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Saúl Méndez
Colaborador
Cada 24 de junio, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja celebran el Día Internacional del Socorrista, en reconocimiento a los hombres y mujeres que, con entrega y vocación, brindan asistencia en crisis humanitarias, emergencias médicas y accidentes.
En El Salvador, la Cruz Roja Salvadoreña (CRS) se unió a la conmemoración con un mensaje de agradecimiento a su red de voluntarios que, día a día, prestan servicio en distintos territorios del país.
«Hoy celebramos a quienes con vocación, entrega y humanidad, están siempre listos para brindar auxilio en los momentos más difíciles», expresaron las autoridades de la institución.
Fundada el 13 de marzo de 1885 por el Dr. José Antonio Rodríguez Porth, la CRS nació con la misión de atender a las personas afectadas por emergencias, desastres naturales y crisis sanitarias.
A lo largo de sus 140 años de historia, la CRS ha brindado apoyo psicosocial, atención médica y asistencia humanitaria a miles de salvadoreños en situación de vulnerabilidad.
A penas unos días de su fundación, durante el conflicto entre El Salvador y Guatemala, el 25 de marzo de 1885, la CRS prestó auxilio a heridos de ambos bandos, reafirmando su compromiso con la neutralidad y la humanidad.
Por tal motivo, este 24 de junio la institución destacó el papel fundamental de sus socorristas voluntarios.
«Gracias a cada socorrista que, con su uniforme, su botiquín y su corazón, salvan vidas, alivian el dolor y demuestran que la solidaridad no tiene fronteras», señalaron las autoridades.
«Inspirados en el espíritu de Henry Dunant y el recuerdo de la Batalla de Solferino, honramos a quienes hacen posible que la ayuda humanitaria llegue a donde más se necesita», concluyeron.
La Batalla de Solferino
La conmemoración del Día Internacional del Socorrista tiene sus raíces en la Batalla de Solferino, ocurrida el 25 de junio de 1859, en el norte de Italia. En aquella jornada, cerca de 40,000 personas murieron o resultaron heridas tras el enfrentamiento entre el ejército austríaco, liderado por el emperador Francisco José I, y las fuerzas aliadas de Napoleón III de Francia y Víctor Manuel II del Reino de Cerdeña.
El suizo Henry Dunant, testigo del desastre, organizó a los habitantes locales para socorrer a los heridos sin distinción de bando. Su experiencia quedó plasmada en el libro «Recuerdos de Solferino», texto que inspiró la creación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), fundado el 14 de febrero de 1863.
Hoy, a más de 160 años de la hazaña de Henry Dunant, su legado sigue vivo en la labor de millones de voluntarios en todo el mundo que, como los socorristas de la Cruz Roja Salvadoreña mantienen vigente uno de los principios fundamentales del movimiento: la humanidad.
