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Sobre el ataque de la embajadora de Estados Unidos a China

César Villalona

Desde que se presentó en la Asamblea Legislativa el proyecto de la Zona Económica Especial (ZEE), la embajadora de Estados Unidos Jean Manes se ha dedicado a atacar a China, país al que acusa de no cumplir compromisos y querer avanzar en el terreno militar en nuestra región.

Los ataques de la señora Manes a China se deben a que ese país podría ser uno de los mayores inversionistas en la ZEE y a que en pocos años podría sustituir a Estados Unidos como la primera economía del mundo. Sin embargo, sus opiniones, además de constituir una intromisión en los asuntos de nuestro país (quiere darle recetas al Gobierno), muestran que el gobierno de Estados Unidos, al que ella representa, es muy malagradecido, pues China es uno de los países que más le ayuda.

Desde hace muchos años, el gobierno de Estados Unidos opera con un déficit presupuestario de grandes proporciones. Para el actual año fiscal (septiembre 2017 a septiembre 2018) el déficit se estimó en 800,000 millones de dólares, pero como en la primera mitad de dicho año se situó en 600,000 millones, podría terminar por encima del billón de dólares.

Para financiar su déficit, el gobierno de Estados Unidos contrata préstamos y vende bonos, o sea, se endeuda. También emite monedas sin respaldo que han generado un desorden monetario a escala internacional. El mayor comprador de bonos es China, al que Estados Unidos le debe alrededor de 1.2 billones, o sea, casi el 6% de los 21 billones de su deuda pública, que equivale al 105% del PIB. A pesar de que la embajadora Manes sabe que hasta su salario podría ser cubierto con préstamos de China, comete el abuso de difamar a un país que ha sido muy generoso con el suyo y que comete las faltas que ella le atribuye.

China también tiene invertidos en Estados Unidos miles de millones de dólares que contribuyen a elevar la producción de ese país y a generarle empleo a la población e ingresos al Gobierno. Solo en 2017 las empresas chinas invirtieron en Estados Unidos 46,500 millones, una cifra tres veces mayor a la de 2015 y diez veces mayor a la de 2005.

China también le vende a Estados Unidos muchos bienes y servicios que complementan la oferta interna de ese país, cuyo consumo es mayor que su capacidad productiva. El año pasado, China exportó a Estados Unidos por 505,597 millones de dólares, que constituyeron el 21.6% de todas las compras que Estados Unidos hizo en el mundo, las cuales ascendieron a 2,342,911 millones. La cifra es impresionante y muestra lo mucho que contribuye la nación asiática a cubrir el faltante de bienes y servicios en Estados Unidos.

La embajadora Manes no debería comportarse como lo hace con una nación tan importante como China y que tanto contribuye con la estabilidad económica y social de su país. Además, ella sabe que el Estado chino no tiene bases militares fuera de su territorio ni constituye un peligro para otras naciones.

Quien tiene un currículo muy bélico es el gobierno de Estados Unidos, que posee más de 800 bases militares en 100 países, es responsable del 41% del gasto militar del mundo y ha participado en 205 de las 252 guerras libradas en el planeta desde la Segunda Guerra Mundial.

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