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“Tenemos que mirar con otros lentes nuestra realidad”, find resume el coordinador General de la Unidad de Justicia Juvenil de la Corte Suprema de Justicia, nurse Óscar Alirio Campos Ventura, diagnosis para explicar que el concepto de Justicia Juvenil Restaurativa constituye una alternativa en El Salvador para disminuir los conflictos de violencia.
A su juicio, aumentar penas, limitar salidas alternas y la severidad del proceso penal, solo mantiene el círculo vicioso que hasta ahora no ha impactado en aquellos que asesinan, roban o cometen otro tipo de ilícitos sean menores de edad o adultos.
“Se ha considerado poner más dosis de violencia, pero cuando hacemos eso, es continuar con la misma espiral. Violencia social, violencia de los delincuentes, pero también violencia estatal que nos mete a un círculo que no lo podemos parar; necesitamos ordenar las cosas”, argumentó el funcionario.
En consecuencia, Campos Ventura considera que el derecho y la justicia no deben de ir por el mismo rumbo porque se vuelve un empuje hacia una mayor marginalidad social.
El concepto de “justicia restaurativa” implica que aquellas personas que ofenden tenga la posibilidad de un proceso constructivo de asunción de responsabilidad. “Nosotros que estamos acá sabemos que las sentencias penales enfatizan en la venganza y no en la responsabilidad”, consideró.
Para el funcionario, ha existido más cárcel, más prisión, pero el manodurismo habría fracasado en esa dirección, por lo que hay que buscar otras alternativas. “La propuesta restaurativa ayuda a decir que las leyes por algo están diciendo que hay que readaptar y resocializar a las personas que delinquen”, argumentó.
De acuerdo al Jefe de la Unidad de Justicia Juvenil, si no se hace un alto en el camino y no se logra que las cárceles se hagan centro de rehabilitación, no se está reaccionando con responsabilidad y se seguirá dañando el tejido social de la población. La Unidad de Justicia Juvenil promueve procesos de formación y de reflexión, y funciona para jóvenes y adultos, dijo.
En opinión de Ventura Campos, no hay que perder la esperanza que las cosas mejoren en El salvador y la justicia restaurativa permite que una persona que delinque, tenga la posibilidad de una respuesta constructiva.
Aseguró que a principio de este año el Programa de Naciones Unidas para El Desarrollo (PNUD), reconoció que en América Latina todo el manodurismo no ha dado resultados contra la violencia. “Frente a ese reconocimiento analicemos a todo lo que llevó (el modelo de mano dura)”, dijo.
Campos Ventura inauguró ayer por la tarde el Primer Foro Centroamericano de Justicia Juvenil Restaurativa que se desarrolla del 26 al 28 de noviembre. En el evento participan especialistas en el tema, provenientes de varios países. La actividad es apoyada por varias organizaciones y se desarrolla en el círculo militar.
Para Campos Ventura, la propuesta de Justicia Juvenil Restaurativa permite superar situaciones críticas en las cuales se encuentra el sistema penal. “Tenemos altos índices de delincuencia y cárceles saturadas, bartolinas saturadas; el sistema ha venido caminando para punir (castigar) y encerrar más y apostarle al mero castigo, pero también ya no encontramos salida”, aceptó.
La propuesta restaurativa permite reinsertar y fortalecer los sistemas de justicia. Si eso se lograra, según sus promotores, permitiría que las respuestas penales no causen daño a la persona y que esta se recuperen.
Doris Arias Madrigal, magistrada de la Sala de Casación Penal del Poder Judicial de Costa Rica, una de las participantes en el evento, comparó que en su país también hay pandillas y tienen algunos problemas similares, pero la justicia restaurativa ha sido un instrumento de inserción, explicó a Diario Co Latino.
En Costa Rica se intenta cambiar paradigmas, manifestó, porque normalmente la cultura lo que dice es “El ojo por ojo y diente por diente”, no obstante el enfoque de justicia restaurativa se está aplicando de manera integral, manifestó.
Pero, Arias aclaró que en los mayores de edad se aplica para casos como hurtos, que no tengan violencia contra las personas o en conducción temeraria; en estos casos, la respuesta no es la cárcel y más bien se aplica la reparación de daños o la conciliación.
“Por eso no hay impunidad porque siempre hay una respuesta. Se trabajan estrategias diferenciadas para mayores y menores”, manifestó Arias Madrigal. Añadió la funcionaria que la Convención Interamericana de Derechos Humanos hace énfasis en que hay que recuperar a las personas.
Los programas de justicia restaurativa también se impulsan en las prisiones. Las personas no regresan al sistema de administración de justicia en un 95% porque se trabaja en rehabilitación, dando proyectos de vida a estos ciudadanos, sostuvo.
Para está experta en el tema, una persona no necesariamente tiene que incluirse de una vez en un programa restaurativo. Cuando se trate de delitos graves, lo más probable es que primero pasen algunos años en prisión y luego se integre.
En el caso de los menores de edad que delinquen, la magistrada constarricense manifestó que cuando un menor falla y se mete en problemas, hay que preguntarse ¿dónde están sus padres?, y si los progenitores fallaron hay que preguntarse, ¿ dónde están las instituciones que velan por ellos?, señaló.
