El Arzobispado de San Salvador inicia la Novena al Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero en Catedral Metropolitana. Este año una representación de la Iglesia Católica y el gobierno visitarán al Papa Francisco en Roma, Italia, para solicitar la canonización de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, que lo convertiría en el primer Santo de El Salvador. Foto Diario Co Latino/Archivo.

A Rutilio y Romero

 

^Ramón Meléndez Quinteros

MONSEÑOR DEL PUEBLO

En beato a Oscar Romero

La iglesia ya ha convertido

Pero en el alma del pueblo

Un altar siempre ha tenido.

Monseñor en nuestra historia

Es mártir del perseguido

Y sin tanta ceremonia,

El consuelo del sufrido.

Hipócritas detractores

Hoy le rinden homenajes,

Llenan su tumba de flores

Y lo pintan en paisajes.

Hoy quieren hacerlo suyo

Los dueños de la riqueza,

Cuando él siempre denunció

Desigualdad y pobreza.

Oscar Arnulfo es del pueblo,

Por siempre será su voz;

Su palabra sigue viva

Contra la injusticia atroz.

No lo atavíen con lujo,

Monseñor es humildad,

Ha sembrado en los sencillos

Su ejemplo de caridad.

Desde marzo del ochenta

San Romero es nuestro Santo

Cuando al derramar su sangre

Cubrió al pueblo con su manto.

Una bala ¡qué ironía!

Le dio la inmortalidad

Y con su última homilía

Se escribió su santidad.

Su palabra sigue viva

El oprobio denunciando

Y su mano compasiva

Sigue al pueblo pastoreando.

¡Viva siempre nuestro mártir

Romero de El salvador!

¡ En mil pechos tiene altares

Nuestro amado Monseñor!

Mayo/20/2015

 

RUTILIO GRANDE

Allá en el setenta y siete

fue muerto Rutilio Grande,

la guardia lo asesinó

con cobardía flagrante

un muchacho y un anciano

eran sus acompañantes

hoy tres cruces nos recuerdan

el legado de su sangre

que por siempre vivirá

en El Paisnal y Aguilares.

De la iglesia un sacerdote

de los humildes un mártir

que mostró en el evangelio

un mensaje de igualdad

y defendió al campesino

esgrimiendo la verdad.

El fue guía y confesor

del amado monseñor

quien también un mes de marzo

el cruel martirio sufrió.

Cuarenta años se fueron

pero su llama siempre arde

pues fue antorcha de justicia

el Padre Rutilio Grande.

marzo/12/2017

 

 

 

^José Antonio Calderón

 

MONSEÑOR 

ROMERO

Veinticuatro de Marzo,

Las campanas temblaron magnas ,

Derramando llantos de tormento,

por la muerte de Nuestro Hermano Romero.

Fue su mayor pecado,

amar a su pueblo pobre,

alumbrar caminos de paz,

sacando su humilde rebaño de la oscuridad.

Veinticuatro de Marzo ,

de mil novecientos ochenta,

verdugos derechizados,

pagados a tiempo pleno…

Bestias desalmadas,

la voz le apagaron,

con saña de barbarie,

como animales salvajes.

Segaron la voz de los sin voz,

de aquel humilde pastor,

cosiendo a fuerza de plomo y metralla

el pecho indefenso de Nuestro Monseñor.

El pueblo y Creador lo saben,

los que le crucificaron,

arden en el Hades

Nuestro amado pastor

está en el paraíso celeste,

abrazado por Nuestro Creador,

siendo, nuestro gran consuelo.

También es beatificado,

como Santo Pastor,

siendo el más amado,

enviado por Dios divino Salvador.

RUTILIO 

GRANDE

Era la tarde el dolor,

que corría por el poniente negando ocultarse,

y el pueblo de El Paisnal lloraba sin contención,

por la muerte ingrata de nuestro amado pastor.

Un doce de marzo fue,

de mil novecientos setenta y siete.

Escuadrones de muerte nutrida con hiel,

asesinan ferozmente a nuestro hijo de Dios.

Con una ráfaga de plomo fue bañado Rutilio,

huyendo veloz de sus miembros la vida,

cual águilas en vuelo al cielo,

donde mora eterna su vida.

Iglesia y pueblo clama justicia,

por el tormento de sangre derramado,

hecho funesto no aclarado,

por mísera y vana injusticia.

Ver también

«Esperanza». Fotografía: Rob Escobar. Portada Suplemento TresMil