Diario Co Latino 133 años informándote con credibilidad
Artículos relacionados
@GloriaCoLatino
“Esta lucha no es de un día, sales es para toda la vida”, tadalafil reflexionó Rigoberta Menchú Tum, al anunciar que las víctimas de la Masacre en la Embajada de España en Guatemala, el 31 de enero de 1980, tendrán la oportunidad de una audiencia judicial que investigue y sancione a los culpables.
“Los familiares de las víctimas, luego de sortear toda clase de vicisitudes, finalmente tendremos la posibilidad que inicie el juicio de debate oral y público a partir del 1 de octubre de 2014”, confirmó.
El Pueblo Maya, narró Menchú, ha enfrentado abusos y condenado a silencios cómplices de la institucionalidad guatemalteca que inició una lucha pública para el , cumplimiento de las convenciones de Discriminación Racial, Tortura, y Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas (ONU) que llevó a la “Declaración Universal de los Pueblos Indígenas”.
En el “Coloquio Centroamericano por el acceso a la Justicia de las Víctimas de los Crímenes de Lesa Humanidad”, Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz, de 1992, solicitó de las organizaciones sociales de El Salvador y Honduras, el apoyo ante el proceso judicial que se avecina.
Reunidos en la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad de El Salvador (UES), las organizaciones sociales COMADRES; Colectivo “Pensamiento Crítico”; el Colectivo de Derechos Humanos “Herbert Anaya Sanabria”, y la Secretaría de Relaciones Internacionales del FMLN, expresaron su apoyo a la líder indígena.
“No podemos olvidar, no podemos darnos el lujo de una amnistía de olvido y punto final. Queremos que exista la dignidad de las víctimas y prevenir que no haya más violencia en nuestro futuro; usemos la memoria para tener otro porvenir y se hacerse justicia en nuestro caso marcaremos un precedente en la justicia y reparación a las víctimas”, expresó.
El juicio, que será celebrado el próximo 1º de octubre, en Ciudad Guatemala, representa un desafío excepcional a las organizaciones sociales, afectados y familiares de las víctimas; quienes han esperado 34 años en busca de justicia.
“Para este caso tenemos 35 mil folios de investigación; 104 pruebas de experticias; 7 audiovisuales y 5 peritajes con pruebas científicas y acreditadas. Para la parte final tenemos a los testigos que van a comparecer y esperamos no sean coaccionados, ni re-victimizados por los perpetradores”, dijo.
La Masacre en la Embajada de España ocurrió el 31 de enero de 1980, cuando una delegación de líderes y lideresas procedentes del Departamento del Quiché, llegaron a la sede diplomática, en una toma pacífica para presentar su denuncia ante la Comunidad Internacional, sobre las prácticas de represión estatal contra la población indígena, que era ejecutada por el ejército y que causaron desapariciones forzadas, torturas y masacres.
Los indígenas fueron sorprendidos por las fuerzas de seguridad del Estado quienes destruyeron el lugar y masacraron a sus ocupantes, entre ellos Vicente Menchú Pérez, padre de Rigoberta Menchú.
Gregorio Xuya, el único sobreviviente de la masacre, fue trasladado a un hospital por cuerpos de socorro; luego fue secuestrado por fuerzas de seguridad y horas más tarde apareció su cuerpo sin vida frente a la Rectoría de la Universidad San Carlos de Guatemala.
Menchú Tum reconoció que no obstante, las pruebas compiladas de miles de casos presentados, luego de la Firma de la Paz, en diciembre, de 1996, no han generado mayores oportunidades de obtener justicia por parte de las víctimas o impulsar las transformaciones institucionales que fortalezcan el sistema democrático aunando el respeto a los derechos humanos fundamentales.
“La impunidad ha privado y continúa sobre esta masacre y de las más de 200 mil víctimas del conflicto armado interno nos llevó como Fundación Rigoberta Menchú Tum, junto a otras familias a buscar justicia fuera de nuestras fronteras y presentamos nuestro caso ante la Audiencia Nacional de España, el 23 de diciembre de 1999, describiendo los delitos de genocidio”, afirmó.
La denuncia incluyó, además, una investigación de la muerte de varios sacerdotes españoles y de otras nacionalidades (causa 331/1999) que sucedieron en un espacio de 1978 a 1986, y que ahora, en el escenario del derecho internacional, se ha mandado a las autoridades judiciales guatemaltecas a investigar, aplicar justicia y dignificar la memoria de las víctimas y honrar la verdad.
“Queremos que todas las organizaciones sociales nos ayuden y acompañen en la defensa de los derechos humanos y como región oponernos a que sigan prevaleciendo las masacres; el pueblo Maya sufrió 446 masacres que generó 200 mil víctimas y 50 mil desaparecidos; queremos recuperar la Memoria de las Víctimas”, acotó.
Mientras, la diputada Nidia Díaz, de la Secretaría de Relaciones Internacionales del FMLN, que forman parte del Foro de Sao Paulo, que representan la Regional de Mesoamérica y el Caribe, adhirió su apoyo a Rigoberta Menchú.
“Asumimos toda la región y el Caribe dar apoyo y acompañamiento en esta causa justa; por eso no vacilamos en apoyar junto a los organismos de derechos humanos especialmente el Colectivo Herberth Anaya Sanabria y otros organismos que trabajan contra la impunidad”, declaró.
Asimismo, aclaró que como fracción legislativa se encuentran trabajando en la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, donde están estudiando algunos casos e impulsando la ratificación de la Convención contra la Desaparición Forzada y Tortura.
“Hay una deuda todavía de ratificación de instrumentos de protección de derechos humanos que todavía el país adeuda y estamos trabajando también, para que por decreto legislativo se forme una Comisión de Probúsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos, esa es la otra tarea que tenemos pendiente”, informó.
