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La Tradición de las Posadas Navideñas en Santa Tecla

 

Marlon Chicas

El Tecleño Memorioso

♫En el nombre del cieeelooo, osss pido posadaaa, pues no puede andaaar mi esposa amadaaa♫, estribillo de una tradicional posada de Navidad, en busca de alojamiento para Nuestro Redentor, pero ¿cómo surge dicha usanza?

En El Salvador tiene su origen en la tradición católica traída a nuestras tierras por parte de los misioneros procedentes de México, en la que se conmemora la búsqueda de hospitalidad a María y José en Belén durante los nueve días previos a la Noche Buena, simbolizando el cobijo y la fe.

La tradición se basa en el relato bíblico de María y José en busca de posada en Belén, encontrando resguardo en un establo abrigados por un burro y un buey. En América, aunque la historia bíblica es universal, las «posadas» como celebración se establecieron en México en 1587, con el permiso del Papa Sixto V, de ahí se difundió a Centroamérica, incluyendo a El Salvador.

Por su parte, los frailes agustinos lo usaron para adoctrinar a los pueblos indígenas, sustituyendo festividades prehispánicas por un evento católico.

En El Salvador, la tradición se adoptó y se adaptó, en una parte integral de la Navidad, celebrada en comunidades, barrios y familias con cánticos y rezos.

En Santa Tecla, al igual que en Centroamérica y México, tiene su origen en la época colonial, cuando los frailes agustinos adaptaron las festividades indígenas para evangelizar y recrear el peregrinaje de María y José hacia Belén, usando permisos papales para realizar «misas de aguinaldo».

Si bien no existe un origen específico para Santa Tecla, la tradición llegó a El Salvad por la herencia cultural española y la influencia mexicana, convirtiéndose en una celebración popular en barrios y comunidades tecleñas con elementos compartidos como los cantos, piñatas y bocadillos.

Con la poca información que se conoce en torno al tema en Santa Tecla, no puede pasarse por inadvertida la encomiable labor de piadosas mujeres como: Edelmira Escobar (+), Dolores Chávez (+), Julia Alas (+), Esther de Alvarado (+), Teresita de Chávez (+), Elvira Iraheta y Miriam de López, entre otras, que en Santa Tecla guardan un sitial de honor por su empeño a dicha práctica religiosa.

En la actualidad, esta tradición de fe se mantiene viva gracias a la labor pastoral de las parroquias El Carmen, Inmaculada Concepción, San Antonio, El Calvario, Cristo Resucitado y Nuestra Señora de Guadalupe de las colonias Quezaltepec y Las Delicias, respectivamente. ¡Mantengamos viva esta bella práctica de fe en nuestra ciudad! Que nuestro corazón se convierta en un pesebre para dar cobijo a la Sagrada Familia de Nazareth.

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