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Padre Pedro Declercq, funda las Comunidades Eclesiáles de Base (CEBs) desde su llegada a El Salvador en la década de los sesenta. Foto Diario CoLatino /Cortesía

Padre Pedro auténtico misionero frente a la injusticia social: Hermana Noemí

Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino

Jean Pierre Declercq Witdouck mejor conocido como “Padre Pedro” en las comunidades en donde realizó su pastoral, procedía de Bélgica, se ordenó sacerdote el 11 de junio de 1964, y luego, de acudir al llamado que se necesitaban sacerdotes misioneros en Centroamérica, llegó a El Salvador, en el año de 1968.

Con un enorme legado a cuestas desde las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), en San Salvador, Panamá y Brujas (Bélgica), Pedro Declercq, vivió su Pascua el 23 de agosto de 2015, en donde quienes lo rodearon en su pastoral en el último tramo de su vida en el Bajo Lempa, reconocen que sembró “semilla de comunidad”.

La Hermana Noemí afirmó el que el padre Pedro “hizo carne el magisterio de la iglesia” al ofrecerse al llamado de los Obispos de América Latina, y que junto a los sacerdotes Juan Deplanke y Esteban Aliet, trabajaron en la palabra de Dios en el país.

“La experiencia pastoral, para padre Pedro fue una inspiración de un modelo de iglesia. Se enamoró de esta experiencia y movido por vientos nuevos que soplaron en el Concilio Vaticano II, y movido por el pacto de las Catacumbas que hicieron los Obispo de América Latina en Roma, en Santa Domitila, que dio lugar al nacimiento del cristianismo liberador y que de inmediato constituyó la Teología de la Liberación”, reseñó.

En cuanto a ser un “auténtico misionero”, la hermana Noemí recordó los antecedentes del padre Declercq, cuando el Obispo Monseñor Luis Chávez y González, le asignó la parroquia de Cristo Salvador , en la colonia Zacamil, una comunidad urbana en donde no había templo, pero se las ingenió para contar con un lugar donde formar la semilla de la comunidad y dar la misa.

“Lleno del espíritu de Dios, padre Pedro inicia su trabajo, visitando la gente, tocando puertas, recorriendo caminos para conocer a la gente, este contacto directo permitió conocer la realidad de la zona donde estaba parado. Después, establece amistad con la gente, les convoca para platicar sobre la vida, que luego iluminaba con la Biblia. Así, poco a poco, este proceso lleva la formación de la comunidad, donde la gente toma la palabra, toma conciencia de la realidad”, señaló.

En los albores a un conflicto armado interno, padre Declercq se ve enfrentado y sus comunidades eclesiales a señalamientos y difamación por su pastoral encarnada con los más pobres y desposeídos creándoles una conciencia de clase, estas contradicciones lo llevaron a ser expulsado y durante su ausencia, pudo concretar otras Comunidades Eclesiales de Base en Bélgica, de la cual permanece lazos y contactos con estas.

“Padre Declercq fundó también en Panamá, la Parroquia Santa Librada, luego se acerca de nuevo a El Salvador y llega a trabajar con los refugiados en la zona conflictiva de Morazán. Regresa después a Nicaragua a seguir trabajando con los refugiados salvadoreños en ese país, preparando su retorno a El Salvador y en 1992 (marco de la firma de los Acuerdos de Paz) llegó a trabajar al Bajo Lempa”, recordó.

Agregó que “Dio 50 años al servicio de los más pobres, realizando en medio de ellos signos de vida. Él dijo-No muero entro a la nueva vida- antes de su pascua del 23 de agosto hace 7 años. Su legado es inmenso formó una cooperativa de ahorro en la zona asediada de prestamistas, una tienda de consumo en los lugares , donó una escuela en una zona marginal, un instituto en otra zona rural y apoyó las cooperativas de la reforma agraria”, reiteró hermana Noemí.

Fue en el año 2010 , cuando padre Pedro renunció como párroco en Tierra Blanca, fue diagnosticado con cáncer de pulmón y murió en el 2015. Foto Diario CoLatino /Cortesía

Sobre la “voz profética” del padre Pedro, la hermana Noemí refirió que siempre mantuvo una postura crítica ante las injusticias y apoyó todo esfuerzo en favor del proyecto de vida, como su oposición a la privatización de la salud, el agua, la explotación minera y la violación de derechos humanos.

Fue en el año 2010 , cuando padre Pedro renunció como párroco en Tierra Blanca, pero estuvo siempre vinculado con las CEBs del Bajo Lempa y en sus luchas al compartir siempre su vida con los más humildes en busca de su liberación.

“El lunes 5 de enero es ingresado en el Hospital Saldaña, debido a una complicación del pulmón y un mes después, el 3 de febrero, es diagnosticado con un cáncer de pulmón.

Y siguió trabajando para seguir en las comunidades desde su consigna -vencer o morir- se sometió a un tratamiento y el 31 de julio, le diagnostican cáncer en el hígado, y desde ese momento comenzó a la preparación de las comunidades para el día de su pascua, con su frase –No muero entro a la nueva vida-”, tomado de su biografía.

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