Por Ítalo López Vallecillo (Diario Latino sábado 13 de septiembre, 1969) -I- Séame permitido evocar la figura de Julio Enrique Ávila, poeta del dolor irreverente. Alto, delgado, nariz aguileña, ojos claros, pelo cano en la cabeza casi calva, frente ancha, labio inferior grueso, y abierto como si fuera de pronto a soltar una palabra. Pómulos visibles en la cara alargada …
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