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Doce recomendaciones y mandatos de la puericultura

Dr. Fredy Rosales Meyer

Médico Pediatra, Neonatólogo.

En nuestro país hay mucho vehículo diésel y se observa también a grupos familiares que sacan a pasear a sus bebés en sus cochecitos y lo hacen por los andenes o banquetas de la vecindad, donde también circulan otros vehículos, complicándose más el problema por la arena que se usa para recubrir el asfalto de las calles y súmele el asbesto de los frenos de los vehículos que también es un componente del polvo de la calle. Evítelo siempre que le sea posible. Vaya a los parques públicos para pasear a sus hijos. El exhibir a un niño en su coche nuevo no es cuestión de estatus social, pero sí es un riesgo para la salud de su bebé si no sabe en donde pasearlo. Ver Fig. #117

10.2) EL POLVO

Cuando se habla de polvo me refiero a todo producto que se encuentra en forma de tierra, talco, arena, etc.

El polvo que más afecta a los niños es el talco que se les aplica después del baño en todo su cuerpo o se usa aplicándolos en los genitales con el supuesto propósito de mantener a un niño seco porque se orina frecuentemente. Ver Fig. #118.

El talco -pienso que- se compra para enfermar a un niño. Es una contradicción. Luego de aplicar el talco el niño comienza a respirarlo, comienza con estornudos, congestión nasal, lagrimeo, secreción ocular, tos, hervor de pecho, cansancio y espasmo bronquial. Algunas madres refieren que solo lo aplican en los genitales, pero el talco tiene una gran dispersión al igual que el humo, en donde sentimos que hay olor a talco, también hay partículas de talcos en suspensión. Debemos de evaluar estos argumentos para ahorrarnos problemas y dinero.

No es cierto que el bebé se mantendrá seco si le pongo talcos en los genitales, previo a ponerle el pañal o pámper, ya sea durante el día o previo a llevarlo a dormir. Las veces que un niño orina supera las veces que se le aplican talcos. De todas maneras, lo mejor es mantener a su niño seco y limpio, y no húmedo, miado y escaldado. Cuidar a un niño para mantenerlo sano no es un paseo de campo o cosa fácil. Requiere de muchos cuidados pequeños para ahorrarse problemas mayores. Es mejor levantarse a cambiarlo para mantenerlo seco que lamentar una escaldada por la humedad de los pañales o una rinitis alérgica por la aplicación de talco. Ver Fig. #119.

En el caso de la niña el hecho de ponerle talcos en la vulva para mantenerla seca es algo menos que una agresión a su cuerpo pues el talco irrita el meato urinario. El talco está formado por pequeñísimos cristales que producen también pequeñísimas heridas en el área vulvar.

El tejido del área anogenital de las niñas es muy sensible al dolor. Luego después se quejan de disuria o dolor al orinar. Pujan y la orina toma un mal olor por la sangre que se produce en las microheridas por el talco y un examen de orina, puede mostrar sangre microscópica y leucocitos aumentados llevando al médico a pensar y decidir, así de plano, que hay infección de vías urinarias cuando lo que hay es una agresión local externa por los cristales del talco. El cuidado de los genitales de una chica es un capítulo especial que será dedicado tanto a los médicos pediatras como a los médicos ginecólogos.

Otro tipo de polvo que comúnmente perjudica a los niños es el polvo casero que se revuelve con los ventiladores o con los aires acondicionados. También el polvo de los mosquiteros o toldos, el que se dispersa de los colchones de dormitorios, de los niños y/o de adultos, el de los muebles de, sala si son acolchonados, donde los pequeños acompañados por otros niños mayores se suben a brincar.

La tierra, la arena y el cemento también hay que tenerlo en cuenta. Estas últimas cuando se construye en casa o en el vecindario.

El polvo casero que se origina también cuando se barre en la casa y el polvo que se agita al usar los “purificadores” de aire caseros se deben de tomar también en cuenta.

Los ventiladores domésticos -por su amplio uso- hay que mencionarlos como algo que da problemas frecuentemente. Un ventilador para mejorar la temperatura del medio ambiente, aspira el aire desde atrás del aparato, lo concentra y luego lo impulsa hacia adelante. El aire contiene muchas partículas en suspensión: motas, ácaros del aire que son los que más problemas nos dan. Observe un ventilador que no esté funcionando. Agarra una mugre aceitosa y motosa. Eso es lo que se pega a las aspas del ventilador. Eso es lo que recoge de atrás y lo lanza al frente, a su niño. Luego el niño está con problemas. Un niño en realidad no siente el calor, sino que lo aprende de los adultos que lo rodean. Es mejor que sienta calor y no que se enferme por el ventilador. Del calor no se enferman.

Si quiere evaluar lo que le digo ponga un ventilador encendido en un cuarto oscuro y encienda una lámpara de mano y observará cómo circula el aire sucio por todo el cuarto.

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