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Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
El Viceministerio de Transporte (VMT) pospuso la entrada en vigencia de los horarios regulados de circulación en el carril segregado que estaba destinado para el uso exclusivo de, en horas pico, ambulancias, vehículos del Ejército, bomberos, policía y SITRAMSS.
Esta decisión se debió a que el Viceministerio de Transporte esperará que la Sala de lo Constitucional emita un pronunciamiento sobre la propuesta emitida por la entidad, que establecía evitar la libre circulación en horarios con mayor fluidez vehicular.
Para la implementación de esta medida el VMT solicitó a la Sala de lo Constitucional que se pronuncie sobre la propuesta regulada, presentada desde el 15 de mayo del 2017, esta solicitud es con la finalidad de respetar la medida cautelar dictada por la por el tribunal superior del país, en el que pedía que se regule la circulación y el uso del carril segregado.
Esta regulación estaba planificada para entrar en vigencia este sábado, junto a la puesta en marcha de la nueva terminal de autobuses para Oriente, ubicada en el kilómetro seis y medio del bulevar del Ejército.
Paro del transporte
Ante esta medida, este viernes, la terminal de autobuses antigua amaneció desolada, ya que los transportistas se declararon en paro de transporte público, del cual no se ha definido un motivo específico para dicha medida.
Según reporte oficial, las rutas de buses que se dirigen para Cabañas, San Vicente, San Miguel, Usulután, La Unión y Morazán, no brindaron el servicio habitual de San Salvador a estos lugares y viceversa.
Sin embargo, los motoristas y empleados de la terminal no quisieron brindar detalles del porqu la medida tomada por los empresarios de transporte, ya que se hablaba de supuestas amenazas de pandilleros que impedían que se fueran a la nueva terminal de oriente, pero esto fue descartado horas después.
Asimismo, se dijo que era en oposición a la nueva terminal de oriente por parte de los empresarios de transporte público, pero este motivo no pudo ser confirmado. Otros dijeron que por las pandillas.
Pese a esto los salvadoreños que quisieron viajar hacia el Oriente del país tuvieron que pagar fuertes cantidades de dinero al transporte privado y taxis, quienes cobraban entre $10 y $15 por persona para llevarlos hasta su destino.
