El 25 de octubre de 2021, el presidente Nayib Bukele inauguró la remodelación de la planta de las Pavas, bautizada como la “Planta Torogoz”, y Casa presidencial, en el comunicado oficial, tituló: “Presidente Nayib Bukele inaugura moderna Planta Potabilizadora Torogoz y salda con ello una deuda histórica que dejaron los gobiernos anteriores”.
La planta potabilizadora fue construida en 1992, en Tacachico, al norte del departamento de La Libertad, y tiene como función recolectar y purificar el agua del Río Lempa, para abastecer, en un 35%, el vital líquido para, principalmente, el gran San Salvador, equivalente a 1.5 millones de ciudadanos.
El proyecto de modernización en la Planta Potabilizadora de las Pavas, bautizada por el gobierno de Bukele como Torogoz, consistió en la instalación de 29 motores nuevos, los cuales fueron gestionados por los gobiernos del FMLN desde 2015, pero, debido a la oposición legislativa de aquel momento, dominada por diputados de derecha, la Asamblea no ratificaba un préstamo y donación del gobierno de Francia y un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
“Este es el proceso en el que va nuestro país, es importante saber de dónde venimos, cómo estaba esta planta antes; recordarle a la gente dónde estamos y luego hacia dónde vamos, con los nuevos proyectos de agua que necesita el país para abastecerse del vital líquido. Este gran proyecto, millonario de inversión, muestra el compromiso del Gobierno de hacer las cosas bien en todas las áreas”, expresó el presidente Bukele en aquella fecha.
En 2023, como lo recuerdan las diputadas Marcela Villatoro, de ARENA, y Claudia Ortiz, de VAMOS, la Asamblea Legislativa aprobó un préstamo por 100 millones de dólares para ANDA, destinado a fortalecer el servicio de agua para el gran San Salvador.
La diputada de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Marcela Villatoro, cuestionó en el espacio de entrevista Encuentro con Julio Villagrán, los $100 millones en préstamos que fueron aprobados por la Asamblea Legislativa para fortalecer a la administración de ANDA, respecto al servicio de agua potable y saneamiento.
En el espacio de entrevista, la legisladora cuestionó el uso de los $100 millones que la Asamblea Legislativa aprobó en 2022 en préstamo para financiar el programa “Fortalecimiento del Sector del Agua y Saneamiento en El Salvador”, para mejorar el desempeño y sostenibilidad de ANDA, el cual fue suscrito entre El Salvador y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), el cual tuvo los votos de ARENA.
Con esa mega obra y con los préstamos millonarios a la ANDA, se suponía que los residentes del área metropolitana de San Salvador no iban a sufrir más una crisis de agua como la vivida a mediados de septiembre, cuando una tubería de 48 pulgadas colapsó nuevamente el 17 de septiembre de 2025 a solo cuatro horas de haber sido reparada, afectando a uno y medio millones de habitantes afectados.
La falla que afectó el sistema Zona Norte provocó una interrupción del servicio por un espacio de 6 días completos, y que hasta este 27 de septiembre no ha sido subsanado por la ANDA en un cien por cien, pues en algunos lugares la ANDA todavía abastece mediante el uso de camiones cisternas.
El gobierno se vio impotente en la solución del problema y Bukele, que ha mantenido silencio desde el momento que inició la crisis, no ha dado explicaciones de la ineptitud de sus funcionarios, salvo porque despidió al presidente de la ANDA, y puso uno nuevo, que intentó salirle al paso al problema hablando del pasado y las cinco fases para resolver el problema, cuando lo que la gente quería era explicaciones del porqué las fallas, y en cuanto tiempo tendría el agua potable en sus hogares.
Desde que asumió el gobierno, Bukele ha cambiado al menos cuatro presidentes de la autónoma, todos con grandes currículos, pero ninguno, pese a los millonarios fondos en su haber, han podido evitar el colapso del servicio.
Las diputadas de oposición y la ciudadanía han acertado en sus críticas a la ineptitud de las autoridades de ANDA, pues la institución ha recibido fondos suficientes para garantizar que el servicio no sufra colapsos como los del 17 de septiembre. Sin embargo, se han dado y, lo más grave, no hay explicación. Y es que teniendo a disposición cien millones de dólares para mejorar el servicio de agua potable en el gran San Salvador, no puede aceptarse que pase lo que ocurrió a mediados de septiembre, que dejó en claro que la propaganda y la realidad son dos cosas distintas.
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