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“Piocha”, el fotógrafo de la tragedia

Por: Iván Escobar
Colaborador

Luis Guillermo Solano, mejor conocido como “Piocha”, fue un socorrista voluntario de la cruz verde, fotógrafo de larga trayectoria – desde su adolescencia –, y un seguidor de Mons. Oscar Arnulfo Romero. La historia lo ubica como el fotógrafo que captó con su cámara las primeras imágenes de la tragedia del terremoto del 10 de octubre de 1986.

De hecho, el sobrenombre por el cual fue conocido en el ámbito comercial y medios de comunicación, luego del sismo fue “Piocha”, el cual se lo otorgaron los socorristas mexicanos, conocidos como “Los Topos” con quienes compartió experiencia y amistad durante las numerosas tareas de rescate de víctimas, en el edificio Rubén Darío, en el cual murieron muchas personas, otras quedaron atrapadas y liberadas horas después.

“Piocha” falleció en noviembre de 2018, a causa de problemas de salud, toda su vida la dedicó al altruismo y la solidaridad hacia los demás. Sus fotografías captaron los primeros segundos de la tragedia, “estaba cerca del Darío, me bajé del bus y como siempre andaba la cámara, solo la saqué y comencé a tomar imágenes, vi tantas cosas…en ese momento era de prensa de Cruz Verde”, recordaba con emotividad, siempre que compartía sus experiencias. Aquellos días no eran de tanta tecnología, de hecho su cámara análoga era su única oportunidad para hacerle ver al mundo aquel dolor que sufría su pueblo, “siempre andaba película extra, y rollos, y cargada la cámara”, advertía como parte de su experiencia, donde ni celulares ni digitales estaban a disposición, pero el registro se hizo y prevaleció en el tiempo.

Las imágenes captadas con su cámara las reveló y eran parte de sus tesoros que por más de 30 años le acompañaron. Edificios caídos, rescate de víctimas, trabajo de socorristas, fueron muchas de las que tomó Piocha, y que hoy son sin duda un registro fotográfico, con su partida ya no sabemos el paradero de muchas de ellas, sí aún estarán o se habrán perdido en el olvido. Esperamos que no sea así, y estén presentes.

Guadalupe Solano, hija de Piocha, continúa con la tradición solidaria de su padre, “y las locuras que hacían, seguimos aquí adelante”, comenta. Además ella, junto a la Asociación de Voluntarios Veteranos de El Salvador, y Rescue International Assistance League (RIAL) llegan cada 10 de octubre, a las 11:50 de la mañana, al lugar de la tragedia, es decir, donde quedaba el edificio Rubén Darío, y colocan una ofrenda floral por las víctimas. En octubre de 2018 Piocha fue la última vez que llevó la ofrenda a este lugar, nunca dejó de llegar, porque decía que había que recordar a las víctimas y el heroísmo de aquellos que arriesgaron su vida por salvar a otros, hoy son sus descendientes y algunos amigos socorristas con quienes compartió muchas experiencias, que siguen en el lugar.

Piocha fue corresponsal del Diario El Día, de Honduras. Además fue colaborador de El Diario de Hoy. Durante su carrera como fotógrafo profesional captó sucesos y hechos históricos de nuestro país, como la visita de Mario Moreno “Cantinflas”, Pedro Infante, Tin Tan, Marcelo, Los Dolly Sister, Pérez Prados, la Sonora Santanera, entre otras personalidades y artistas que inmortalizó con sus imágenes. Además fue un ferviente seguidor de Mons. Oscar Arnulfo Romero, viajaba a su tierra, y replicaba imágenes e imágenes de él.

También fue testigo de innumerables tragedias, pero la que más le impactó fue el terremoto de 1986, la cual tuvo oportunidad de registrar con imágenes, que quedaron presentes en su vida.

Ofrenda a las víctimas

Para este martes 10 de octubre, la cita es para conmemorar el 37 aniversario del terremoto, “iniciaremos a las 11:20 reuniéndonos en la plaza centro y desde ahí saldremos rumbo al ex edificio Rubén Darío a la colación de la ofrenda floral”, precisa la convocatoria de prensa de la Asociación de Voluntarios Veteranos.

Este 10 de octubre se cumplen 37 años del terremoto. El epicentro del sismo fue el centro de la ciudad y parte de la zona sur de la misma, que afectó importantes edificaciones, barrios y colonias aledañas.

Datos del terremoto

El terremoto de 1986 dejó un aproximado de 1,500 muertes, 10 mil heridos, y 60 mil casas dañadas o destruidas. “La magnitud se ha calculado en 5.4 grados en la escala de Richter, lo que indica una cantidad liberada de energía moderada…”, se precisa en la edición de la revista “La Universidad”, de Enero-Marzo de 1987.

 

En esta misma edición de la revista de la Universidad de El Salvador, el Arq. César A. Sermeño, en un artículo titulado: “Los Sismos…movimientos impredecibles. Causas y efectos”, destaca con respecto al sismo que: “…fue un desplazamiento y la energía acumulada por años la que originó el sismo que sacudiera nuestra capital el pasado 10 de octubre”.

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