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Por Elder Gómez
San Salvador
No, no ha sido la primera vez en la historia de la humanidad, que líderes supuestamente espirituales y cristianos, se han visto involucrados en grandes escándalos sexuales, y hasta en asesinatos.
Basta traer a la memoria el suicidio o asesinato colectivo de más de 900 personas que seguían ciegamente al pastor de la secta, El Templo del Pueblo, Jim Jones, en 1978, en Guyana, en el cuerno derecho de suramérica.
O los asesinatos de seis personas a manos de Charles Manson, un guía espiritual de una siniestra secta en Los Ángeles, incluido el de la artista, Sharon Tate, en 1969.
La tragedia de Waco, Texas, donde el líder espiritual de una secta, David Korech, indujo a la muerte a unas 72 personas, en 1993, al hacerlas enfrentar con autoridades estadounidenses, porque era «el fin del mundo».
O el más reciente escándalo sexual por el que fue enviado a prisión por más de 16 años, el líder de la iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, hallado culpable de haber abusado sexualmente de menores.
JIM JONES
Jones creo en Guyana, en1975, JonesTown, una comunidad en alguna medida autosuficiente con casi un millar de adeptos que creyeron en la doctrina igualitaria del pastor Jim Jones.
Pero más allá de la doctrina de igualdad que el Templo del Pueblo había abanderado, los rumores de relaciones sexuales de Jones con los miembros de la comunidad -mujeres, hombres, niños y niñas-, habían saltado los muros selváticos que rodeaban JonesTown.
En ese contexto, un Senador estadounidense, Leo Ryan, llegó a JonesTown, junto con tres periodistas, el 18 de noviembre de 1978, e intentó convencer a los fieles seguidores de Jones de que abandonaran el refugio selvático.
Algunos fieles de Jim Jones fingieron acompañar al Senador, pero en el camino, lo mataron a tiros, junto a los tres periodistas que lo acompañaban.
Ese mismo día, Jones convocó a los fieles a congregarse, vestidos con túnicas blancas.
«Hemos obtenido todo lo que hemos querido de este mundo. Hemos tenido una buena vida y hemos sido amados», dijo Jones, poco antes de dar cianuro a los cientos de sus seguidores.
Los bebés fueron arrebatados de los brazos de sus madres para asesinarlos envenenados.
Jones no murió envenenado, él se disparó con una escopeta, según las investigaciones realizadas por el FBI.
CHARLES MANSON
En una serie de rituales, Charles Manson, acabó con la vida de seis personas, incluida la de la actriz, Sharon Tate, que tenía en el momento de su muerte, 8 meses de embarazo.
La masacre fue cometida por Manson en Los Ángeles, en una espiral de violencia que se prolongó durante dos noches, en agosto de 1969.
LA TRAGEDIA DE WACO, TEXAS
David Korech fue el responsable de que al menos 72 personas murieran, unas, al enfrentarse con el ejército estadounidense, o quemadas en el Interior de un rancho, en Waco, Texas.
El 19 de abril de 1993, y tras 51 días de asedio policial y militar, David Korech y sus seguidores se liaron a balazos con las autoridades desde un rancho en el que se habían parapetado, con un arsenal en su interior.
En el enfrentamiento con la secta de los «davidianos», murieron también 4 agentes policiales.
Al igual que los otros pastores de sectas, Korech había lavado el cerebro a sus seguidores de que lo que estaban viviendo, era «el fin del mundo».
EL CASO DE LA LUZ DEL MUNDO
Habían sido recurrentes las denuncias de abusos sexuales a menores o mujeres -y hombres-, en la iglesia de origen mexicano, La Luz del Mundo, pero ninguna de las quejas había prosperado en ese país.
En 1997, el padre del ahora convicto de abuso sexual de menores, Samuel, había sido denunciado en México por los mismos delitos por lo que fue condenado este año, en Estados Unidos, su hijo, Naasón Joaquín García, a más de 16 años de cárcel.
Solo que al padre de Naasón Joaquín García, hubo hombres que lo acusaron de haberlos violado cuando eran niños, según declaraciones de las víctimas a cadenas internacionales de noticias.
García solo aceptó haber abusado sexualmente de tres niñas, por un acuerdo con la Fiscalía californiana, para evitar ir a cadena perpetua. Las 16 víctimas restantes, no tuvieron oportunidad de que sus quejas sirvieran para refundir en la cárcel al líder religioso.
