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DETENGAMOS LA CUARENTENA

Por Lic. José María Barrera Lemus

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A pesar de la cuarentena impuesta por el presidente, a partir del 14 de marzo de 2020 y sin consulta a la Asamblea Legislativa, ésta no ha sido suficiente para detener la entrada al país del tan mal querido visitante, “Coronavirus 19”. Ya lo tenemos y ya ha causado a la fecha 103 casos confirmados; (93 importados y 10 locales); entre los que se encuentran 4 casos críticos y 6 fallecidos; según datos del Ministerio de Salud de este día. A pesar de esto, el presidente, basado en sus premoniciones y asesorías, sostiene que el guardar la cuarentena en centros de confinamiento o en casa, está permitiendo que el virus no se expanda como se ha expandido en otros países. Para ello toma ejemplos de videos de casos sucedidos en otros países, que lo único que han generado es mayor psicosis e incertidumbre en la mayoría de la población en cuanto a su salud y al retorno de sus labores.

La cuarentena, tal y como fue concebida por el presidente, sin consultas previas con los diferentes sectores, solo ha propiciado reacciones biológicas y psicológicas entre los confinados fuera de sus hogares; mismas, que ya están trascendiendo a la generación de otras enfermedades y a situaciones amenazantes por el miedo a ser contagiados entre ellos mismos, lo cual ya provocó el primer fallecido, que, según fuentes oficiales, se sucedió sin responsabilidad para el virus.

Este caso, difundido ante los diferentes medios y redes sociales, constituyó motivo para que la Corte Suprema de Justicia reiterara, la resolución de habeas corpus 148-2020, emitida días atrás, en donde los magistrados señalan que una retención «sin que se establezca de modo objetivo que la persona intervenida pueda ser fuente de contagio», constituye una privación de libertad. (El Faro. 8 de abril de 2020). Tal parece que el contenido de esta resolución, sigue sin ser comprendida en su esencia.

De acuerdo a comentarios de profesionales dedicados al tema, para contrarrestar la expansión del virus, basta con seguir algunas indicaciones de buen aseo y relaciones de cercanía entre las personas con las que nos encontramos a diario. Si ya se confirmó que la mayor forma de contagio es por el contacto de manos y de este hacia las mucosas. ¿No sería más efectivo orientar la política, más hacia la prevención del cuido y aseo personal y familiar? En lugar de mantenernos en cuarentena y confinamiento que para colmo ha sido mal diseñada. ¿Cuál es entonces el verdadero problema?

Como ya lo han comentado algunos analistas en economía y salud, el problema fundamental para hacerle frente a este virus, está relacionado con la falta de logística y del antivirus que aún no se tiene. La logística está ligada a la existencia de recursos materiales y humanos técnicamente preparados y a una infraestructura y equipo adecuados. El antivirus, por tanto, depende de la disposición de la ciencia para encontrarlo, entre tantas pruebas y ensayos que ya se mencionan y continuar con la lucha por el derecho de propiedad para su posterior masificación comercial.

Con la nueva imposición de ampliar el tiempo de la cuarentena por 15 días más, después de las vacaciones de Semana Santa, el sector empresarial y comercial, ya ha comenzado a pronunciarse públicamente, alrededor de las consecuencias que esto traería para el país. Se habla de cierre de negocios y del despido masivo de trabajadores, ante la reducida o nula percepción de ingresos.

Dicha situación pone en riesgo la economía del país, la cual difícilmente puede ser solucionada solamente por el presidente, a menos que se hable de asumir el compromiso de subsidiar los costos de la emergencia, tal y como lo hizo ya con la entrega de los $300.00, que, dicho sea de paso, ya está generando descontento en buena parte de la población, al evidenciar que la entrega no ha sido bien focalizada tomando en cuenta las necesidades de los más vulnerables.

Tomar una decisión de tanta envergadura, requiere, además, de dinero que habrá que conseguirlo de cualquier manera (So pena de un mayor endeudamiento), y para lo cual ya se han puesto a la disposición, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, principalmente.

Hasta ahora todos, (bueno, a excepción de algunos), hemos acatado la orden de quedarnos en casa, a la espera de poder salir lo más pronto posible del encierro. Pero ahora, la razón de no salir, no es por temor a ser contagiado por el virus, sino por temor a ser maltratado por la autoridad. Las medidas están funcionando porque la población tiene miedo. (El Faro. 8 de abril de 2020). La nueva orden emitida por el Presidente, es la de ser más duros y lo peor, de arriesgarse a adquirir el virus con mayor rapidez en los centros de confinamiento a donde puedan llevarnos, tal como bien lo manifestó el Ministro de Justicia, en reciente entrevista.

Comprendo que tomar decisiones en circunstancias adversas como la que está ocasionando la pandemia, no son fáciles en un país, en donde aún se evidencia y se continúa alimentando la polarización; sin embargo, es un buen momento para que el actual presidente reconozca que gobernar no es labor de una sola persona, ni de recomendaciones cerradas de su círculo de colaboradores. Las circunstancias adversas, en materia económica y de salud, deben servir para reconocer la sinergia que resultaría de acercar a todos los sectores que hoy por hoy, se encuentran en cuarentena y sin poder participar, como debieran.

Las experiencias evidenciadas en otros países, han demostrado que ni la cuarentena ni los confinamientos arbitrarios, han sido las mejores decisiones para detener la expansión del virus y conservar el desarrollo económico, si no se involucra a las diferentes fuerzas del país. Es necesario, por tanto, revisar y reorientar tales medidas para volver poco a poco la confianza de la población a sus actividades cotidianas.

Corresponde a la Asamblea Legislativa y a la Corte Suprema de Justicia, reivindicar su papel de Entidades hermanas al Gobierno, para llamar al orden constitucional y lograr decisiones conjuntas para beneficio de la población, antes de ser divulgadas. De ser posible… Que la Patria os premie…  De lo contrario… que ella os lo Demande.

 

NOTA: No está demás reiterar a la población, que una manera de reducir la psicosis que se nos penetra por diferentes medios, es alimentarnos sanamente. Sobre esto existen muchas recomendaciones sobre el uso de limón y bicarbonato que no hay que menospreciar; pero, sobre todo, hacer gárgaras de sal antes de dormir.

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