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@SilviaCoLatino
El Beato Monseñor Óscar Arnulfo Romero tiene asignada ya una imagen de “Santo” para muchos salvadoreños y en especial, en su terruño natal, Ciudad Barrios, en San Miguel. Un sin fin de testimonios le resucitan, al recordar de sus enseñanzas de vida apegada al Evangelio de Jesús, a la fe y esperanza que inundan sus escritos y homilías. Pero sobre todo, su amor por los pobres.
Este tejido vivo, que envuelven su vida y Pastoral, sigue su curso de generación a generación, tal como lo expresó Ana María Flores, maestra jubilada, quien recibió de su madre las vivencias de Monseñor Romero, siendo él un niño que asistía a una escuelita del Barrio El Calvario en Ciudad Barrios.
“Mi mami se llamaba María Beatriz de la O, fue compañera de estudios de Monseñor Romero, ahí, él estudió un tiempo. Y me contaba que su profesora, la señorita Alicia Iglesias lo hacía jugar, porque él era bien calladito y pasaba con sus manitos cruzadas. Entonces, les decía a las niñas: vayan jueguen con Oscarito, y él decía, no, no, no, mientras todas lo sacudían de sus bracitos y lo hacían correr, porque él desde niño fue bien sencillo, humilde y sincero”, relató.
A cien años del nacimiento de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, un colectivo de organizaciones sociales, gobiernos locales y religiosos se han unido, para fundar “Los Amigos de Romero”, que tiene como finalidad la realización de una serie de actividades en honor a su nacimiento y para fomentar su devoción a la Pastoral que desarrolló a lo largo de su ejercicio religioso.
Para Ana María también tiene un valor incalculable, la invitación al nombramiento del Obispo que Monseñor Óscar Romero envió a su madre Beatriz. “Él siempre le dijo a mi mami Thishita, y aunque ella quiso ir… no pudo por salud. Porque Monseñor Romero siempre quiso a todos sin andar con distinciones. Yo atesoro esta tarjeta que tiene su firma”, compartió.
Esta vivencia abundante de anécdotas de la cotidianidad de Monseñor Romero, antes de llegar a su Beatificación siendo Arzobispo de San Salvador, tiene para el nuncio apostólico, León Kalenga, una alta importancia para construir una devoción, para Monseñor Romero que se encuentra en el camino hacia su Canonización.
“Necesitamos ser una familia, ese es el mensaje fuerte de Monseñor Romero, la unidad del pueblo y él, al centro de todas las actividades que hagamos en el centenario de su nacimiento. El Santo Padre lo dijo, que Monseñor Romero necesita un culto y es lo que estamos haciendo aquí, con el Profeta Mártir”, manifestó.
Y es, en esta ciudad, a 160 kilómetros al oriente de San Salvador, con una extensión territorial de 68 kilómetros cuadrados, que se eleva a un mil 600 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera Cacahuatique, los “Amigos de Romero” anunciaron las diversas actividades que realizaran a lo largo del presente año.
Monseñor Kalenga Badikebele insistió en el mensaje de formar “familia” con todas las organizaciones y personas que trabajan desde hace más de tres décadas en promover y promocionar el pensamiento, vida y pastoral de Monseñor Romero, e invitó a la población a fomentar la devoción por el Obispo Mártir.
“Este grupo está trabajando en diversas actividades religiosas, culturales, peregrinaciones y devocionales que tienen que convertirse en una herencia. Ciudad Barrios deber ser convertida en lugar de peregrinaje, un lugar de culto a Monseñor Romero humilde, sencillo de corazón y de fe ejemplar. Es por esto que, regresamos aquí, para conocerlo mejor y tenemos que escuchar el grito de alegría, porque los Amigos de Romero, no solo son nacionales, sino internacionales, al que los unen los criterios del perdón, la reconciliación y el amor”, indicó el nuncio León Kalenga.
Mientras, el Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, manifestó, que se ha trabajado previo durante tres años, para culminar con una magna fiesta, por el Centenario de Monseñor Romero, quien este próximo 15 de agosto, se celebrará a nivel nacional.
“Primero hablamos de Monseñor Romero como Hombre de Dios; luego, Monseñor Romero como Hombre de Iglesia y Monseñor Romero como Amigo de los Pobres, y dentro de este triduo de oraciones y beatificación de Monseñor Romero se han programado tres magnas celebraciones, con tres Solemnes Eucaristías: el 12 de agosto, en Catedral de Santa Ana; el 14 de Agosto en Ciudad Barrios, y el 15 de Agosto en Catedral Metropolitana”, informó Escobar Alas.
No obstante, El Prelado Católico invitó al pueblo salvadoreño a continuar las oraciones por el Beato Monseñor Romero, y por su pronta Canonización. Así, como, para la Beatificación del Padre Rutilio Grande.
“Se invitó al Papa en marzo pasado, para que viniera a la celebración del natalicio de Monseñor Romero este 15 de agosto. Y como lo conoció, su alegría fue indescriptible, aún no nos ha respondido, pero les pido que nos unamos en oración para su Canonización. También es necesario dar a conocer la vida de los mártires, a peregrinar en los lugares santos y que sigan sus pasos para comenzar no solo la celebración de este gran acontecimiento, sino la devoción y el conocimiento de sus virtudes”, reiteró.
Los “Amigos de Romero” lo constituyen actualmente: la Parroquia de Ciudad Barrios, de la Diócesis de Santiago de María, Usulután; Parroquia Tránsito de María, Diócesis de San Miguel; Parroquia Cristo Liberador (UCA), Departamento de Teología (UCA); Iglesia Anglicana (Canciller Oswaldo López); Iglesia Bautista Enmanuel (Reverendo Miguel Tomás Castro); Consejo Romerista Intersectorial de El Salvador (CRIES); Cultura Romeriana; Comunidad San Egidio; Fundación Monseñor Romero; Fundación Hermano Mercedes Ruiz; Mariella Topella, Misionera Laica.
Monseñor Gregorio Rosa Chávez indicó que al grupo “Amigos de Romero” pueden incorporarse a otras iniciativas de la sociedad civil, a partir de las normas previamente establecidas para coordinar las acciones de forma ordenada y concertada.
“Mi padre se llamaba Máximo Pineda y perteneció a la Congregación Caballeros de Cristo Rey, que organizó Monseñor Romero aquí, solo llevaba a la gente mayor, donde les daba charlas sobre la Vida de Cristo, lo que sufrió, su Evangelio y porqué debían seguir la Vida de Jesús. Mi papá se venía a pie, cada tarde hasta la noche, y siempre nos dijo que Monseñor Romero…que había que escuchar sus charlas espirituales, porque eran tan profundas, que enseñaba mucho. Y nos dejó una semilla en todos los que lo amábamos, siempre fue humilde, andaba a pie, sin carro y se iba a recorrer los cantones y siempre cariñoso con la gente pobre como nosotros, y que allí se sentía a gusto. Soy del cantón Llano El Ángel, allí llevó un Santísimo, es el recuerdo que nos dejó, además del amor a Jesús y María, cuando supimos de su muerte por radio. Pasó algo impresionante en el cantón como que se oscureció de un solo todo, y unos minutos después una claridad que quedamos sorprendidos, era por él … aquí la mayoría somos católicos y para nosotros Monseñor Romero fue un Santo toda su vida”, puntualizó.
