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Mirna Jiménez
@DiarioCoLatino
El expresidente de la República, Mauricio Funes recalcó su versión de que nunca confabuló un pacto mafioso con la empresa Astaldi, en el tema de la presa El Chaparral y negó haber obtenido $3.5 millones en concepto de soborno, a partir de un acuerdo entre su Gobierno y la constructora de origen italiano.
El exmandatario aseguró que hasta el momento no existe ninguna prueba ni peritaje que lo incrimine en el caso. “El peritaje lo ha demostrado, yo no tengo ninguna relación con Astaldi”, afirmó.
La Fiscalía acusa que el Gobierno de Funes pagó a Astaldi $45 millones para evitar ir a un arbitraje por El Chaparral. El proyecto comenzó en 2008, con un precio inicial de $207 millones, pero su precio final será de $759.4 millones.
Funes restó credibilidad al testigo de la Fiscalía, y aseguró además que no existe ninguna posibilidad de que él haya pactado algún acuerdo con Astaldi, porque esas eran potestades de la Junta Directiva de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), que es una autónoma donde no puede intervenir el presidente de la República.
“Hoy resulta que el abogado que asesoró -hicieron un estudio y técnicamente demostraron que había que pagarle 28.5 millones a Astaldi-, resulta que es el testigo que se criteria y que me incrimina, y que dice que yo impuse esa decisión, y que yo negocié directamente con los italianos, cuando el presidente de la República no tiene jurisdicción”, afirmó.
Este mismo abogado, dijo el expresidente, fue el que asesoró al empresario y expresidente del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), Miguel Menéndez, a abrir dos cuentas off-shore en Panamá, donde depositaron dinero de negocios de la empresa COSASE, propiedad de este último.
También fue a través del abogado Medina, dijo el exmandatario, que se hicieron transferencias y movimientos bancarios de esas dos cuentas en Panamá a cuentas de empresas de Miguel Menéndez en El Salvador.
Además, el abogado, ahora testigo criteriado de la Fiscalía en el caso El Chaparral, movió parte de ese dinero en una cuenta personal, dijo Funes en entrevista con el canal TVM.
“Este señor, que fue el que abrió las cuentas off-shore, hoy sale diciendo que yo impuse la negociación a cambio de un soborno de 3.5 millones de dólares y que esas cuentas las abrió Miguel (Menéndez), pero que realmente era mi dinero y que yo dispuse de ese dinero a discreción y que lo transferí a empresas mías”, cuestionó el exjefe de Estado, tras negar totalmente ese versión.
Funes se preguntó que cuáles eran esas empresas, al tiempo que rechazó que fuera propietario de un negocio que está a nombre de Menéndez y a donde se habrían transferido $3.5 millones.
“Fue él quien lo construyó en una sociedad que constituyó, él fue quien hizo un préstamo al Banco Hipotecario para construir ese spa en la colonia Maquilishuat, él fue el que hizo las negociaciones y que contrató al personal, yo no tengo ninguna relación con ese spa”, insistió Funes.
Añadió que la única relación es que su hoy pareja sentimental, Ada Mitchell Guzmán, trabajaba como gerente de ese spa, pero no era la dueña.
El exgobernante afirmó que cuando el exfiscal Douglas Meléndez presentó ese caso, días antes de terminar su periodo, no lo tenía ni documentado ni fundamentado, y que por eso el actual fiscal Raúl Melara le habría sugerido que todavía no lo pasara a tribunales para no cargar él con los costos.
“No obstante, él se apresuró a presentarlo, algún compromiso tenía de presentar ese caso, dado que el caso saqueo público ($351 millones de partida secreta), no es un caso sólido”, dijo el expresidente.
El exmandatario dijo que no deja de ser intrigante que se haya entablado juicio contra su administración, que solo canceló alrededor de $30 millones a la empresa Astaldi, y no al gobierno del expresidente Antonio Saca, que hizo un trato por más de $80 millones con la constructora.
“Hoy resulta que investigan la administración que pagó la menor cantidad de dinero, y se inventan que ha habido sobornos, y que esos sobornos fueron a parar a cuentas que en el fondo son de un prestanombre mío, solo porque existe una relación de amistad (con Miguel Menéndez)”.
Por ese motivo -dijo Funes- la FGR ha venido añadiendo más dramatismo a la campaña en su contra y en esa línea se circunscribe el más reciente caso presentado sobre el ROS (Reporte de Operaciones Sospechosas) relacionado con el caso de Francisco Flores.
Este caso tiene la anomalía, según el expresidente, de haberse presentado al juez Séptimo de Instrucción, que fue el juez del caso Flores-Taiwán, y quien le solicitó a él una copia del ROS, manifestó Funes.
“Él me pidió a mí, ya no era presidente de la República, copia de ese Reporte de Operaciones Sospechosas; o sea, me está juzgando por una revelación de documentos oficiales, el juez que me pidió en una reunión privada, que le diera copia de ese documento, con qué solvencia moral y legal me va juzgar el juez que, violentando los procedimientos de ese entonces, me pidió copia del documento”, sentenció Funes.
