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El Salvador en el bicentenario: entre la dictadura de la corrupción y los inicios de una dictadura sobre la constitución

Hugo Fajardo Cuéllar

Este 15 de septiembre del 2021, El Salvador asiste al bicentenario, o sea a los 200 años de su independencia respecto de la corona de España, la cual se llevó acabo en el año 1821. En tal sentido se plantean algunas reflexiones sociológicas de la actual transición salvadoreña en el marco de dicho bicentenario.

     El primero de mayo del 2021, el sistema democrático de El Salvador, experimentó una ruptura drástica, al estilo de las dictaduras militares de los años 80,con la única diferencia que ahora no fue necesaria la intervención militar, sino que se realizó con la instalación de la nueva Asamblea legislativa con mayoría absoluta de los diputados del partido oficial Nuevas Ideas, los cuales en la primer sesión plenaria de ese  mismo día, aprueban con dispensa de trámite y sin respetar el debido proceso establecido por la constitución de la república, la destitución de  los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y al Fiscal general de la República(FGR).

     Este acontecimiento constituye a todas luces una especie de golpe de Estado anunciado, desde antes de las elecciones para alcaldes y diputados del 28 febrero del 2021, puesto que las fuertes tensiones entre el órgano ejecutivo, el legislativo y el judicial, en torno al manejo de la pandemia del Covid-19 por el presidente de la República, generaron un clima de ataques entre dichos órganos, y una fuerte y millonaria propaganda de desprestigio odio y discriminación contra toda clase de oposición política e  ideológica al gobierno de turno, a tal grado que desde el gobierno central se institucionalizó y se internalizó en la mentalidad de las masas un discurso de todos contra los “mismo de siempre”, o sea los responsables de la corrupción que ha padecido y sigue padeciendo nuestro país.

     Dentro de ese contexto, la tesis que se presenta en este artículo, es que: “con la instalación de la nueva Asamblea legislativa, El Salvador se encuentra en una nueva etapa de su transición democrática marcada por una ruta de entre la dictadura de la corrupción y los  inicios de una nueva dictadura sobre la constitución´´, en donde se dice atacar sin tregua a la vieja dictadura de la corrupción realizada por los partidos tradicionales, mediante una nueva dictadura sobre la constitución, fundada en la falsa idea, de que el pueblo dio un mandato a la bancada oficialista, para hacer lo que se les venga en gana, aún pasando por encima de la misma constitución de la república.

¿Porque hablar de una dictadura de la corrupción?

     La corrupción, es un mal o virus político que afecta a El Salvador desde hace muchos años atrás. Un mal que se llegó a institucionalizar no solo a nivel de las instituciones del Estado sino también en las instituciones privadas, pero que se perpetuó sobre todo en las esferas del Estado a través de las diferentes formas de corromper la administración de los bienes del pueblo a través de la mafia, el compadrazgo, el peculado, el nepotismo y otras formas de robo indiscriminado de los recursos del pueblo, por parte de los diferentes dirigentes políticos que han gobernado a El Salvador.

    Este es un problema tan grave en El salvador, que  sigue generando más pobreza, injusticia, inseguridad e inestabilidad social, que la pandemia del coronavirus, ya que desde antes de los 20 años de los gobiernos de ARENA y los 10 del FMLN, la corrupción ya era parte del pan de cada día de los salvadoreños, y después de estos 30 años y aun dentro de la actual gestión de gobierno, los vientos de la corrupción, siguen soplando fuerte alrededor de la administración del Estado Salvadoreño, con la única diferencia, que hoy se trata de ocultarla y de negarla de manera sutil y engañosa a  través de una publicidad, que adormece a las masas con una estrategia de empañar y tergiversar la verdadera realidad, a tal grado que el mismo gobierno ha hecho caso omiso al pronunciamiento del departamento de Estado de los Estados Unidos respecto a la corrupción de que son señalados varios funcionarios  del actual gobierno.

     Lo anterior significa que el pueblo salvadoreño sigue actualmente sufriendo las nefastas consecuencias generadas por la corrupción de ayer y la corrupción de ahora. Es decir, aquellos que se inventaron la frase: “Devuelvan lo robado”, son los que hoy en día, en vez de devolver lo supuestamente robado durante la pandemia, limpian automáticamente su expediente mediante un mecanismo, que les exime de entregar cuentas al pueblo de los fondos invertidos durante la pandemia, aprovechándose de que tienen la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa, y creen tener el poder absoluto. De ahí que la dictadura de la corrupción continua en nuestra nación.

¿Porque hablar de los inicios de una dictadura sobre la Constitución?

     La Constitución de la República de El Salvador establece literalmente en su artículo 1 que: “El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común”. Este artículo es la puerta de entrada que marca la ruta que debe seguir el Estado salvadoreño para constituirse como el garante principal de la construcción de una sociedad más justa y democrática sobre los cimientos del respeto a la dignidad humana, la consecución de la justicia social y económica, en beneficio de las grandes mayorías.

    Sin embargo, el espíritu del articulo 1 y otros de nuestra constitución, son puestos en duda, y violentados  a partir del 1 de mayo del presente año, cuando, como ya se dijo, la Asamblea Legislativa, rompe con el orden constitucional, irrespetando la independencia de poderes del Estado, al aprobar de manera exprés, el decreto de destitución de los funcionarios del Estado ya mencionados, y también al aprobar el 8 de junio, sin consultar al pueblo, la ley que impone  el Bitcoin, como moneda de curso legal, la cual entró en vigencia a partir del 7 de septiembre y por si fuera poco, en  la primer semana de ese mismo mes, se decreta  también  la reelección presidencial (prohibida por el artículo 248 de la constitución).

    Estos , constituyen hechos sin precedentes en la historia de El salvador, que marcan lo que yo llamaría: “Los inicios de una dictadura sobre la constitución”, por la razón fundamental que  de manera espontánea y autoritaria, se impone la voluntad y capricho de un personaje que gozando de poder ejecutivo, ordena de manera invisible, se proceda a elaborar y aprobar un decreto legislativo, que de manera expresa y sin importar el respeto al debido proceso establecido por la  misma constitución, permitiera destituir de manera inmediata a los funcionarios del Estado acusados de corrupción, imponer el Bitcoin y aprobar la reelección del presidente.

     En conclusión, El salvador, se encuentra en un proceso de transición, en el que la concentración de los tres poderes del Estado en manos del ejecutivo, está generando los inicios de una dictadura sobre la constitución, lo cual es un riesgo para la perpetuación del sistema democrático, y la consolidación del Estado democrático de derecho, el cual debe evitarse de inmediato; puesto que la corrupción debe de combatirse enérgicamente, venga de donde venga sin distinción de colores partidarios, pero respetando la institucionalidad jurídica establecida por la constitución de la república.

* Sociólogo y Abogado, Master en Derechos Humanos y Educación para la Paz, Docente a tiempo completo de la Universidad de El Salvador.

     

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