pie en la lucha”, dijo Enrique Carías, del Comité Indígena para la Defensa de los Bienes Naturales de Nahuizalco.

Y junto al Movimiento Unificador Indígena (MUINA); la Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios de Sonsonate (MESUTSO), y acompañamiento de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), entregaron una petición al alcalde de Nahuizalco, a fin de defender los derechos humanos de los Pueblos Indígenas.

“Le pedimos al alcalde Jorge Willer Patriz y su Concejo Municipal, que declaren diversos puntos del río Sensunapán, como Sitios Sagrados y de Memoria, a la altura de los cantones Pushtan y Sisimitepet, para generar algunas de las condiciones mínimas de gestión sustentable del patrimonio intangible presente en el río Sensunapán, que están estrechamente vinculado a la identidad indígena. Buscamos liberar así a nuestro -Abuelo Río- de la amenaza de construcción de la represa que secaría alrededor de 4 kilómetros del paso del río, tal como pretende la empresa Sensunapán”, afirmó.

En resistencia permanente por la protección del río Sensunapán, Carías agregó que de edificar la Pequeña Central Hidroeléctrica Nahuizalco II, se afectaría directamente 12 posas y otro sinnúmero de lugares de simbolismo étnico, así como, los espacios que usan para la recreación y la pesca artesanal.

“La empresa ha dicho en su estudio para construir este proyecto de muerte, que el lugar escogido es marginal, o sea, que no es utilizado; lo otro que generan energía limpia, pero nada es cierto, la verdad es que el río sufre alteraciones en su cauce por las hidroeléctricas. Nosotros sabemos que la toma de esos cuatro kilómetros del río para la nueva represa no solo afecta a Sisimitepet y Pushtan, sino el Sauce, la Ponderosa, la Loma del Muerto y otros pobladores, van a destruir el bosque de galería de las riberas del río, la fauna, la flora y nuestros sitios sagrados”, detalló. Con la ordenanza municipal para Pueblos Indígenas en mano, el alcalde Jorge Willer Patriz se reunió con los representantes de los pobladores, a quienes dio un reconocimiento por su lucha social en la protección del río Sensunapán y tomó la petición presentada por los colectivos indígenas y la UNES.

“Nosotros hemos venido acompañando esas luchas por la protección del medio ambiente, desde la base ancestral y que está contenida en nuestra ordenanza municipal de Pueblos Originarios, que es la primera que se creó en el país, en defensa no solo de los recursos naturales, sino también de las prácticas”, afirmó.

Sobre la ordenanza municipal citó tres artículos, que reconocen legalmente que los Pueblos Indígenas, no podrán ser trasladados forzosamente de sus tierras y territorios, que ampara el artículo 8; así como, el artículo 9, que establece que las comunidades indígenas tienen derecho a vivir sus propias tradiciones culturales. Y el artículo 12, que señala que la municipalidad va a proteger la espiritualidad y religión de las comunidades indígenas y sus lugares sagrados o culto.

“En el ordenamiento del Plan Territorial, que está enmarcado en una microregión de los Izalcos: Nahuizalco, Santa Catarina, Izalco, Caluco, Cuisnahuat, además de (Santa Isabel) Ishuatán, hay un mapa, del cual el Concejo Municipal se pronunció en el momento preciso para detener una consulta de participación, porque fue en un momento difícil de la pandemia, y no se podía movilizar la gente. Una mala intención del Gobierno, de ese ministerio (MARN) y de esa empresas que han venido de una u otra manera a dañar nuestros recursos naturales”, señaló el edil de Nahuizalco.

Asimismo, reiteró que la postura del gobierno municipal será de acompañamiento de los Pueblos Indígenas. ”Haremos lo que el pueblo quiere, para la protección de estos bienes naturales, los cuales no pueden seguir dañando. No se ha autorizado la Sensunapán II, no estamos a favor, de algo que vendría a dañar la integridad de nuestros recursos naturales para favorecer a algunos”, reafirmó Patriz.

El rescate del río Sensunapán, indicó Alejandro Labrador, del equipo técnico de la UNES, tiene una visión a futuro que tiene repercusiones a nivel nacional, en donde se reconozca la existencia del pueblo “nahuat pipil”, quienes han tenido que enfrenar más de cinco siglos, la invasión e imposición de otra cultura, por lo que se comprometió en un acompañamiento por la sustentabilidad del medio ambiente.

“Por eso me interesa que este río Sensunapán y toda su historia, cultura y toda la identidad que nos da, así como la posibilidad de tener un ecosistema sano como lo garantizaron los Pueblos Indígenas, durante siglos, siga ocurriendo y sea una realidad porque este pueblo lo merece. Porque dependemos del agua para el alimento y cuido de nuestra familia y la vida en general”, puntualizó.

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