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La Marca País, un símbolo de El Salvador en imágenes y palabras que identifica a la nación ante el mundo, consolida la imagen de un pueblo que trabaja por salir adelante, crece económicamente y tiene éxitos en llevar a las familias seguridad y oportunidades para una vida mejor.
“Queremos presentar el lado positivo, el lado que llena de alegría, el lado que llena de esperanza, el lado que llena de optimismo, el lado que genera futuro, progreso y prosperidad a El Salvador”, explicó el Presidente Salvador Sánchez Cerén.
El gobernante y la primera dama, Margarita Villalta de Sánchez, dedicaron este sábado 20 de mayo el programa sabatino Casa Abierta, en la ex Residencia Presidencial, a un encuentro con los creadores de la Marca País y personalidades elegidas como sus embajadores.
“Estamos acá con personas emprendedoras, académicos, artistas que también tienen algo en común, que estamos poniendo a El Salvador en el centro de la promoción para atraer riqueza”, precisó el estadista.
“Cada uno de ustedes, con sus emprendimientos, con su talento, con su energía artística han generado a nivel nacional y a nivel internacional, una visión de lo que somos los salvadoreños, porque la riqueza más grande nuestra es la gente”, agregó.
“Marca País no es una marca de gobierno, es del país, del Estado, es una marca permanente, por eso su visión es de corto, mediano y largo plazos, porque al país hay que presentarlo siempre como un destino de oportunidades”, subrayó.
El presidente del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA), Sigfrido Reyes, explicó que con la Marca País se trata “de salir al mundo y decir: aquí está El Salvador, aquí están nuestras posibilidades, a contar una historia positiva”.
Reyes destacó que se trata de un tema sumamente novedoso, importante e incluyente, “una política nacional para promover a nuestro país bajo una estrategia que muchos países han probado que funciona, una estrategia positiva, una estrategia incluyente, integral”.
Es una estrategia compartida por empresarios, académicos, celebridades de la cultura, expertos de las comunicaciones, la moda y otras esferas de la vida nacional, porque como explicó Reyes, la Marca País es fruto de una amplia consulta nacional, no nació en un laboratorio.
El empresario Víctor Saca apuntó que “la Marca País tendría que haber salido desde hace tiempo” y indicó que con anterioridad los hicieron en Centroamérica Costa Rica y Honduras.
“La Marca País representa la esencia de nuestra gente y eso se lo puedo decir yo, con autoridad. Nuestra gente es lo más preciado que tenemos”, dijo.
Raquel Cañas, una joven exitosa modista y bloguera, también parte del grupo de embajadores de la Marca País invitados programa Casa Abierta, aseguró que se identifica muchísimo con este proyecto. “Siempre he sido de la idea de mostrar lo mejor de nuestro país ante el mundo”, dijo.
Teresa Palacio de Chávez, directora de la Escuela de Comunicación Mónica Herrera, precisó que hacerlo “es una responsabilidad de los salvadoreños. Tenemos un producto maravilloso en las manos”.
Otro empresario que se abrió espacios en los mercados de otros países con productos a partir del loroco y el jocote, José Miguel Zarceño, de la empresa La Quiruba, afirmó que la “Marca País es el impulso que nosotros como empresa necesitamos para poder impulsar nuestras marcas en el mundo”.
Este hombre de negocios subrayó que la Marca País “engrandece la unión, si trabajamos juntos, todo es posible y podríamos tener la capacidad de mostrar al mundo entero que El Salvador, siendo un país pequeño territorialmente, podemos ser tan grandes como nosotros nos lo propongamos”.
Es mostrar al mundo el rostro de la nación que llena de alegría, de esperanza y optimismo, “el lado que genera futuro, progreso y prosperidad a El Salvador” señalado por el Presidente Sánchez Cerén.
Esa visión es necesaria porque la prensa del país que representa a la derecha y el poder económico dedica millones de dólares, toneladas de papel, mucho tiempo de radio y televisión y paga talentosos comunicadores para hacer un irracional negocio con la muerte y el crimen.
Es el mensaje tenebroso que envían al mundo sobre su propio país, un permanente lado oscuro.
Frente a esa versión apocalíptica, la Marca País es esencialmente la marca de la vida.
