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París/dpa
La cara del entrenador Chris Coleman habla por sí sola en las ruedas de prensa cuando algún periodista hace la pregunta inevitable: ¿Qué significa para Gales tener a un jugador como Gareth Bale?
Coleman sonríe, mira a su alrededor y responde con educación. El técnico lleva con buen humor que le hagan siempre la misma pregunta sobre la gran estrella de su selección.
“Sale en cada conferencia de prensa, pero, sí, Bale es una de las grandes estrellas del fútbol mundial. Para los galeses es un orgullo que juegue en nuestra selección”, indicó Coleman en el Parque de los Príncipes de París, donde su selección batió el sábado 1-0 a Irlanda del Norte para conseguir una clasificación histórica a los cuartos de final de la Eurocopa.
“Nos encanta Bale. El modo en que representa al país, su pasión, su entrega. Estamos muy orgullosos de él. Y cuando veo a todos mis jugadores veo que tenemos un buen equipo, un espíritu fantástico y el compromiso de trabajar bien. No sólo Gareth, sino todos los jugadores”.
El éxito de Gales no es sólo de Bale, pero sería imposible imaginarse a la selección del dragón entre las ocho mejores del continente sin un futbolista como el delantero del Real Madrid. Su influencia en el juego es total.
En el fútbol británico hay una expresión, “one-club men”, que se utiliza para describir a aquellos futbolistas que jugaron toda su carrera en un mismo club.
Después hay otra expresión similar, aunque menos conocida, “one-man team”, dedicada a los equipos que dependen de un solo hombre.
“Gales no será nunca un ‘one-man team’”, anticipó Bale en los días previos a la Eurocopa.
“Para nosotros es un tema de equipo. Juntos somos más fuertes. Atacamos como si fuéramos uno y defendemos como si fuéramos uno”, dijo.
Gales cuenta con otros jugadores muy importantes como Aaron Ramsey, Joe Allen o Ashley Williams, el capitán, pero el camino de la selección en la Eurocopa confirmó que Bale es el líder absoluto, el hombre al que se aferra el “dragón” para seguir soñando.
Marcó tres de los siete goles de su equipo y el sábado en París un centro suyo provocó el tanto de la victoria.
“Esto es simplemente increíble”, dijo Bale, de 26 años, antes de subirse al autobús de su equipo en el Parque de los Príncipes. “¿Qué puedo decir? No hay palabras para describir esto”.
Aunque ganó ya dos Ligas de Campeones, un Mundial de Clubes y una Copa del Rey con el Real Madrid, Bale posiblemente esté viviendo ahora los momentos más emocionantes de su carrera.
El viernes en Lille ante Bélgica tendrá la oportunidad de meter a Gales entre las cuatro mejores selecciones del continente.
“Esto es increíble. No tenemos ni idea de qué puede ocurrir en nuestro país, de qué impacto puede tener”, indicó Coleman.
