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Patricia Meza
@pmeza1
El voto residencial no solo ha acercado las urnas a los electores, salve también ha permitido que vecinos que no se ven, desde hace algunos años, se reencuentren en un trámite patriótico como es ejercer el sufragio y elegir, en esta segunda vuelta, al presidente y vicepresidente del país.
En el parque de la colonia 22 de abril, las 9 urnas habilitadas (cada una con capacidad para que voten 500 electores), se abrieron a eso de las siete y 12 minutos de la mañana, contando con la presencia de la representante de la Fiscalía General de la República, representante de la Junta Electoral Municipal (JEM), de la Procuraduría de Derechos Humanos, observadores de los partidos en contienda y los policías.
Los 18 policías que prestan seguridad en este centro de votación cumplieron con su deber de votar, señalando que esto es un gran avance, ya que tienen la libertad de elegir y también de participar en este proceso.
La Fiscal asignada al lugar dijo que su función es la de verificar que el proceso se realice con legalidad. En la primera vuelta, del 2 de febrero, solo se dieron dos hechos, el primero con una señora que fue remitida por fraude electoral y el segundo por resistencia.
Este centro, al igual que el resto, cerrará a las cinco de la tarde, pero los delegados finalizan su trabajo hasta que se llevan las actas al TSE para el recuento final.
