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Las contradicciones de Nayib Bukele

Este editorial debería titularse “las prioridades de Nayib Bukele” o algo parecido. La verdad es que cómo titularlo no tiene ninguna dificultad, pues las ideas brotan sin ninguna dificultad.

Y es que recientemente, Bukele, quien permanece en su despacho presidencial en calidad de “presidente electo”, es decir, hoy la presidencia la ha asumido el presidente electo, sustituyendo de facto a la “designada presidencial”, quien anunció que destinará cinco millones de dólares para entregarle pasaporte y ciudadanía salvadoreña a cinco mil científicos, ingenieros, médicos , filósofos, artistas extranjeros.

“Estamos ofreciendo 5.000 pasaportes gratuitos (equivalente a 5.000 millones de dólares a nuestro programa de pasaportes) a científicos ingenieros, médicos, artistas y filósofos altamente cualificados del extranjero”, escribió el presidente Bukele en su cuenta de X la semana antepasada.

“Esto representa menos del 0.1% de nuestra población, por lo que otorgarles el estatus de ciudadano pleno, incluido el derecho al voto, no plantea ningún problema”. “A pesar del pequeño número, sus contribuciones tendrán un enorme impacto en nuestra sociedad y el futuro de nuestro país”, prosiguió Bukele.

“Además, facilitaremos su reubicación garantizando 0% de impuestos y aranceles sobre el traslado de familias y activos. Esto incluye artículos de valor comercial como equipos, software y propiedad intelectual”.

Bukele, en casi doscientas palabras, ha dejado establecido por enésima vez el desprecio que le tiene a la educación y a la academia salvadoreña, a los profesionales, a los filósofos y a los artistas salvadoreños.

Bukele, en lugar de estar queriendo traer cinco mil profesionales extranjeros, debería entregarle mejor a la Universidad de El Salvador los $55 millones de dólares que le debe en presupuestos de 2022, 2023 y de los primeros tres meses del presente año, para que mantenga a los profesores auxiliares, para que mantenga las becas a los estudiantes y otros programas para el beneficio de la ciencia y el conocimiento en El Salvador.

Bukele, en vez de estar pensando en contratar a cinco mil profesionales, científicos extranjeros para que vengan a votar por él en las próximas elecciones, debería otorgar un refuerzo presupuestario para que la Universidad de El Salvador contrate a científicos extranjeros que formen a los docentes y estudiantes más avanzados, y así ofrecerle a El Salvador profesionales de la más alta calidad, no para un periodo presidencial como lo está pensando Bukele, sino para los próximos cien años.

Pero antes, Bukele debe darle el presupuesto a la UES, y construirle las tres sedes que prometió hace cinco años.

Por cierto, nada de lo que Bukele prometió en la campaña electoral de hace cinco años se ha cumplido, incluidas la promesas de la UES.

Bukele, en vez de estar pensando en traer profesionales “cualificados” del extranjero, debería garantizar buenos salarios a los médicos especialistas del Instituto del Seguro Social (ISSS), para que no renuncien a sus labores y dedicarse a las clínicas privadas, pues la falta de esos profesionales en el ISSS y el sistema nacional de salud afecta al pueblo salvadoreño en general.

Bukele, con su anuncio, en vez de demostrar su preocupación por la ciencia, el arte y la cultura, lo que demuestra es el desprecio por la cultura criolla, pero, sobre todo, el desprecio a los profesionales salvadoreños.

Lástima que buena parte de los docentes de la Universidad solo aplauden las prioridades de Bukele. Lástima que los estudiantes de la Universidad El Salvador no tienen la capacidad de racionalizar la amenaza que para ellos representan las prioridades de Bukele.

Lástima que las y los salvadoreños, en su mayoría (el 84% que votó por Bukele) no comprenden el malinchismo Bukeliano.

Lástima que gran parte de los salvadoreños siguen dormidos, ilusionados con las luces del BINAES y el centro capitalino y de la propaganda de que El Salvador es el país más cool del mundo.

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