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Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
El cardenal Gregorio Rosa Chávez reiteró este miércoles el llamado de la Iglesia Católica a fin de derogar el régimen de excepción en El Salvador, el cual ha sido el instrumento para violentar los derechos humanos de miles de salvadoreños que nada tienen que ver con pandillas.
El líder religioso sostuvo que “aunque en otro momento fue necesario para frenar la violencia y se consideró exitoso por sus resultados, ha pasado el tiempo y consideramos que ya no es necesario ahora», dijo Rosa Chávez en declaraciones a la prensa este miércoles.
El régimen de excepción inició en marzo de 2022, luego de un repunte de homicidios que dejó como saldo a más de 80 salvadoreños a manos de las pandillas. Desde entonces se ha prorrogado en 40 ocasiones sin consultarle a la población si se debe seguir con esta medida que ha suspendido derechos fundamentales, como el de la libertad de asociación, la defensa técnica, la inviolabilidad de las comunicaciones y se amplía el periodo de detención administrativa a 15 días.
Bajo esa medida se han violentado los derechos humanos de miles de personas que nada tienen que ver con pandillas. Se han detenido a personas tras llamadas anónimas o por llenar una cuota según información revelada por agentes policiales.
Con el régimen, la población teme expresarse abiertamente debido a que a los críticos del Gobierno los capturan y se fabrican casos, al menos así se ha interpretado en las últimas semanas.
“Se trata de permitir al pueblo ejercer su libertad sin presión alguna, el pueblo no puede continuar haciendo el bien, actuando bien y obedeciendo a las leyes por temor a las consecuencias del régimen de excepción. Es necesario que el pueblo opte por el bien, porque es bueno para él, tanto como para su familia, su sociedad y la nación. Hacer el bien sin miedo; por miedo es coerción y hacerlo por coerción es represión”, dijo Rosa Chávez citando una carta de la Conferencia Episcopal de El Salvador.
En ese sentido, pidió que el régimen de excepción termine “cuanto antes” para que “la gente pueda expresarse libremente buscando el bien”.
El líder religioso también se refirió a las personas detenidas de forma injusta bajo el régimen de excepción, por las cuales pidió su liberación, incluyendo a los defensores de derechos humanos. «La dignidad humana no se puede negociar, es infinita» decía el papa Francisco. Y aquí se está aplastando esa dignidad, y hay que decirlo con claridad y con espíritu de buscar soluciones», concluyó.
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