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El idioma Tol y la colonización interna (Parte V). Por Rafael Lara-Martínez

Rafael Lara-Martínez

Professor Emeritus, New Mexico Tech

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Desde Comala siempre…

 

 

  1. 2.  3.  2.  1.  Tiempo-aspecto-modo (TAM)

 

En (1.C.), se mencionó que el castellano carece de un tiempo futuro propiamente dicho —igual que el inglés, «I will/may go to SV».  Asimismo, el inglés puede remitir el tiempo al adverbio: I’m going to El Salvor next month.  Si este rasgo caracteriza dos lenguas europeas, también debe buscarse su expresión en Tol.  No en vano, en (1.A. y 1.C.), se dijo que la variedad de los idiomas mayas, el xinca y el lenca, entre otros, anticipan la relevancia del aspecto y del modo sobre el tiempo verbal.  En efecto, se reitera, la presencia de clíticos o partículas independientes —imperfecto, futuro/irreal— así como la del préstamo castellano «ke(lel), querer», para señalar esas nociones.

 

La oración (10) ofrece un ejemplo radical de la manera en que el imperfecto y el irreal se combinan para expresar una posible acción durante un proceso anterior.

 

(10)

naph ka kusku velel-tzha woway, yo irreal decir hablar-yo-imperfecto niño = hubiera regañado al niño (SHL).

 

En cuanto a la voluntad —modo desiderativo/volitivo— la adaptación de un infinitivo castellano expresa esa modalidad, mientras la persona y el tiempo sólo aparecen en el verbo principal.  Las tres oraciones (11) insisten en esa autonomía de la voluntad con respecto al tiempo verbal, incluso al expresa el amor.  La estructura «ke(lel) + verbo con tiempo y persona» no permite utilizar un sustantivo o una frase nominal después de ese modo volitivo.  Por ello, hay otra manera de expresar esa modalidad gracias al vínculo entre el corazón y la voluntad.  Esta parte del cuerpo asienta la actividad mental del deseo (12).

 

(11)

Jaime nt’a ke pü’üs-tza naph, I wanted to live at Jaime’s/ = Jaime en querer vivir-yo-imperfecto yo = quería vivir donde/en Jaime (SHL)

 

kelel hum wa naph pueblo nt’a, querer ir-yo también yo pueblo a = quiero ir al pueblo también

 

naph kelel lehay huph, yo es-querer/voluntad hago él/ella  = yo lo/a amo (DH)

 

(12)

lemeliyú hos-tzha huph mpes thaak’, remedio su-corazón-imperfecto/quería él porque vino = vino porque quería/corazoneaba remedio

 

híla na-hás la lul, hilo mi-corazón para coser = quiero hilo para coser

 

keph pülül syása hos huph, mujer ropa nueva su-corazón ella = ella quiere ropa nueva

 

‘oyn h-y-as wa?, ¿qué tu-corazón también? = ¿qué (es lo que) quieres? = ¿qué te pasa/cómo estás? (¿qué? = tzhan en otros datos)

 

¿ngku h-y-as niná?, ¿interrogativo su-corazón esto? = ¿quiere(s) esto? + ma na-ha, (no) mi-corazón = (no) quiero (HSL)

 

En este quinteto de oraciones, no sólo el «volitivo, na-has/hos (h-w-as)/h-y-os» sustituye el verbo «querer».  También esta correlación entre la anatomía y la voluntad define un rasgo gramatical que pocos recuerdan.  La memoria histórica guarda una filiación (philos) mínima con el saber (sophos) de los idiomas maternos.  Sin embargo, el Tol parece proseguir la pauta de sus vecinos mesoamericanos al instalar la gramática en la mano.  En breve, el cuerpo se ofrece en columna fundacional de una episteme, pese a la escasez de datos (-kol, estómago = -kolkolo, gatear/estomagar).

 

(13)

 

5 = komasopani + 10 = komaspö + 20 = tzenam pani + 100 = tzenam komas.

Aunque se desconoce la etimología de esta aritmética antigua —hoy en desuso por la colonialidad— es posible que provenga de la raíz para «mano, mas»: na-mas, mi(s)-mano(s).  Esta aparece en cinco, diez y cien (20×5) (DH).

 

Retomando el tiempo-aspecto-modo (TAM), no sólo el imperfecto -tzha puede añadirse directamente al presente —hák-tzha, viene-imperfecto— también el pretérito se asociaría al perfectivo o al aspecto de una acción terminada.  Así, resulta bastante acostumbrado reduplicar las raíces para expresar una acción que se repite: ten-tené, enrollar; t’o-t’o, tocar la puerta.  Para clausurar, otro enclítico modal lo expresa el predicado «polel, es-posible/poder (can, not power)».  No en vano, el diccionario lo traduce en equivalencia todas las personas del presente.  Carece tanto de tiempo verbal, al igual que de persona gramatical.  Pese a los pocos ejemplos, se presupone que ambas categorías verbales las especifica el verbo principal al cual modifica en (14).

 

(14)

‘üsü ma polel mü’üs, lu te-pyala, agua no es-posible yo-bebo, agua-sucia pasó (ojo: lu tepyala, pasó, te pyala, sucio pasa; véase: clapon la jul tepyala, botella hoyo pasa/hay) (RD-MRD).

 

nin mpes ma-polel the-lya, esto por(que) no-es-posible pasado-comer-yo = esto (es) porque no-es-posible comí-yo = por esto no podía comer

 

ma polel mo’o velé, no es-posible en/dentro yo-leo = no sé leer (DM).

 

De nuevo, pese a la falta de múltiples textos transcritos en el idioma Tol, es posible que el relato sobre el pasado perviva en el presente.  La oración (15) ejemplifica la disparidad temporal de la oración principal en pretérito y la subordinada en presente, «pequeña/o en es mi-cara/soy niño»— y la principal.  Serían necesarios relatos distintos para validar esas correspondencias temporales entre la secuencia de oraciones que lo componen.

 

(15)

chikh way mo’o m-wala tho-wele-ph, pequeño/a es en mi-cara pasado-hablar-ello/as

me contaron cuando yo es/soy niño (SHL).

 

Al cabo, los varios enclíticos y los prefijos temporales parecen justificar que el idioma Tol privilegia el aspecto y el modo, tal cual sucede con sus vecinos mesoamericanos y de la frontera sur de esta área.  Aunque no exista un modo permisivo, los idiomas maternos aún exigen el derecho de habla, tal cual en la siguiente oración: le mon ükh la velé-?, auxiliar pido-yo bien auxiliar/propósito para hablar-yo-? = pido permiso para hablar (SHL).

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