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@JennyCoLatino
María del Tránsito reside en la colonia San Antonio Abad de San Salvador. Es una madre de familia que cada ocho días se desplaza hasta el Mercado Central para abastecer su hogar con productos de primera necesidad, drugstore entre estos: el maíz, online arroz y frijol.
Esta mujer, de más de 40 años de edad, recorre los alrededores del mercado en busca de un lugar donde le ofrezcan al precio más barato en los productos que necesita.
Va de puesto en puesto. Compra un poco aquí y otro poco allá, pero hay un producto que no consigue a un precio al alcance de su presupuesto: el frijol de seda.
Y es que este grano básico ha experimentado, durante los últimos meses, un alza considerable en su precio, resultado de los daños provocados en los cultivos de granos básicos a causa de la ausencia de lluvias en la región, pero principalmente por los especuladores y acaparadores, pues, la cosecha anterior fue superior al consumo interno.
En varios países de Centroamérica, como Nicaragua y El Salvador, la sequía está dejando estragos en este tipo de cultivos, lo cual, de acuerdo a algunas organizaciones como Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), amenaza con aumentar hambre y más pobreza a millones de centroamericanos que habitan en el llamado “corredor seco” de la región más pobre de Latinoamérica, que va desde el
occidente de Guatemala hasta el noroeste de Costa Rica.
Meteorólogos pronosticaron, para este año, que la ausencia de lluvias sería severa debido al fenómeno natural conocido como “El Niño”.
En el país se reportan, en la primera cosecha de frijoles, pérdidas de casi el 70%, suceso que ha afectado a unos 9 mil 500 agricultores; mientras que en el caso del maíz los daños van hasta en un 80% de la producción en las zonas central y oriental.
Ante este escenario, el Ministerio de Agricultura (MAG), con el objetivo de contrarrestar los daños provocados en los cultivos, ha invertido 15 millones de dólares para financiar el “plan antisequía”, que pretende estimular a los agricultores, que cultivan maíz y frijol, a que resiembren durante la época llamada “postrera”, que iniciará a partir de la segunda quincena de agosto.
Este fondo se ha invertido en la compra de 200 mil paquetes de frijol y 15 mil quintales de semilla de maíz y sorgo, los cuales están siendo entregados a los agricultores para que hagan la resiembra.
Del mismo modo, parte de este monto se invertirá en la construcción de reservorios para almacenar agua.
María del Tránsito conoce poco sobre esta situación y se limita a lamentarse por los precios altos de estos productos.
“Ya llevo maíz y arroz, pero para el frijol no me alcanzó el dinero, porque tengo que llevar también huevos, aceite… hace días está caro el frijol. Ya anduve en varios puestos y está igual. Ni modo, otro día que me toque regresar talvez estén más baratos y los alcance a llevar”, dice María, con un gesto de resignación.
En los puestos de mayoreo de granos básicos, ubicados en los alrededores del Mercado Central, el quintal de frijol rojo de seda se cotiza hasta en 125 dólares, mientras que por libra se encuentra entre $1.35 y $1.40.
Asimismo, el quintal de frijol tinto tiene un precio de 120 dólares y la libra a $1.25.
En cuanto al quintal de maíz, en estos puestos se halla en 22 dólares y la libra a $0.25.
El quintal de arroz americano se cotiza en $44, mientras que la libra cuesta alrededor de $0.50. Estos dos últimos productos, según los comerciantes
mayoristas, no han experimentado mayores cambios en los precios.
Respecto al precio del frijol, la población resiente el incremento ya que hace tres meses este producto tenía un precio por libra que iba desde los $0.50.
“El problema es que nosotros dependemos de otros países y ahorita como no ha venido producto de Nicaragua ni de Honduras, no hay posibilidad de que los precios bajen. En Nicaragua y Honduras está más caro que aquí, porque les ha ido mal en la cosecha a causa de la sequía”, afirma Víctor*, encargado de un puesto mayorista de granos básicos.
El comerciante agrega que actualmente el país se está abasteciendo de producto nacional, pues otros países de la región no están exportando.
Vale destacar que el gobierno anunció recientemente que, para contrarrestar este alza de precios, autorizó la compra de 9 mil toneladas de frijol rojo sin aranceles, hasta el 31 de octubre, a países como Colombia y México.
La vigencia de la importación del contingente ha considerado el período de la cosecha del frijol rojo de este año con el propósito de evitar distorsiones en el precio interno de los productores nacionales.
Además, países de la región como Honduras, Nicaragua y Costa Rica también han tomado acciones similares para amortiguar la subida de precios del grano.
Mientras tanto, María del Tránsito culmina su compra. Hace una última parada en el puesto de Víctor. Observa la variedad de frijoles y pregunta el precio del frijol negro. Hace su pedido y finalmente dice que encontró a unos centavos menos el de esta clase y decidió sustituir los de costumbre por estos, mientras “bajan de precio los de seda”.
“Estos negritos están más baratos. Mientras le bajan a los otros, vamos a tener que comer de estos”, dice entre risas.
