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Oscar López
@OscarCoLatino
El sacerdote Javier Vitoria, de la diócesis de Bilbao, España, celebró la eucaristía en la Cripta de Catedral Metropolitana, en la que se honró la memoria de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, al estar próxima el aniversario de su martirio. Durante la homilía, Vitoria externó: “Monseñor fue agua viva para El Salvador, a nosotros se nos ha llamado a continuar su camino en está sociedad”.
“El punto del llamado de Dios es que seamos agua para los demás, que seamos luz para los demás, ese es el culto que le agrada a Dios, necesitamos creer como creyó Jesús de Nazaret y como creyó Monseñor Romero”, agregó Vitoria.
El sacerdote instó a los feligreses a dejar de lado los deseos humanos, entre ellos el consumismo y buscar otros que “nos llenen de vida” y con ello ser personas llenas de sentimientos nobles que permitan tener empatía y ayudar a los demás.
Por lo que actualmente muchas sociedades están “contaminadas” generando que sus ciudades se contenten con “menos del reino de Dios y tenemos que volver al pozo, que ya no es el de Jacob, sino el del comercio en el que compramos y compramos, estamos en la lógica del consumo”, enfatizó Vitoria.
Asimismo, motivó a los feligreses a guiar sus vidas basados en el deseo del Beato. “Cuál era el deseo de Monseñor, qué era lo que pedía el corazón de Monseñor. Deseaba la paz, deseaba que los pobres recobraran la dignidad, deseaba que este pueblo fuera un pueblo reconciliado”, enfatizó Vitoria.
El sacerdote español agregó que lo feligreses deben mantener una “sed de verdad, justicia, de fraternidad, de libertad”.
Vitoria felicitó a los feligreses y a la comunidad de la Cripta por ser “resistentes” y a pesar de las adversidades mantener vivo el legado del obispo mártir.
“Les quiero agradecer personalmente y en nombre de la iglesia de Bilbao a la pertenezco por mantener viva la memoria de Monseñor, que hayan luchado para que esa memoria no se contamine y no se adultere”, dijo Vitoria.
El sacerdote español consideró que la vida y obra de Monseñor Romero, permiten considerarle como “testigo actual de Jesucristo”, esto debido a que siempre denunció las injusticias que se cometían en contra de sectores marginados socialmente.
