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Licenciada Norma Guevara de Ramirios
Una de las decisiones más importantes tomadas por la Asamblea Legislativa el 15 de diciembre pasado fue la respuesta favorable a una iniciativa del Presidente Salvador Sánchez Cerén de reforzar el Presupuesto de la Universidad de El Salvador (UES) con $6,257,154.00 para el año 2017, con lo cual se asegura la exención de pago durante el año 2018 a todos los estudiantes que hayan finalizado su bachillerato en cualquier instituto nacional del país. Además, el refuerzo garantiza una nivelación a las y los trabajadores e incrementa los recursos para la investigación.
El refuerzo proviene de fondos adquiridos por SIGET como efecto de aplicar las reformas realizadas a la Ley de Telecomunicaciones con lo cual se reafirma el hecho de que el gasto público de la educación puede ser incrementado toda vez el Estado cuente con recursos mayores a los que hoy percibe.
Según datos brindados por las autoridades universitarias se verán beneficiados unos 40 mil estudiantes de las diferentes carreras, y en la medida que se refuerza la capacidad de investigación, se puede afirmar que la decisión representará un verdadero salto educativo.
El funcionamiento de la UES es autónomo en lo docente, administrativo y financiero, esto por definición constitucional que garantiza a su vez la libertad requerida para la actividad científica y pedagógica de un centro de educación superior; su Ley Orgánica define bien su patrimonio y le faculta a cobrar cuotas diferenciadas; igual que a la posibilidad de vender servicios. El Presupuesto del que goza la UES es parte del Presupuesto General de la Nación y siempre se ha considerado insuficiente para las misiones y la potencialidad que tiene la institución y en 2017, antes de la aprobación de esta reforma, era de 73,204,270.00 dólares.
Entre las disposiciones del presupuesto de la UES se encuentra la disposición contenida en su Art. 34 que dice que de conformidad con su Ley Orgánica, la UES otorgará becas internas y externas, y que el Gobierno Central otorgará un subsidio para financiar estos programas. La decisión del Presidente Sánchez Cerén de garantizar el no pago de cuota mensual y matrícula al universo de estudiantes que se hayan graduado de bachilleres en instituciones públicas obligará a las actuales autoridades a redefinir el programa de Becas Internas y al ordenamiento financiero correspondiente.
Este paso de política pública del actual gobierno es coherente con todo lo actuado desde junio de 2009, que ha marcado la ampliación del apoyo estatal a la niñez y a la juventud especialmente de sus necesidades y derechos en materia educativa; si hacemos un recorrido debemos recordar que en 2009 se ratifica la reforma constitucional que garantizó la gratuidad del bachillerato cuando lo imparte el Estado, se inició con el apoyo a la familia para mantener a sus hijos en la escuela dotando a niños y adolescentes de cuadernos, zapatos, uniformes y alimento escolar.
Se ha incrementado la cobertura en educación inicial, se han generado instituciones que vigilan el trato sin violencia a la niñez, se extendió el paquete escolar al bachillerato, se han introducido a más de la cuarta parte de las escuelas públicas las computadoras y el internet y ahora se refuerza el presupuesto para garantizar cobertura completa del subsidio en los estudios superiores que brinda nuestra alma mater para los estudiantes que egresaron de centros educativos nacionales.
Es obligado sostener estos avances, más obligado es profundizarlos; pero indudablemente se requiere de la sensibilidad social y el compromiso en una dirección determinada, del avance del país a pesar de la prédica constante de desesperanza que vociferan los pregoneros de la derecha para quienes “gastar en la gente necesitada” es un despilfarro.
Las diputadas y diputados del FMLN nos sentimos orgullosos y orgullosas de este paso del Presidente refrendado por la voluntad de las y los diputados, en esta vez, de todos los partidos políticos; el compromiso debe ser mantener este logro y ello requiere que los sectores vivos de la propia universidad reflexionen sobre el papel importante que están llamados a jugar para avanzar en el desarrollo del país.
La Universidad es un centro con libertad, sin embargo en esa libertad las ideas y las visiones del mundo, de la vida y de nuestra sociedad requieren el más amplio y franco debate que reafirme la identidad cultural, el sentido popular que la educación debe tener para ser factor de desarrollo.
Personalmente pertenezco a quienes debemos a la educación pública nuestra formación, y de allí el convencimiento de que el paso dado este 15 de diciembre es fundamental para la juventud, que pasará a tener subsidiada su formación de manera completa por los recursos del pueblo, al cual debemos servirle.
