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En serio, ¿mil veces malditos?

Como todos deben recordar, el uno de febrero de 2020 el presidente de la República, Nayib Bukele, escribió en su cuenta de Twitter, ahora X, que “ARENA y el FMLN no son basura, son peor que eso. Negociaron con la sangre de nuestro pueblo. Mil veces malditos”. La famosa frase o maldición del presidente, se produce luego de que, en un juicio contra los negociadores del primer pacto de pandilla, uno de los testigos criteriados, un pandillero, relató cómo se dieron las “negociaciones” entre los gobiernos de ARENA y el FMLN con las pandillas.

Inmediatamente, la frase del presidente causó indignación de sus seguidores en las redes sociales y no solo pedían justicia, sino hasta eliminar a los supuestos negociadores. Y era esto, lo que el presidente buscaba, generar el descontento, el odio con los gobernantes anteriores a él, pero no solo eso, lo fundamental era desvirtuar, sin negarlo explícitamente, que su gobierno negoció con las pandillas para disminuir los homicidios, luego de que el periódico El Faro iniciara las primeras publicaciones en las que se demostraba que la reducción de homicidios desde los primeros seis meses de gobierno no era producto del Plan Control Territorial, sino de las negociaciones gobierno pandilla.

Hasta ahora, algo que sí ha quedado establecido, porque se aceptó posteriormente, es que en el gobierno de Mauricio Funes se facilitó un proceso de diálogo entre las pandillas, y que los mediadores fueron principalmente el excomandante guerrillero, Raúl Mijando (fallecido) y el ex obispo castrense Fabio Colindres.

Aquel proceso de diálogo entre las pandillas, que buscaba la reducción de los homicidios y el paso libre de los salvadoreños en los “territorios controlados” por las pandillas, fue apoyado, incluso, por la OEA, y hasta las Naciones Unidas. Sin embargo, este proceso duró solo un año, luego se disolvió, porque las pandillas no cumplieron con sus promesas y la crítica contundente de la sociedad al famoso pacto.

Luego se conoció, por revelaciones de los mismos pandilleros, que figuras del partido ARENA, entre ellos el fallecido alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, y Ernesto Muyshont, tuvieron conversaciones, para buscar votos a favor del candidato presidencial de ARENA, Norman Quijano, en las elecciones presidenciales de 2014.

Todas esas revelaciones fueron aprovechadas por el presidente Bukele para fustigar en contra de ARENA y el FMLN. Incluso, tanto el presidente Bukele como funcionarios de seguridad de su gobierno, aseguraron que los homicidios del fin de semana de finales de marzo de 2022, fueron ordenados por “dirigentes políticos de oposición”. Hasta la fecha, ningún exfuncionario de ARENA o el FMLN han sido acusados de ser los autores intelectuales de esos crímenes.

Lo que sí está quedando claro, de acuerdo con filtraciones al periódico El Faro publicadas en sendos reportajes, es que el gobierno del presidente Bukele también negoció con los líderes de las pandillas para reducir los homicidios al 50% desde los primeros seis meses de su gobierno. De hecho, solo los incautos se creyeron del milagroso Plan Control Territorial, que con solo su mención comenzó a reducir los homicidios en el país.

Las pruebas que presentó El Faro fueron contundentes: el gobierno de Bukele también negoció con las pandillas. A pesar de que los funcionarios del actual gobierno negaban las negociaciones, varios hechos posteriores lo han confirmado.

El más reciente fue el caso de uno de los doce cabecillas de la mara salvatrucha, Elmer Canales Rivera, alias “Crook”, que pese a estar condenado a 40 años de prisión, cuya condena cumplía en “Zacatrás”, cárcel de máxima seguridad, fue sacado de la misma por funcionarios del gobierno del presidente Bukele, para evitar que fuera extraditado a los Estados Unidos.

El “Crook” fue liberado y sacado a Guatemala, no sin antes haber pernoctado varias noches en un lujoso apartamento en la exclusiva zona de la Escalón, en noviembre de 2021, pese a que Estados Unidos había pedido la extradición. Muchos funcionarios guardaron silencio, entre ellos el de Seguridad, Gustavo Villatoro, y el director General de Centros Penales, Osiris Luna. Quienes sí hablaron fueron unos diputados, entre ellos Cristian Guevara, quien aseguraba que el “Crook”, permanecía en prisión.

La semana pasada, el departamento de Justicia de los Estados Unidos reveló que el “Crook” estaba en su poder, luego de ser capturado en México y extraditado a Estados Unidos. El Faro reveló, en su oportunidad, audios de uno de los funcionarios del presidente Bukele, Carlos Marroquín. En el audio, Carlos Marroquín dice: “Yo al viejo (se refiere al Crook”) lo saqué de adentro… yo mismo lo fui a dejar a Guatemala”. En ese audio, Marroquín dice que el presidente Bukele, a quien identifica como “Batman”, era conocedor de todo.

Tras la captura del Crook, ya en poder de los Estados Unidos, se ha confirmado que el gobierno del presidente Bukele pactó con las pandillas y hasta sacó de la cárcel al Crook, lo llevó hasta Guatemala e incluso le dieron un arma de fuego para su defensa, según lo revelado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

Entonces, la pregunta es: ¿siguen siendo los negociadores de las pandillas, los del pasado y los actuales, “Mil veces malditos”?

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