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Crimen organizado, su incidencia política

JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO

Tomás Sevilla Royo es un criminólogo español, su libro “El Crimen Organizado” inicia haciendo la diferencia entre Terrorismo y Crimen Organizado1. Enuncia que ambos tienen estructuras delictivas similares, pero el Terrorismo se distancia del Crimen Organizado en los fines que persigue y en los daños victimológicos que produce. El Crimen Organizado busca beneficio económico como único fin.

Asegura que el Crimen Organizado es una “empresa” jerarquizada que genera múltiples beneficios. Es un negocio muy rentable: posee del cero punto seis al uno punto cinco billones de dólares en paraísos fiscales. A través del blanqueo logra obtener entre el 2 % y el 5 % del producto interno bruto mundial. Ostenta el tráfico del 8 % al 10 % del comercio de la droga a nivel mundial. El 20 % del comercio mundial es producto de la delincuencia global.

Sevilla Royo confiesa que es difícil determinar que constituye Crimen Organizado. Aun así presenta la configuración teórica del Estado de California (Estados Unidos): dos o más personas con propósito continuado de ofertar bienes y servicios ilegales a través de delitos de depredación. Clasificándolo en cinco categorías: Mafia, ejecutan actividades criminales organizadas. Operaciones viciosas, ofrecen bienes y servicios ilegales. Bandas de asaltantes, quienes se enlazan con vendedores de artículos robados. Pandillas, llevan a cabo acciones negativas o ilícitas y terroristas, sostienen una forma violenta de lucha política.

El Crimen Organizado por medio de la corrupción y la violencia compra inmunidad, dirige las agencias de seguridad contra la competencia y elimina competidores. Va desde organizaciones criminales altamente jerarquizadas, hasta organizaciones delincuenciales con relaciones laxas más o menos temporales, entre los mundos legales e ilegales. El Crimen Organizado es un ente análogo al Gobierno: impone sus propias normas en un territorio, recauda impuestos mediante extorsiones y monopoliza el uso de la fuerza coactiva. Utilizan la violencia de manera sistemática contra aquellos que tratan de desafiarlos, contra los que rompen la disciplina de la organización y contra quienes dan pruebas a la policía o a los tribunales. Monopolizan actividades como la prostitución, la extorsión y el tráfico de drogas.

Las relaciones entre el mundo criminal y el ámbito legal son muy fluidas mediante actividades y negocios prescritos. Un miembro del Crimen Organizado puede ser un típico empresario, que actúa en el mundo de la ilegalidad hasta que sus ganancias son superiores a la de sus homónimos legales. Sevilla Royo muestra cinco modelos de grupos criminales: El Modelo Iglesia, grupo de crimen organizado que domina un determinado mercado o territorio con una estructura central de mando. El Modelo Trust, donde la estructura operativa funciona con una distribución de la propiedad descentralizada. El Modelo de Asociación de Comercio, en el cual los dirigentes de cada grupo se encuentran periódicamente para cooperar en factores estratégicos y proyectos conjuntos. Y el Modelo de Fraternidad en el que las pautas de comportamiento son similares, ya que conforman una socialización común. Los grupos criminales pasan por tres etapas: el grupo reducido enraizado en una zona a través de una violencia defensiva, etapa predatoria, pasa a la etapa parasita por la interacción corruptora en sectores legítimos de poder y finalmente a la etapa simbiótica, donde sectores políticos y económicos legítimos dependen de los monopolios y redes del crimen organizado.

El Crimen Organizado puede incidir en la cultura política de un determinado país, distorsionando las líneas que separan lo legal de lo ilegal. Puede utilizar recursos económicos en tareas de inversión social en las que las actuaciones del Estado han sido deficitarias o nulas y construir vínculos de lealtad. Asimismo, vulnerar la voluntad popular expresada en elecciones democráticas, al utilizar la violencia contra representantes opuestos a intereses delictivos o bien, manipular la información de medios de masas afines o controlados. Su poder económico tarde o temprano se traduce en autoridad política y puede llevar a subordinar a partidos políticos.

POLÍTICOS Y PANDILLAS

En el 2002 se presentó al público la película “Pandillas de Nueva York” dirigida por Martin Scorsese, la cual es ambientada en la segunda mitad del siglo XIX2. Dentro de ella William Magear Tweed, conocido como “Boss” Tweed, dirige la maquinaria política del partido demócrata de Estados Unidos en la Ciudad de Nueva York (Tammany Hall). “Boss” Tweed es un político corrupto con un imperio semicriminal a lo largo del bajo Manhattan. Negocia con pandillas rivales, los “Nativos” liderados por Bill “The Butcher” Cutting y los “Conejos Muertos” liderados por Amsterdam Vallon, para obligar a la gente a votar por los políticos apoyados por Tammany Hall. “Boss” Tweed hace ganar a Monk Mcginn la candidatura de alguacil con el apoyo de Amsterdam y el voto de los irlandeses, así acabar con la influencia de Bill “The Butcher”.

El salvadoreño Carlos Martínez, periodista de la Sala Negra del periódico digital El Faro, la Sala Negra es un proyecto permanente de cobertura periodística de la violencia en Centroamérica, en su artículo, “¿Quién enseñó política a las maras?”, cuenta que en el 2003 Alianza Republicana Nacionalista venía de una vapuleada electoral y necesitaba cambiar el tema de discusión3. “El Plan Mano Dura” buscaba disimular los fracasos de un presidente y remontar el descalabro electoral. Francisco Flores convirtió a las pandillas en el problema medular de la seguridad pública. Elías Antonio Saca lanzó su propio plan contra las pandillas: El plan “Súper Mano Dura”, con la misma estrategia de usar a las “maras” como combustible político. Pero entre el 2003 y el 2006 las cárceles juntaron a los pandilleros de todo el país, la cúpula carcelaria creó mecanismos para controlar la vida de los pandilleros en libertad. Crearon estructuras internas, crearon jerarquías y perfeccionaron los mecanismos para obtener y administrar dinero.

En el periodo de Mauricio Funes, El Salvador alcanzó la tasa de setenta y un homicidios por cada 100,000 habitantes. La Ley Antimaras fue anunciada como la némesis de las pandillas. Estas negociaron entre sí y se pusieron de acuerdo, a la vez que pidieron negociar con el Gobierno. En el 2012 hubo una negociación entre el Gobierno y las pandillas. Los homicidios se redujeron a una tasa de 39.4 homicidios por cada 100,000 habitantes. El experimento duro quince meses.

Martínez asevera que los partidos políticos tomaron nota que las pandillas producían un gran lastre electoral. Asevera que en el 2014, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional organizó pláticas con las pandillas. Asimismo ARENA los convocó a su propia reunión secreta. Ambos ansiaban su ayuda para ganar las elecciones. El gobierno de Salvador Sánchez Cerén implementó “Las Medidas Extraordinarias”, su versión del Plan Mano Dura.

En el artículo periodístico “Nayib Bukele también pactó con pandillas”, Martínez sostiene  que es imposible gobernar una capital que ya es gobernada sin tener trato con los poderes fácticos. San Salvador es una ciudad donde cada plaza es reclamada por un poder paralelo al Estado. Dice que siendo candidato a la Alcaldía, en febrero de 2015, Nayib Bukele estableció diversos compromisos con las pandillas, quienes le autorizaron su presencia en la Colonia IVU y en las Comunidades Quiñónez, FENADESAL y El Coro. Y ya como Gobierno Municipal, le posibilitaron intervenir las principales plazas y cuadras del centro histórico de la capital.

El artista rapero Carlos Marroquín, conocido como Slipt,  fue el interlocutor entre el gobierno municipal de Bukele y las pandillas. La Unidad de Intervención Comunitaria fue rebautizada Unidad de Reconstrucción del Tejido Social, su objetivo era prevenir que se desataran incendios entre la municipalidad y las pandillas. Martínez cita que algunas concesiones de la alcaldía fueron espacios para la venta callejera en eventos públicos, contratar a pandilleros como vigilantes en las ferias de agosto, asignar puestos en el Mercado Cuscatlán y entregar dinero en efectivo.

LA REDUCCIÓN DE HOMICIDIOS IMPLICA CIERTO DIÁLOGO

La periodista salvadoreña Karla Arévalo en “Los homicidios bajaron más en los municipios sin plan Control Territorial” afirma, que en los veintidós municipios en que se ha implementado el plan Control Territorial, en el 2018 hubo 401 homicidios y en el 2019, 262 homicidios en los periodos del 1 de junio al 30 de septiembre5. Es decir, los homicidios disminuyeron un 35 %.

En el 2018 hubo 666 homicidios y en el 2019, 401 homicidios, en los municipios fuera del plan Control Territorial en los periodos señalados. Es decir, los homicidios disminuyeron un 40 %.

Para el doctor en econometría Carlos Carcach, la reducción de homicidios es efecto de otras acciones distintas al Plan. Knut Walter, doctor en historia considera raro que en municipios donde no hay plan la reducción de homicidios sea mayor.

Para el director de investigación del Centro Latinoamericano y del Caribe, de la Universidad Internacional de la Florida, José Miguel Cruz, el plan Control Territorial es una nueva forma de “manodurismo”. En el artículo de la periodista boliviana Natalia Oelsner, “¿Por qué se ha reducido el número de homicidios en El Salvador desde el gobierno de Nayib Bukele?”, asiente que las medidas implementadas son efectivas a corto plazo, pero no resuelven la raíz del problema6.

Los abusos de las fuerzas de seguridad estigmatizan a una parte de la población, ya que la “violencia legal” se basa en “el aspecto” de las personas, estos puede abrir un “ciclo de reproducción de violencia” por la respuesta que las maras consigan proporcionar. Cruz informa que el Gobierno separó los números de homicidios: la cifra de muertes violentas de los que mueren en tiroteo con policías y militares. Esto podría explicar en parte la reducción de la violencia homicida.

Pero por el control que tienen las pandillas en el territorio salvadoreño, no cabe duda que “cualquier reducción de homicidios implica cierto tipo de diálogo con las pandillas”. Es difícil pensar que esta ocurra sin una especie de diálogo o acuerdo con algunos grupos pandilleros.   

1. Sevilla, Tomás. El Crimen Organizado. En: academia.edu/5623306/CRIMEN_ORGANIZADO

2. Pandillas de Nueva York. En: https://www.ecured.cu/Pandillas_de_Nueva_York

3. Martínez, Carlos. ¿Quién enseño política a las maras? En: https://elfaro.net/es/201808/el_salvador/22358/quien-ense-o-politica-a-las-maras.htm

4. Martínez, Carlos. Nayib Bukele también pactó con pandillas. En https://elfaro.net/es/201806/el_salvador/22148/Nayib-Bukele-también-pactó-con-pandillas.htm

5. Arévalo, Karla. Los homicidios bajaron más en los municipios sin Plan Control Territorial. En: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/los-homicidios-bajaron-mas-en-los-municipios-sin-plan-control-territorial/658828/2019/

6. Oelsner, Natalia. ¿Por qué se ha reducido el número de homicidios en El Salvador desde el Gobierno de Nayib Bukele? En: https//es.euronews.com/2019/08/07/por-que-se-ha-reducido-el-numero-de-homicidios-en-el-salvador-desde-el-gobierno-de-nayib

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