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Marvin Pineda, agroecólogo de ADES Santa Marta, enseña a los habitantes de la comunidad El Matazano a sembrar hortalizas en sus huertos orgánicos, sin ningún agroquímicos. Foto Diario Co Latino/Cortesía.

ADES Santa Marta prepara a comunidades en huertos orgánicos

Redacción Nacionales

@DiarioCoLatino

“Estoy aquí sembrando cebollines, rábanos, cilantro, pepino y melón, a mí parecer esto es muy bueno, porque es una nueva experiencia”, afirmó Mariela Navarro, habitante del cantón El Matazano, departamento de Cabañas. Son los huertos caseros, que se desarrollan con el paradigma de la agroecología para construir su seguridad alimentaria.

“Yo no sabía cómo se sembraba todos estos cultivos, y a mí me beneficiará porque me gusta esto de realizar cultivos y con mi hijo vamos aprendiendo. Y nos puede servir a futuro  para sacar para nosotros y para vender, y así  apoyar a la familia”, añadió Navarro.

La agroecología en un concepto general, se trata de un modelo de diseño y gestión de sistemas de producción agrícola, recolección, pesca, elaboración, comercialización económicamente viables, socialmente justas y ambientalmente sostenibles, y con mayor resilencia socio-ecológica.

Este proyecto lo realizan con personal técnico de la Asociación de Desarrollo Económico Social (ADES Santa Marta), con el cual busca preparar a la población de las comunidades en el paradigma de la agroecología para construir su seguridad alimentaria.

Mariela señaló que cuando iba a la escuela, en los grados de primaria, participó de los “huertos escolares”, pero no había mayor interacción sobre los procesos y preparación de insumos, además de espacios pequeños.

“Allí sólo nos mandaban y no sabíamos más,  porque no nos  habían dado esta idea de ordenar los cultivos o como deben ser cuidados y se vean  mejor porque nos han enseñado a hacer eras (espacio de terreno limpio y firme) y así el agua no se lleva la tierra ni las semillas”, compartió.

“También, considero positivo para la familia y para el mundo entero este tipo de práctica de la agroecología. Porque allí no estamos contaminando ni agua, ni suelo ni el aire,  porque con los venenos químicos se contamina todo y arruinamos la tierra”, expresó Navarro.

Formación en seguridad alimentaria con semillas criollas

Marvin Pineda, agroecólogo de ADES-Santa Marta, explicó que por medio del  proyecto FOCAD (Programa Formación Continuada), se encuentran acompañando a 15 familias del cantón El Matazano y otras 15 familias en el cantón Los Hernández, en el cual están desarrollando el establecimiento de huertos orgánicos.

“Estamos enseñándoles a las familias a crear sus propios abonos, insumos, repelentes, foliares y herbicidas. Y también cómo cultivar semillas criollas, como ahora en que estamos en la etapa de sembrar cebollines, pepino, rábanos y cilantro”, dijo.

“A estos  proyectos les estamos dando importancia para que las familias reproduzcan sus propias semillas ¿Por qué?, porque esto le dará a la familia sostenibilidad, es decir, que cuando  este proyecto termine después de 1 ó 2 años, estos sigan este proceso sabiendo cultivar orgánicamente”, agregó Pineda.

En cuanto a conservar las semillas criollas, el agrónomo agregó que hay que aprender a conservarlas para cosechas posteriores. También, aprenderán del “intercambio”, una relación social comunitaria que les permitirá contar siempre con estas hortalizas en su dieta diaria.

“Este intercambio de semillas es como si aquella familia tiene semillas de pipián, la otra puede tener semillas de ayote o pepino,  entonces, entre ellas, hagan sus propios intercambios para seguir cosechando por el bien común”, sostuvo Pineda.

Cultivar sin agrotóxicos, prioridad de la agroecología

Para Marvin Pineda el reto de la agroecología es lograr una producción aplicando técnicas sencillas para mantener la fertilidad del suelo y la diversidad biológica, que permita a su vez la protección de los  cultivos de plagas o maleza. Frente al uso de agroquímicos que pueden destruir la fauna, flora y procesos biológicos que dan fertilidad a la tierra.

“Cultivar con agrotóxicos cualquiera puede hacerlo y es lo que las familias han aprendido y han inculcado con la -revolución verde- ( el incremento de la producción agrícola/1940-1970), pero, nosotros estamos aquí, trabajando para que estas familias vayan dejando paulatinamente estas prácticas y vayamos poco a poco aprendiendo a cultivar con lo que tienen en la parcela”, explicó.

“Les enseñamos que pueden utilizar el  estiércol de ganado o con afrecho de los  zompopos, también haciendo bambucina con bambú que hay en la comunidad. También pueden preparar el abono con el estiércol de cabra o  de caballo, sin nada químico”, indicó.

Ley de Soberanía Alimentaria es urgente

En cuanto a una Ley de Soberanía Alimentaria, Pineda señaló que ante la situación climática y otros componentes como la vulnerabilidad social y económica de  las familias rurales, era evidente la urgencia de una normativa que diera protección a los pequeños agricultores.

“Una Ley de Soberanía Alimentaria, es realmente lo que nos hace falta en el país, porque no hay apoyo directo a los agricultores y si hay (paquetes agrícolas) es para envenenarlos prácticamente porque aquél agricultor consuma que utiliza estos fertilizantes, pesticidas, insecticidas y herbicidas químicos empobrece al suelo”, señaló.

“Posiblemente los fertilizantes tengan un costo más elevado este año, ya sea por las guerras o la situación climática, habrá agricultores que no tenga los recursos económicos necesarios y posiblemente no cultive. Nosotros, con este proyecto buscamos que la familia cultive, que produzca sus propias semillas y que su producción le de autoconsumo y de tener un excedente puede vender o intercambiar con las otras familias”, manifestó Pineda.

En cuanto al proyecto de huertos orgánicos, el técnico de ADES- Santa Marta,

acotó que iniciaron en enero del presente año, y que con seis meses de trabajo esperan obtener los primeros resultados de los cultivos de hortalizas orgánicas.

“Ahora con las lluvias estamos dando inicio a que las familias reproduzcan sus semillas, ya hemos sembrado con ellos  pepino, o sea,  dentro de 35 ó 40 días ya tendremos su cosecha. Hemos sembrado también rábano y será dentro de 22 ó 25 días que ya los tendremos y el cilantro dentro de 35 ó 40 días, todas estas familias tendrán ya su primera cosecha orgánica”, puntualizó Pineda.

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