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“Aquí a Bukele no le tocó nada más que liberar a los venezolanos, vino la orden de allá y había que entregarlos y liberarlos. No es que a él le corresponde decidir, la negociación fue entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela”
Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino
El analista Carlos Araujo manifestó que Nayib Bukele buscaba impunidad al ofrecerle a Estados Unidos mantener presos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) a los migrantes venezolanos.
“A Bukele no le interesa lo que Estados Unidos le podía pagar, él lo que estaba comprando es impunidad al decirle sí a Trump de los abusos de autoridad que estaba cometiendo contra los inmigrantes indocumentados en suelo estadounidense. Al final era hacer todo lo que le pidiera Estados Unidos y a cambio le enviaran a los cabecillas de pandillas.
Según Araujo, los pandilleros que enfrentan un juicio en una corte de Nueva York saben y son testigos del pacto entre el gobierno salvadoreño con las maras, por eso Nayib Bukele cuando vino Marco Rubio le pidió que le devolviera a los que están siendo procesados, esto confirmado por la embajadora en Washington, Milena Mayorga.
“La negociación fue que Bukele haría todo que quería Estados Unidos, pero a cambio le devolviera a los mareros, en ningún momento se ha visto al gobierno salvadoreño abogando por los compatriotas allá ni por los tepecianos que siguen viniendo deportados”, expresó Araujo en el espacio Encuentro con Julio Villagrán.
Araujo dijo que con la liberación de los venezolanos secuestrados en el CECOT se demostró la falsedad en la retórica y narrativa de que eran criminales del Tren de Aragua, al final fue la presión del sistema de justicia norteamericano la que obligó a la administración Trump a hacer esta operación.
Trump no tenía más que liberar a los venezolanos, porque estaba siendo señalado al interior de Estados Unidos por lo sucedido, eran migrantes indocumentados en suelo norteamericano que habían sido capturados, etiquetados como delincuentes, y los habían venido a secuestrar a una cárcel de un tercer país, lo cual son violaciones a las leyes y a los derechos humanos.
“Mucha gente dice que Bukele es amigo de Donald Trump, pero eso es así, ha tenido que usarlo porque le ha servido para las cosas que Trump quería, Bukele quería hacerse ver el que negoció para la liberación de los venezolanos, aquí al final solo recibieron la orden, porque no tenemos capacidad para estar en medio de esa negociación”, manifestó el analista.
Hace meses, Bukele dijo públicamente que le proponía un intercambio de prisioneros con Venezuela, pero de decirlo a tener la capacidad y el músculo de obligar a una negociación entre El Salvador con Maduro es sumamente increíble y difícil. La paz que ahora se goza es circunstancial, pues es producto del rompimiento del pacto entre mafiosos.
Explicó que existe una complicidad entre el gobierno de El Salvador y la administración Trump, tal como ocurrió con el caso de kilmar Ábrego, un salvadoreño que en Estados Unidos tenía protección por parte de los jueces de no ser deportado, Trump lo agarra, lo acusa de criminal y lo manda a El Salvador, violando una orden judicial y el debido proceso, inclusive, poniendo en riesgo su vida porque tenía amenazas de pandillas aquí.
“Es increíble cómo se presta el gobierno salvadoreño a dañar hasta a un compatriota por complacer a Donald Trump, porque ese es el gran problema, la persona tenía protección de no deportarse al Salvador, porque tenía amenazas de las maras salvadoreñas y lo mandan a una cárcel con pandilleros salvadoreñas”, reiteró.
Para Araujo, a medida que el gobierno vaya bajando en popularidad y que los ciudadanos vayan reclamando atención a los grandes problemas reales y sigan denunciando, en esa medida el gobierno va a tratar de silenciar.
Durante este periodo de la administración Trump que tiene 1 año, no se ha visto absolutamente nada, ni una palabra del gobierno salvadoreño para buscar proteger a los migrantes en Estados Unidos.
Araujo también justificó a los que se han exiliado, pues allá, en libertad, pueden seguir trabajando a favor de los salvadoreños, dando a conocer la persecución contra los defensores de derechos humanos y los disidentes.
