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Trump, violador de los derechos del niño

La política de “tolerancia cero” del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en la que desata su odio racista contra los latinoamericanos, sobre todo, centroamericanos, lo ha llevado a cometer las más graves violaciones de los derechos humanos de los niños y niñas al separarlos de sus familiares.

Trump había ordenado capturar a las familias en las fronteras, y separar a los niños y niñas, quienes fueron confinados en estructuras infrahumanos, que pronto fueron comparadas con los campos de concentración “nazi” en tiempos del dictador Adolfo Hitler.

La Agencia de Prensa Francesa (AFP) describió los centros de concentración infantiles de Trump de la siguiente manera: “Fotografías desgarradoras de niños y audios en los que se escucha el llanto desesperado de pequeños retenidos en un centro fronterizo han provocado una oleada de indignación y acusaciones de violación de los derechos humanos”.

Y en efecto, tras conocerse esas imágenes y audios desgarradores como describió la prensa internacional, comenzaron a lloverles críticas y condenas a Donald Trump.

Dos exprimeras damas de Estados Unidos, Michelle Obama, del partido Demócrata, y Laura Bush, del partido Republicano, se sumaron a las críticas por las violaciones a los infantes. Melania Trump también se habría pronunciado en contra.

A la avalancha de protestas y críticas por el confinamiento de unos 2,300 niños y niñas en la frontera, se unieron artistas, políticos, escritores, jefes de Estado y un sin fin de defensores de los derechos humanos.

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, cuestionó la decisión de Donald Trump, pues implica un “abuso” contra la infancia y puede provocar “daños irreparables” y de por vida para los menores afectados. Es “inconcebible” que un país “busque disuadir a los padres infligiendo un abuso así sobre los niños”, agregó el alto comisionado.

Y ante semejantes presiones y críticas, Trump no tuvo más que dar marcha atrás, y el miércoles firmó un decreto para poner fin a la separación de las familias de inmigrantes en la frontera.

Ahora, habría que auscultar qué acciones legales pueden orientarse contra la administración Trump, por los daños psicológicos sufridos por los niños que fueron arrancados de sus senos familiares y por el confinamiento.

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