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Ucrania Dos: Sobre el Conflicto más grave después de la Guerra Fría: Ucrania

Hermilo López- Bassols

Hace una semana (7 de marzo), see presentamos algunas consideraciones respecto al conflicto que se ha considerado “el más grave que ha ocurrido desde el fin de la guerra fría”. Ahora, corresponde actualizar las observaciones a la luz de lo ocurrido esta semana.

1) Nuestra premisa principal persiste, pese a la gravedad del conflicto europeo, parecería que la solución inmediata se inscribe dentro de los parámetros de una diplomacia multilateral que se ha mostrado muy eficaz en el pasado reciente como lo fue en el caso de Siria en el 2013 y en el caso de Irán en el 2014. Resulta evidente que ningún país en este momento desea un conflicto armado por Crimea y aun por Ucrania y que Estados Unidos y la Unión Europea no desean correr el riesgo de un enfrentamiento abierto y mucho menos militar con la Federación Rusa. El entramado de las relaciones comerciales, y aquellas de orden energético principalmente y los millonarios depósitos en occidente, así como la amplísima superioridad militar de Moscú sobre Kiev sustentan la exigencia de una salida diplomática.

2) Considerar que la reciente entrevista entre los Cancilleres de Estados Unidos y de Rusia iba a aportar en Londres una salida inmediata era por demás ingenuo. Obama y Kerry no parecen demostrar el talento político necesario ni para calmar a una nación totalmente indiferente al conflicto ni para contener a los “halcones” de Washington. El Departamento de Estado está consciente que ha entregado malas cuentas en las mesas de Ginebra, en cuanto al mantenimiento de una hegemonía que se encuentra en pleno desmoronamiento en varios continentes. Por su parte el Reino Unido mantiene una alianza tanto verbal como moral con Estados Unidos, así como su vecina Francia, ambos con la esperanza que la Canciller alemana -la líder más poderosa de Europa- logre convencer a los rusos de poner un alto a su expansión territorial. Sin embargo los sectores dirigentes de la sociedad alemana, más pragmáticos y firmes saben que la paz en el continente europeo solo puede lograrse con la participación rusa, reiterando su negativa ante la posibilidad de un enfrentamiento enérgico con los rusos.

3) Esta última reunión en Londres presentó pretensiones disímbolas como era natural, pero aparentemente no totalmente irreconciliables del todo. Es del saber de Kerry que el referéndum en Crimea programado para el domingo 16 de Marzo, no tendrá contratiempos y permitirá la eventual anexión de Crimea a la Federación Rusa, devolviendo las fronteras a su estado anterior a 1954. La preocupación del ex senador consiste en detener el expansionismo ruso hacia otras partes de Ucrania. Por otra parte Lavrov, sabe que de lograr el éxito del referéndum, su posición negociadora se fortalecerá. Por ende hasta que la Duma rusa no reciba territorialmente a Crimea no se apunta ninguna solución preliminar. Esta provendría de la figura derivada de los hechos consumados “fait accompli”.

4) Asumiendo que esto sería posible, corresponde examinar cuales son los costos que Rusia tendría que pagar por haber “puesto la mano” en Crimea, aun cuando invoque el derecho a la autodeterminación de ese pueblo. Cual entonces ha sido el propósito de la movilización de tropas tanto rusas en su frontera y en el este de Ucrania así como en Bielorrusia como las de la OTAN en el Báltico, Polonia y en el mar Negro. Tales movimientos armados sin duda de enorme consideración por las circunstancias del espacio europeo, son simplemente acciones tácticas explicables por la liberación de la península y el caos que reina en Kiev, y probablemente serán retiradas pronto. Analistas occidentales a nuestro juicio equivocadamente temen que las acciones militares rusas no se detendrán en Crimea y buscarán extender su influencia en el este de Ucrania. Si bien es cierto que en esa región habitan grupos étnicos rusos en considerable mayoría, solo un devenir diferente en Kiev causaría que los rusos darán otro “zarpazo”.

5) La participación de la Organización Europea para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que pretende reemplazar a las tropas rusas no prosperará debido al rechazo ruso que ha sido categórico y no figura como una opción por el momento. Por otra parte pese a las recientes consultas en el Consejo de Seguridad e incluso un proyecto de resolución por parte de los occidentales y Letonia, no avanzará a un debate mayor por ahora hacia una resolución que vetarían Rusia y la República Popular de China.

6) Por otra parte la resolución adoptada por el Parlamento Europeo condenando el acto de agresión de Rusia al invadir Crimea, carece ahora de un sustento tanto político como jurídico suficiente.

En síntesis Rusia ha tomado dos pasos definitivos para concretar sus pretensiones, la ocupación militar de Crimea y la realización de un referéndum que pareciera será a su favor y al de la causa rusa en la península, que además le asegura las importantes aguas del Mediterráneo. Cabe esperar que la argumentación a base de presuntas sanciones por parte de Estados Unidos y Occidente se incrementará pero pudiese ser solo un instrumento contraproducente para los capitales y mercados occidentales y un Washington sin timón efectivo. Tranquilos, la diplomacia multilateral surtirá efectos nuevamente en un conflicto de gran envergadura, el mundo finalmente así lo espera.

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