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Liliana Martínez-Scarpellini
Los Ángeles/dpa
Disney siempre ha sido un estudio especialista en historias de superación, cheap de esas que hacen saltar las lágrimas del espectador, cheap y con “McFarland, viagra USA” no es diferente, la historia de unos jóvenes hijos de inmigrantes en la California profunda que consiguen convertirse en un equipo de cross country con la ayuda de un obstinado entrenador.
La cinta de la neozelandesa Niki Caro (“Whale Rider”) está basada en una historia real, la de Jim White (Costner), un profesor acostumbrado a ir de trabajo en trabajo hasta que va a parar a una comunidad rural del interior del estado dorado donde la mayoría de sus habitantes hablan español.
White logra convertir a los jóvenes hispanos en unos campeones de este disciplina de atletimo pese a su nula experiencia y la falta de motivación. Eso mismo es lo que atrae el entrenador, que tampoco había manejado a unos muchachos en esa especialidad.
Lo que logró White se acabó convirtiendo en una tradición en McFarland que ahora celebra Disney con un presupuesto de 17 millones de dólares. En el centro de la cinta está la figura de Costner, al que le han criticado cierto abandono en su carrera con respecto a cuando estaba en lo más alto de la industria, en aquel año en que su “Dances With Wolves” se hizo con el Oscar a mejor película.
Sin embargo, ha vuelto a primera línea de actualidad con esta película que ahora estrena y con la reciente “Black or White”, junto a Viola Davis, siempre tocando temas de interés sociológico y que han marcado, de forma indudable, toda su trayectoria profesional.
Con su cinta más premiada logró explorar el desafío de los hombres blancos en el Oeste que fueron acabando poco a poco con los indios nativos americanos, hasta lograr una total integración con su pueblo y sus costumbres.
En “Black or White”, Costner se adentra en la diferencia racial con el proceso de adopción de una nieta afroamericana y ahora ha logrado una inmersión y un conocimiento a fondo de la comunidad hispana, acostumbrada a las largas jornadas de trabajo en condiciones de pobreza, especialmente en ciudades fronterizas como McFarland, USA.
En el largometraje se percibe la discriminación y el miedo bajo el que viven muchos de estos inmigrantes, la mayoría de origen mexicano, y cómo White logró identificar su espíritu de lucha y ayudarles a vencer el miedo y a hacerse respetar en la sociedad.
Para Costner el espíritu por explorar esa clase de temas con una indudable ramificación sociológica sigue estando más vivo que nunca. “El interés por hacer películas sigue siendo el mismo porque estaba emocionado entonces y lo estoy ahora”, explicó en una entrevista reciente. “El cine no es todo lo que hago en mi vida, pero es un vehículo para contar historias y cambiar las vidas”.
Aunque el californiano de 60 años recién cumplidos es el gran foco de atención de la cinta, el actor destaca que los jóvenes fueron muy importantes para el largometraje y que no tuvo problema en hablar con ellos abiertamente “sobre películas o sobre la vida, con ganas siempre de enseñarles cosas”.
En cuanto al futuro, se ve con ganas de seguir adelante, haciendo televisión como ya hizo con la premiada serie “Hatfields & McCoys” de 2012, y manteniéndose activo en el cine, sabedor de que tiene una vida de privilegio, centrado en su vida familiar por encima de todo. “Tengo mucho tiempo para mí, con cuatro o cinco meses de vacaciones entre proyecto y proyecto. Creo que mi vida ha sido extraordinaria, que he viajado por el mundo, pero al final del día lo que me importa es pasar tiempo con mis hijos”, sentencia. Una clase de existencia difícil de lograr para una inmensa mayoría.
