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Maestras y maestros motor para el cambio

Licda. Norma Guevara de Ramirios
@guevara_tuiter

Los profesionales de la educación están en la vida de la sociedad siempre, pero  en nuestro país, es tradición, rendirles tributo el 22 de junio. En nombre del pueblo se designó ese día para homenajearles. Decirles que agradecemos su enseñanza, que recordamos su sacrificio y su abnegado servicio. Hacerlo en la mayoría de casos nace del corazón  y de una memoria marcada por aprendizajes y recuerdos agradables y, como decía el maestro y libertador cubano y latinoamericano José Martí: “honrar, honra”. Por eso hagámosles saber en este mes de junio que apreciamos y agradecemos su permanente labor, su contribución para formar personas, ciudadanas y ciudadanos de bien.

Si bien el homenaje de maestra y maestro se dedica a quienes se  destacan en la educación formal, es justo reconocer que en la medida en que la fuente del conocimiento, las diferentes disciplinas y las técnicas para el aprendizaje se han complejizado, una serie de personas con o sin título de maestro nos enseñan, nos facilitan aprendizajes relevantes, apropiados a las necesidades de hoy, por eso la felicitación debe extenderse a todas y todos los que de una manera u otra facilitan la formación, la instrucción, el aprendizaje para desenvolvernos mejor en una tarea, en una profesión, en la vida.

Pero jamás podrá pasar por alto para ninguna persona el recuerdo de quien nos enseña a leer y a escribir. Son y serán siempre recuerdos de enorme significado emotivo nuestra maestra o maestro que nos permitió aprender las primeras palabras. Por eso  también a todos los jóvenes voluntarios de la alfabetización en nuestro país, a las muchachas y muchachos estudiantes de secundaria, de tercer ciclo básico que asumen la responsabilidad de un circulo de alfabetización para ayudar a otros a aprender a leer y escribir, FELICIDADES.

Alfabetizar es una función social según nuestra Constitución, pero la exclusión, la pobreza deja fuera del sistema educativo a centenares de miles de personas; nuestro Presidente de la República, Profesor Salvador Sánchez Cerén tiene el propósito de elevar la condición de país a la de un país educado, productivo y seguro, por eso desde cuando era Vicepresidente y Ministro de Educación Ad Honoren, se empeñó en esta titánica labor de alfabetizar a las personas adultas y en esa labor participan pedagogas y pedagogos destacados, maestras y maestros y jóvenes voluntarios. Igualmente creó programas que facilitan a la familia mantener a sus hijos en la escuela.

Maestros y maestras de ayer y de hoy, han sido una fuerza motora del desarrollo, visualizando los rasgos, el deber ser de la educación, el magisterio y la escuela, formando conciencia en la juventud,  visualizando la política que debe darle sentido y revalorización del magisterio. Alberto Masferrer, Francisco Gavidia, Mélida Anaya Montes son baluartes en el quehacer educativo y político de nuestro país, son referentes para la formación de nuevos profesionales de la educación.

Las organizaciones magisteriales expresan la comprensión de un rol integral de cada maestro, expresan la aspiración de mejora de la colectividad, y en esa visión sigue siendo ANDES 21 de junio, con sus 50 años de existencia, la de mayor impacto en el reconocimiento social y legal del magisterio, la que más destaca en sus primeros cinco lustros el afán desinteresado y patriótico de formar a sus estudiantes, a sus iguales y a otros, el sentido de la unidad y la solidaridad con el pueblo todo y no sólo con sus miembros.

La legislación que protege al maestro y su familia, la legislación que otorga un rol al maestro en la administración colegiada de la escuela es producto de luchas en las que este sector cosechó además la persecución y hasta muerte de los más destacados de sus miembros: Ramón Guardado, Lázaro Arias, Orlando Guerrero Chamul, entre otros.

Desde este espacio deseo felicitar a un maestro especial: Salvador Sánchez Cerén. Nos ha enseñado a cultivar la esperanza, la organización y unidad del pueblo, nos ha enseñado que siempre recuerda las dificultades de la escuela y que el centro de ésta son las nuevas generaciones y desde las funciones desempeñadas como diputado, ministro, y Presidente ha demostrado que sabe que la educación nos forma y transforma; sabe que el magisterio es un factor clave del desarrollo social de un país, por eso le apuesta al fortalecimiento de  la escuela, al compromiso y formación del magisterio y a depositar confianza en la niñez y juventud para sacar adelante a nuestra patria.

Al fin y al cabo educar es ayudar a que cada ser humano saque de sí mismo su potencial, y en esa lógica, caminando juntos, aprendiendo juntos, maestros y estudiantes, es más seguro el desarrollo de nuestra nación. Maestras y Maestros salvadoreños Felicitaciones!

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