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Mujeres comunitarias, pieza clave en la defensa del medio ambiente

Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino

Las luchas ambientales de las mujeres organizadas en las comunidades han sido pieza clave en la defensa de la naturaleza, afirmaron Nely Rivera de AMAES, Sara García, del Colectivo Kawoq/Movimiento Ecofeminsta, y Vitctoria Chávez, de la Asociación Nayarit Mujeeres y Juventudes, quienes abordaron la preponderancia de la mujer en la resistencia social ante proyectos extractivistas.

“La defensa de la naturaleza y nuestos cuerpos como mujeres ambientalistas no ha sido fácil. Entrar en la defensa de los derechos de la naturaleza porque como siempre hemos sido invisibilizadas, marginadas. Y no nos cabe duda que en todo este movimiento ambientalista en donde las mujeres estamos presentes hemos avanzado en todo lugar defendiendo a la madre naturaleza”, señaló Nely Rivera, de Mujeres Ambientalistas de El Salvador (AMAES).

Esta participación activa y propositiva desde las organizaciones ecofeministas les ha permitido desempeñar una labor coordinada y relevante en la defensa de la naturaleza.

“Desde hace mucho tiempo hemos estado haciendo la labor de defensa, como los casos de Cerro Blanco, que está entre la frontera de Guatemala y El Salvador, que es uno de los temas en donde sólo nosotras como Mujeres Ambientalistas, estamos en la resistencia frente a este proyecto minero”, indicó.

“Hemos sido parte muy activa junto con las comunidades de Asunción Mita, en Guatemala y desde allí, juntos y juntas tuvimos el privilegio de organizar la consulta pública -que ganamos-, digo, porque fuimos parte de esa logística y logramos que con el 87% de votantes dijeron no a la minería”, recordó.

Otra lucha social en la que se encuentran es contra la contaminación del Lago de Coatepeque, en el departamento de Santa Ana. Para Rivera, a este cuerpo de agua, lo acecha la seria amenaza de la deposición de la basura en el lago, que contamina la zona y afecta a las comunidades que lo rodean.

“A Coatepeque llegan camiones recolectores de basura, no se sabe de dónde provienen y llegan a botar la basura y esto lo sabe la alcaldía municipal, el Ministerio de Medio Ambiente (MARN) y Funda Coatepeque, pero no les interesa la problemática. Y creemos que el papel de las mujeres en esta lucha será fundamental”, reafirmó.

“Nosotras (AMAES) , a donde llegamos le apostamos a la organización de las mujeres, no para cargarlas de más trabajo del que ya tienen, sino para que ellas vayan permeando a la comunidad en su totalidad y para que se unan como comunidad para defender estos derechos”, indicó Rivera.

La defensa del agua y el territorio también ha sido una lucha permanente, indicó Sara García, del Colectivo Kawoq y del Movimiento Ecofeminsta, quien expresó que “hablar de la naturaleza es hablar de la vida”, al expresar el trabajo social realizado en Valle de El Ángel, que no sólo involucra al municipio de Apopa, sino también a Nejapa, Quezaltepeque y San Juan Opico, que se constituye en toda la zona que rodea el volcán de San Salvador.

“Hablamos de la defensa del volcán de San Salvador, porque es el principal afectado y amenazado por los proyectos extractivistas que se siguen implementando en el territorio. Son más de 12 años de lucha y que como mujeres organizadas realizamos en el territorio en defensa del Valle de El Ángel”, expresó.

“Nos hemos dado también a la tarea de hablar desde los cuerpos de las mujeres, porque hablamos de todos esos impactos que ya tenemos. Nosotras no hablamos de impactos a futuro que tendríamos por los proyectos de las constructoras, en Valle de El Ángel, ya lo estamos viviendo”, aseguró García.

El cambio del “uso de suelos” es el principal impacto al medio ambiente, consideró García, al mencionar el deterioro que se está produciendo en Valle El Ángel, sumado a la entrega de permisos ambientales para este tipo de megaproyectos urbanísticos que captan y resguardan agua de forma natural.

“Desde que cambiaron el uso de los suelos para dar paso a las megaconstrucciones, recibimos el primer impacto y ahora continúa y es peor y abusivo. Desde que Valle El Ángel se mercantilizó por las grandes empresas en complicidad con el Estado, -y aclaro-, este gobierno no lo ha mercantilizado, pero si lo ha incrementado al dar los permisos para más megaproyectos en la zona”, argumentó.

Igualmente, defendió la lucha histórica que han tenido por la reserva de agua de la zona, al señalar que detractores al activismo ambiental las han señalado de no haber hecho nada años atrás con otros gobiernos, lo que rechazó y les recordó la resistencia social a la intención de permitir a MIDES, poner su planta de tratamiento cerca de la laguna Chacalapa.

“Les recuerdo que allí inició nuestra lucha, contra MIDES en Chacalapa, luego fue frente a Nejapa Power , o sea, nuestra lucha en el territorio ha estado permanentemente. No estamos para afectar al gobierno actual, estamos en defensa de nuestro territorio, medio ambiente y las mujeres”, agregó García.

Vitctoria Chávez, de la Asociación Nayarit Mujeeres y Juventudes, señaló desde la perspectiva de las mujeres indígenas y afrodescendientes, que las normas jurídicas que rigen la protección del medio ambiente del país, están ausentes en su aplicación lo que afecta directamente no sólo los territorios, sino los modos de vida de las comunidades que viven en la zona rural del país.

“Queremos hablar de la Convención 169, porque habla precisamente del uso de la consulta popular para proyectos en los territorios, y claro, esta acción no ha ocurrido nunca por lo menos en donde vivimos y por el contrario han dado permisos de manera abusiva destruyendo toda la naturaleza, por décadas”, acotó.

“No nos han convocado jamás en más de 50 años para edificar proyectos, ni gobiernos anteriores ni presentes y tampoco han hecho un esfuerzo por adoptar el Acuerdo de Escazú, que es muy importante en el tema ambiental por el tema de consulta de la población de estos megaproyectos y, por supuesto, la transparencia”, sostuvo Chávez.

En cuanto a la afectación de la “cadena hídrica”, Chávez añadió que como pueblos originarios y afrodescendientes, el abuso de las empresas con el recurso hídrico podría culminar en situaciones de escasez irreversibles que afectarían los asentamientos humanos.

“Están extrayendo de la cadena hídrica como Quezaltepeque, que tiene las mejores aguas a nivel nacional, allí tenemos la Toma de Quezaltepeque, agua limpia que también tiene aguas medicinales. El MARN ha certificado su potabilidad, pero están siendo depredadas”, denunció.

“Hay un desequilibrio ambiental -de seguir así- tendremos una crisis inmediata, hay gente que todavía piensa que el tema ambiental es a futuro, que ni sus hijos o nietos van a sufrirlo; pero se equivocan, ya estamos viendo este desequilibrio ambiental y podría ser irreversible”, indicó Chávez.

Sobre la defensa del Cerrito de Quezalte, Victoria Chávez, lideresa indígena, argumentó que han venido ejerciendo la resistencia social desde hace 18 años, como organización y también dando acompañamiento a otras comunidades con diversas problemáticas ambientales.

 

“La lucha ambiental no es de una organización o dos, es de toda la población, y como Nayarit sabemos que es imposible hacer algo solas. Las luchas no deben tener nombre y apellido, esta es una lucha de toda la población, en general, por su supervivencia, y tenemos que tomar conciencia de la problemática que la estamos viviendo no es a futuro. La lucha debe ser colectiva y ahora”, puntualizó Chávez.

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