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@JoakinSalazar
“No se crean lo que se lee en la prensa, se ve en televisión o se escucha en la radio”, dijo Monseñor Óscar Arnulfo Romero, en su homilía del 18 de febrero de 1979; palabras que fueron recordadas en la Misa en cripta de Catedral Metropolitana, por el párroco Mauricio Merino, miembro de la Diócesis de San Vicente.
El Sacerdote aseguró que como en los años 70´s y 80´s, El Salvador está viviendo un momento importante, en el que los medios de comunicación son fundamentales, dado que existe mucha parcialidad, por lo que es necesario que la feligresía esté atenta a esta situación.
“Hoy en los medios de comunicación encontramos enfoques parcializados, hay decisiones que toman funcionarios que nos afectan”, dijo el párroco.
No obstante, para el sacerdote, “lo triste es que nosotros (feligresía) no nos expresamos, no podemos permanecer callados ante tanta práctica injusta, tenemos que hacer presente las acciones tal como lo hizo Monseñor Romero; debemos seguir el ejemplo de Romero que denunció todo tipo de injusticias, durante estos días”.
Merino explicó que la Iglesia es una piedra viva; tal como la denominó Monseñor Romero, por lo que es importante retomar la palabra del Beato salvadoreño, y demostrar las características fundamentales de la iglesia, el servicio y la lucha por la paz.
El sacerdote de San Vicente recalcó que la paz entre hermanos salvadoreños inicia desde el deseo primordial de amor hacia el prójimo y que “Si tú pagas para escribir o hablar ofensas contra tu hermano, no eres cristiano; Servir a intereses mezquinos no eres cristianos, cuídense hermanos, no nos vendamos”.
“Pidamos al señor coraje para anunciar el evangelio y aguante para sobrellevar las dificultades y en que nos involucremos, son la vida de nuestro pueblo fiel y sintamos sus heridas, podremos mirar sin filtros clericales el rostro de Cristo y a su evangelio para rezar, pensar, discernir y dejarnos transformar”, agregó Merino.
Las palabras del Papa Francisco podemos verlas desde la figura de monseñor Romero, un pastor que no tuvo miedo de identificarse con su pueblo, de estar en medio de su pueblo, de acompañar caminando junto a su pueblo, de ser la voz de su pueblo y devolver el abogado el defensor de este pueblo fiel; hoy nosotros necesitamos esos pastores, ustedes oren para que todos los sacerdotes diáconos, presbíteros y obispos seamos este tipo de pastores, recalcó Merino.
