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La planta potabilizadora Las Pavas, en el municipio de Tacachico, en La Libertad, forma parte del sistema hídrico del río Lempa, el cual es el encargado de abastecer de recurso hídrico a once municipios del gran San Salvador. Foto Diario Co Latino/René Estrada.

Larga vida o muerte lenta, la encrucijada del río Lempa

Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino

“La gobernanza ambiental en favor del río Lempa es el documento que sirve como punto de partida para que Guatemala, Honduras y El Salvador se pongan de acuerdo en corregir ocho problemáticas que afectan sus aguas, como la basura, tirar aguas negras, los agroquímicos, las aguas mieles de la industria del café y los metales pesados de la minería metálica”, explicó Héctor Aguirre, director ejecutivo de la Mancomunidad Trinacional Fronteriza Río Lempa, Guatemala, Honduras y El Salvador.

Aguirre se muestra entusiasmado por las firmas que estamparon en un documento reciente (noviembre pasado) funcionarios de alto nivel de Guatemala, Honduras y El Salvador, en el marco del  “Primer Diálogo de Autoridades Nacionales, Gobiernos Locales y Sector Privado”, donde se comprometen en la campaña “Rescatemos el Río Lempa”; “abrigo la gran esperanza de que la campaña se convierta, a corto plazo, en una realidad evidente”, expresó.

La cuenca del río Lempa tiene una amplia extensión territorial que abarca los 17,926 kilómetros cuadrados y se distribuye en un 55.1 % en El Salvador, un 30.6 % en  Honduras y solo un 14.3 % en Guatemala, afluente que nace en las montañas de Olopa, del vecino país, antes de emprender su recorrido de 422 kilómetros, bañando las fronteras de las tres naciones. El río Lempa es considerado en El Salvador como un recurso hídrico importantes que abastece a más de un millón habitantes del Área Metropolitana de San Salvador.

El río Lempa se considera como la “columna vertebral” hídrica del territorio nacional, que suma a otras actividades como la recreación, la generación de energía eléctrica, la producción agrícola, la pesca y el consumo doméstico; de allí la necesidad “urgente” para salvar su cuenca, una tarea para estos tres países, conocidos también como el Triángulo Norte.

“La mancomunidad generó este encuentro entre ministros de alto nivel y funcionarios porque estamos siempre pendientes del cambio climático, que es una relación directa con el río Lempa. Y estamos satisfechos de participar en la COP 25 (Madrid, España), para que los tres países presenten una propuesta compartida sobre el rescate del río Lempa, esto es un gran avance”, aseveró.

Sobre los usos del agua del río Lempa, Mario Sayes encargado de la planta de Las Pavas, habla sobre el consumo humano y su proceso en la planta potabilizadora, que cuenta con veinticinco años de estar operando y recibió una inversión reciente por más de 60 millones de dólares, para modernizar sus procesos. Situada en el municipio de San Pablo Tacachico, departamento de La Libertad, forma parte del sistema de abastecimiento de agua potable para el país. “Por razones de la planta y tratamiento del agua solo explotamos tres metros cúbicos por segundo por el momento, que es época seca; en época de lluvia llega solo a 1.5 o 2.4 metros cúbicos por segundo, en parte por el lodo y sedimento y tiene que cumplir estándares de potabilidad. La planta Las Pavas cubre una demanda de alrededor de 1 millón 500 mil habitantes; tal vez no al mismo tiempo, sino por horas o días, y de eso se encarga ANDA, que bombea el agua a los once municipios de San Salvador.

En cuanto a las fuentes de contaminación, Sayes explicó que varios afluentes en algunos lugares del recorrido, entre ellos el lago de Güija y el río Guajoyo enfrentan la descarga de aguas negras que no han recibido tratamiento alguno, en un recorrido de aproximadamente 60 kilómetros; en otros lugares están los agroquímicos, como afectan al río Sucio, que está en Tacachico, y a toda esta agua que llega a la planta de tratamiento de Las Pavas se aplica un proceso de limpieza para ser utilizada, así como la cantidad de agua que se recolecta.

“En el tiempo que llevo de estar trabajando aquí, solo dos veces he visto bajar considerablemente el nivel del río Lempa; no a cero, claro, pero el nivel de ese marzo a abril, que era época seca se vio disminuido (2016) y, según estudios que ha hecho el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN ), el nivel anda por unos 10 o 7 metros cúbicos por segundo y nosotros, si estamos de suerte, le extraemos al río 1.5 metros cúbicos por segundo, pero que no nos afecta porque tenemos suficiente agua todavía para extraerla en la época seca, ese fenómeno fue hace dos años”, señaló.

No obstante, reconoció que el río Lempa tiene disminuido el caudal y espera que las últimas acciones de la ANDA, de rehabilitar las plantas e intervenir al lago de Ilopango para llevarle agua a la población del sector populoso de Alta Vista y Santa Lucía en Ilopango, permita bajar la presión de dependencia a la planta Las Pavas.

“Nosotros como planta potabilizadora nos regimos a la norma salvadoreña sobre la potabilización de agua, parámetros de los que no podemos salirnos; en este momento, el agua que ingresa tiene cierta turbidez, pero el agua es tratada y desinfectada porque no podemos pasar de la norma y el estándar de la turbidez, que anda por 5, y es lo máximo que se exige que vaya el agua con turbidez, junto a otros parámetros físicos y químicos que el laboratorio central nos toma constantemente para monitorearnos. Creo que necesitamos una  normativa para el uso del agua, que se reforeste su cuenca, y la ANDA que mantenga control sobre contaminantes en el Lempa y el lago Güija, que es el principal contaminante del río”, afirmó Sayes.

La parte alta de la cuenca del río Lempa alberga a 33 municipios, entre los tres países, cuya red hídrica también es utilizada en la producción agrícola, y en especial la que se organiza en los regantes.

Ever Pineda, presidente de la Asociación de Regantes de Atiocoyo Norte, Chalatenango, relató que el  sistema de riego del cual dependen lo abastece el río Lempa, y como distrito agrícola han diversificado sus cultivos a la dieta alimenticia de la población salvadoreña. Con una extensión de 300 manzanas, estos cooperativos producen guayabas taiwanesas, mango, coco, aguacate, arroz, cultivo de la tilapia y ganado.

“El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) consideró que estos terrenos eran adecuados para producir, y teníamos al río Lempa cercano al distrito y ha dado resultado. A nivel de empleo generamos alrededor de 2,500 empleos directos, de los cuales el 60 % es fuerza de trabajo de jóvenes, con un 30 % de mujeres, lo que consideramos que impacta a nivel nacional.

Autoridades de El Salvador, Guatemala y Honduras sostuvieron un diálogo con autoridades de alto nivel nacional, locales y del sector privado, para realizar y sumar propuestas por el Rescate del Río Lempa. Foto Diario Co Latino/René Estrada.

Diariamente estamos produciendo 20,000 libras de guayaba, andamos alrededor de 20 quintales de tilapia y 80 mil quintales de arroz; antes apostábamos al monocultivo, pero decidimos dar el paso a la diversificación y comenzamos a trabajar de diferente manera”, indicó Pineda.

El volumen de agua utilizada es controlada, acotó Pineda, al describir que existe una programación para la distribución del agua al día, durante la semana -siendo 1,800 litros por segundo- que es bombeada por motores a las canaletas del distrito de riego en época seca, así como el cuido que demanda los cultivos de las tilapias, que dependen de agua de buena calidad para sobrevivir mientras crecen para su comercialización.

“Nos preocupa el cambio climático, el caudal del río Lempa, y es por eso que consideramos que hay que hacer acciones en favor del río. A nivel nacional nos vemos beneficiados y creo que es todo el país. Nosotros apoyamos los esfuerzos, somos una cooperativa y nos une el tema del agua, contamos con 250 socios que puede considerarse 2,000 familias que dependen de este sistema de riego.

Debemos unirnos para descontaminar el Lempa, hemos puesto la confianza al nuevo gobierno por el recurso hídrico del río Lempa, vivimos y procuramos la alimentación de miles de familias a nivel nacional, en un 20 % del abastecimiento de alimentos, siendo el segundo distrito más importante, después de Zapotitán”, aseguró.

La generación de energía eléctrica también forma parte de los usos del agua; a 99 kilómetros de San Salvador, en el cantón Belén Güijat, Metapán, Santa Ana, se encuentra la Central Hidroeléctrica de El Guajoyo, que utiliza como recurso hídrico al lago de Güija y al río Desagüe, obra de infraestructura inaugurada en 1963, que luego de una repotenciación genera anualmente 64.2 GWh (Gigavatio-hora).

Mauricio Herrera, superintendente de la Central del Guajoyo señala que el principio de todo el proceso de generación de energía se toma del lago de Güija, cuyos principales afluentes o tributarios son el río Angue y Ostúa, que se encuentran en la zona fronteriza; luego recorre toda la zona sur hasta al río Desagüe y, posteriormente, a la Central Hidroeléctrica y se incorpora al río Guajoyo, para culminar en el río Lempa.

El río Lempa recorre 422 kilómetros desde Guatemala hasta la desembocadura en el océano Pacífico, en El Salvador, y aporta al país un caudal de 11 mil 538.8 millones de metros cúbicos de agua, por flujos que se integran de países vecinos y las lluvias en el territorio nacional.

“La primera central hidroeléctrica para generar energía es Guajoyo, donde el agua turbinada se va a través del río a incorporarse al río Lempa y este sirve de entrada a Cerrón Grande; posteriormente pasa a la presa 5 de Noviembre y, al final, a la presa 15 de Septiembre; en la cadena o cascada encontramos  las cuatro centrales. Es un sistema de lagos, embalses y ríos donde cada uno tiene sus peculiaridades”, dijo.

Sobre la contaminación, Randy Merlos, químico y gestor de recursos hídricos de la Central Guajoyo reiteró sobre la vulnerabilidad de algunos de los ríos que abastecen a los cuerpos de agua en el país. “Hay ríos cerca de áreas urbanas que descargan sus aguas residuales sin ningún tipo de tratamiento; en el caso particular del lago de Güija, de donde se toma generación de energía eléctrica del lado de Guatemala el río Ostúa, por Asunción Mita y el río Angue por Esquipulas por la frontera al Norte de Anguiatú y río Cusmapa, que nace en la frontera entre Honduras y El Salvador, al oeste de lado de Güija, y que es de mayor caudal, cuando hacen sus recorridos cruzan las meloneras que utilizan agroquímicos, así como la actividad agropecuaria y esto afecta la calidad del agua y los suelos; por eso es importante rescatar estos recursos hídricos”, puntualizó.

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