Francisco Elías Valencia
@fe_valencia
El histórico cerro el Tigre, antiguo bastión de destacamentos guerrilleros del ERP-FMLN fue el testigo silencioso en la fresca ciudad de Santiago de María, gracias a su ubicación a 900 metros del nivel del mar, del nacimiento del Movimiento Patria Ciudadana.
El nacimiento del movimiento ciudadano que se define como democrático, pluralista y progresista, quiso reunir varios elementos simbólicos, además del arriba mencionado. Y es que surge en una zona de pujanza económica, no por la infraestructura de la ciudad como tal, sino porque es una zona representativa de la oligarquía cafetalera, como todas las tierras de altura y rica en minerales propias para el cultivo del grano de la bebida aromática.
Pero también por lo religioso, pues en esas tierras monseñor Oscar Arnulfo Romero ahora santo, dejó su huella, su marca, siendo obispo de esa región.
Por supuesto, no podía faltar el hecho de que en esa zona también fue guarida, sino es que nacimiento de los temibles escuadrones de la muerte. Los que se encargaban de asesinar o desaparecer a quienes se consideraban opositores del gobierno de turno o mejor dicho, de la dictadura militar. Precisamente, a quienes se llamaban demócratas o progresistas.
En su defensa, los movimientos sociales de los años 70s crearon las guerrillas, uno de los grupos instaló campamentos guerrilleros en el cerro de El Tigre.
El Movimiento Patria Ciudadana dijo el Secretario General Alex Núñez, quien junto a una veintena de líderes sociales fue juramentado por el obispo Luterano Medardo Gómez, nace ante “un vacío político y social”, agudizado por los resultados electorales del 3 de febrero del presente año.
Núñez compara el actual momento político y social, como el de principios de la década de los 70s.
“Frente al vacío político, al desánimo de importantes sectores de la sociedad frente al fanatismo provocado por ese vacío, frente a las conductas políticas perniciosas que buscan aprovecharse de la debilidad del Estado (…) nos proclamamos como una opción que busca generar sólida esperanza (…)”, dice el quinto punto de la proclama de constitución.
Y es que para el Movimiento, la ciudadanía organizada puede ser capaz de “obligar al estado y al estamento político a reaccionar frente a las demandas populares”.
El Movimiento de acuerdo a su dirigencia asume como propias, “todas aquellas reivindicaciones que nos conduzcan a hacer de nuestra sociedad, una sociedad donde podamos vivir con dignidad, y compartir en el espíritu solidario que en nuestro ADN social aún pervive”.
Núñez afirma, el Movimiento se convertirá “en vigilante permanente del ejercicio de ese poder y de la función pública, utilizando para ello, todos los mecanismos legales”.
En este sentido afirma Núñez, serán “críticos constructivos del actual gobierno, pues no solo señalarán los problemas, sino que ofrecerán soluciones”. Concretamente, incluso ofrecen acompañar como movimiento todas las políticas del actual Gobierno que beneficien a la población, pero demandarán aquellas que vayan en contra de su Programa y de la población salvadoreña.
En el Movimiento caben de todas las ideologías, por eso es que se define como pluralista, y por eso es que se autodenomina “La casa de todos”.
No obstante, uno de sus invitados especiales y que tuvo un punto esencial en la agenda, el economista Nildo Domingo Ourique excandidato presidencial de Brasil, y del directorio del Instituto de Estudios Latinoamericanos (IELEA) no duda invitar a la plenaria, a mantener el rumbo a la izquierda, recordándoles varios preceptos del marxismo que se ven reflejados en la vida cotidiana.
Ourique animó al medio millar de dirigentes del Movimiento reunido en el polideportivo de Santiago de María, a utilizar la organización para obtener poder político, pero no para quedarse con el, sino para entregarlo al pueblo.
Y una vez en el poder, dice el visitante brasileño, “hay que decirle la verdad al pueblo. Esto no lo hacen los diputados actuales, los gobernadores, el presidente, quienes prefieren callar”. “Hay que decir la verdad, aunque no sea popular”, enfatiza.
Y una vez juramentado el directorio del Movimiento con lo que cierra el primer congreso, cerca del medio día, todos de forma ordenada como llegaron, comienzan el retorno a sus diferentes lugares de origen con una misión clara: hacer de la organización ciudadana, la columna vertebral del Movimiento Patria Ciudadana.