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Tetralogía del dolor: literatura y alcohol en El Salvador

Luis Borja

Escritor y Poeta

Universidad de El Salvador

Facultad Multidisciplinaria de Occidente

 

A Rafael Lara Martínez, sovaldi sale cialis  

por enseñarme a hablar con el olvido, sovaldi sale  

por enseñarme a hablar con los muertos…

Orlando Fresedo(1932-1965)

I

ntegrante del Grupo Octubre y la Generación Comprometida.  Altamente comprometido con la bebida, al grado que, según Manlio Argueta, su madre y hermana cerraban las puertas cuando las visitaba. Habitante frecuente de bares como El paraíso, La Praviana o la cervecería Gambrinus.

Sumamente conocedor del soneto. Ganador de numerosos premios.  Un poeta prestigioso para la época. Sin embargo, su estilo de vida lo llevó a la cárcel en la ciudad de Jutiapa(Guatemala).

La vida de Fresedo ha sido comentada en distintas anécdotas como las que escribe Manlio Argueta, Renán Alcides Orellana y Eugenio Martínez Orantes.

Fresedo, dice Argueta, veía la vida como un juego, a tal grado que llegó a ganar premios  en la rama de poesía, pero luego se descubrió que eran autoria de Jorge Enrique Adoum, con los que ganó en Usulután y, de Benítez Vinuesa con los que ganó en San Salvador. Para Orlando todo era un juego, una tomadura de pelo, necesidad de sobrevivir su estilo de muerte que era hacia el suicidio, concluye Argueta. Toruño dijo: el día que sea más él en poseía y no tome lo que otros producen, irá sobreseguro en su trayecto poético.

Según, Cañas Dinarte (uno de los mayores conocedores de la obra de Fresedo), el poeta murió en un cuartucho de hospedaje de la capitalina “avenida” Independencia, como producto de la intoxicación alcohólica.

MI TRISTEZA 

SE INICIA

Mi tristeza se inicia con los trenes.

Es la vida un adiós con estaciones.

La noche ha recogido sus vagones.

Todo se torna tren cuando tú vienes.

Me dejas con tu paso en el desvelo.

No paras aunque agite las banderas.

Llenaste con tu nube mis ojeras

y he quebrado las cruces del pañuelo.

Por eso todo es tren cuando tu vienes.

Y a causa de que nunca te detienes,

ignoro la emoción de una partida.

La vida es un adiós con estaciones.

Yo soy un guardavías de ilusiones.

Tu recuerdo, ese tren sobre mi vida.

 

EMOCIÓN VESPERAL

Que tarde más serena en su agonía.

Se llena la visión de claroscuro.

Y la luz como fruto remaduro

se cae del ramaje junto al día.

Que tarde más serena! Las colinas

asoman su joroba en despoblado.

El crepúsculo, arquero enmascarado

vacía su carcaj de golondrinas…

Que tarde más serena! Plenamente.

El alma de belleza transparente

salpica su emoción con limoneros…

La noche va subiendo sobre el cerro

Que al mojarse con sombras, como un perro

sacude un pulguerío de luceros.

NIÑA CON MIRADA 

DE ALAS

 

Mañana cuando emigre tu mirada

bajo un amanecer de alas viajeras,

mañana cuando auroras mensajeras

sollocen en la sombra madurada…

Entonces lloraré porque te fuiste.

Y al sentir tu presencia tan remota,

será menos naranja la chiltota

bajo aquel naranjal que tú encendiste…

Te miraré cruzar por mis dolores

como una golondrina desolada,

de párpados abiertos como flores…

Aquí, crucificado frente al cielo,

mañana cuando emigre tu mirada

acaso pensaré que estás en vuelo…

Ulises Massis (1925-1992)

Lo que la mayoría comenta sobre el poeta Massis es que se desempeñó como obrero, ganándose la vida, pintando cervecerías, burdeles, pupilajes y salones. Escribía, leía poemas y si no leía poemas hablaba de poesía. Nunca publicó un libro. Un auténtico bohemio, un auténtico marginado, un auténtico olvidado, un auténtico poeta.

Numerosos poemas aparecieron en suplementos culturales de su época. En 1970 obtuvo  Segunda Mención Honorífica en el Primer Certamen de Poetas Latinoamericanos en Lima, Perú.

Desde el discurso académico, su obra se estudia en  la tesis de licenciatura  Ulises Masís : del lodo la poesía asoma presentada por Tomás Antonio Martínez Medrano para obtener el grado de  Licenciado en Letras. Martínez Medrano, considera que la poesía de Massis es hilvanada por la niñez, lo personal, lo indígena-popular y lo humano. De igual forma, presenta una de la biografías más completas sobre este poeta urbano.

 

METAMOS EL SONETO EN EL MERCADO

Metamos el soneto en el mercado.

Vaya la frase cruda a la cocina.

Ya nunca más sonetos de leontina,

Por fórmula ridícula cercado.

Recojamos del pueblo mal hablado

Su raíz y su esencia campesina.

La libre frase si no hiere espina:

El que no grita morirá ahogado.

Sopa de patas para el señorito

Contador de rituales y verbenas.

Arroz con tunco o casamiento frito.

Once sílabas, once berenjenas

Adornando el guisado del escrito.

Metamos el soneto en las alacenas.

 

SONETO DEL HOMBRE OSCURO

Un hombre oscuro y una vida rota

Anémico el poeta sin aliento,

Soy simplemente, cabalgando al viento,

Una brizna de paja o una mota.

Me aplasta el corazón como una bota:

La palabra y el ritmo, el pensamiento.

He de morir comiendo hierba. Y siento

Que he de vivir poeta sin la cota.

Bohemio incomprendido -cruz al hombro—

He bebido en la copa el desengaño

Y el olvido del mundo, sin asombro.

Jamás el agua amarga me hizo daño.

He de beberla toda, en el escombro,

O en la cisterna que me dé el engaño.

ARRIATES DEL PARQUE SAN JOSÉ

Veo rubias melenas

Y barbados visitantes.

Gastan luces

Y sujetan el celuloide

La iglesia San José

Animada de palomas.

Si bajaran el lente

Se llevarían a sus casas

El riñón que se pudre

Y la piel que florece hongo y sangre.

 

EL ÚLTIMO SORBO

Sobre una acera un borrachito pide

Calmar su sed, humedecer sus labios.

Pasa un cura. Lo mira. Hace resabios

Y entre dientes al diablo lo despide.

Pasa un evangelista y lo condena

A fuego más atroz que su garganta.

El hombre ya no bebe, ya no aguanta,

Traga saliva con sabor de arena.

Una niña, ¿de dónde? Nadie sabe.

Con un vaso en la mano se aproxima

Y lo introduce entre sus labios, suave.

Relámpagos. Colores… Luz en vuelo,

Subiendo en ondas de la voz que mina,

El alma del borracho sube al cielo.

 

LITERUMANÍA

¿Quién

Pregunta por mi?

Por mi casa

Y mi cama.

¡Aquí están!:

No tiene paredes

Ni techo,

Ni maderas,

Ni reposo.

Abran los armarios

Al aire,

No encontrarán

Diplomas

Copias

Ni manuscritos.

Nací con la manía de escribir,

No puedo curarme.

Literumaniático,

Voy del agua ardiente

A la muerte,

Agotando mi dolor,

Cantando.

No necesito colchas

Para calentar mis versos,

Almohadas de espuma

Para afinar el oído.

Me bastan las gradas,

El piso frío

Y la sábana de rótulos luminosos.

Siendo gusano…

Me divierto

Regalando mis alas.

Me oculto en el capullo

Y dejo volar

Engañosas mariposas.

Siendo mayúscula,

Río de ser minúscula

En escritos

Y poesías que construyo.

Nací con paludismo de escritor;

Y no me quitan la fiebre.

Ni el aralén del hambre

Ni el winasorb

Del olvido,

De quienes saben,

Mi casa no tiene techo

Ni paredes

Y, a veces

Los pulmones

Me duelen

De frío.

 

REFERENCIAS.

•Argueta,M(s.f) Al poeta Orlando Fresedo. Recuperado de  http://archivo.archivoscp.net/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=293

•Cañas-Dinarte, C. (2002). Diccionario de autoras y autores de El Salvador (Vol. 58). Dirección de Publicaciones e Impresos, CONCULTURA.

•Cárdenas Ruano, F.(1955) Inspirado poeta salvadoreño. Revista Sintesis.

•Escobar, F. A. (2001). La lira, la cruz y la sombra: biografía de Alfredo Espino. CONCULTURA, Dir. de Publicaciones e Impresos.

•Erazo, S. L. (1910). Parnaso salvadoreño. Maucci.

•Fortín Magaña, R. (1961) Boceto biográfico del poeta Manuel Alvarez Magaña. En  Antología Poética. San Salvador: editorial universitaria.

•Gallegos-Valdés, L.(1981). Panorama de la literatura salvadoreña, del período precolombino a 1980. San Salvador: UCA/Editores.

•Martínez Medrano, T. A. (2007). Ulises Masís: del lodo la poesía asoma (Tesis, Universidad de El Salvador).

•Orellana, R.A(2009) Orlando Fresedo. En el mes del 45 Aniversario de su fallecimiento. En lo que pasa cuando eltiempo pasa, San Salvador.

•Portillo,E. (2011) Se cumplen 83 años de muerte de poeta. Recuperado de http://www.laprensagrafica.com/el-salvador/departamentos/194932-se-cumplen-83-anos-de-muerte-de-poeta.html#sthash.v4ptg0TK.dpuf

•Toruño, J. F. (1958). Desarrollo literario de El Salvador: ensayo (Vol. 10). Ministerio de Cultura.

 

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