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Dorila Márquez, presidenta de la Asociación Pro Derechos Humanos de El Mozote, rinde homenaje a los ataúdes que contienen las osamentas de 6 niños asesinados por el batallón Atlacatl, en diciembre de 1981, en la comunidad El Mozote. Foto Diario Co Latino.

María Dorila Márquez: “Salí corriendo con mi hijo herido, inflamado y sufriendo”

“El proceso penal histórico de El Mozote se encuentra en la etapa de instrucción. Es un caso que cuenta con la mayor prueba científica y testimonial que califica el hecho como masacre”.

Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino

Los testimonios de víctimas y sobrevivientes continúan impactando a quienes los escuchan, a 36 años de la masacre de El Mozote y lugares aledaños. María Dorila Márquez, presidenta de comisión de la Asociación Pro Derechos Humanos de El Mozote, es una de las que ofreció su testimonio en el marco de la conmemoración de las más de mil víctimas que en su mayoría fueron niños y niñas.

La conmemoración concentró a miembros del gabinete de gobierno, que encabezó el Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén, así como al cuerpo diplomático y organismos internacionales de derechos humanos.

En el acto se rindió un informe sobre el Programa de Desarrollo Social Integral El Mozote, que da cumplimiento a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Octubre 2012) que mandó la reparación y resarcimiento a las víctimas.

“Queremos volver al concepto de familia en El Mozote y con medidas de reparación y en las medidas de reparación consolidar la paz y la democracia del país”, afirmó el Presidente Sánchez Cerén.

El monumento a las Víctimas de El Mozote dio cobijo a las nuevas seis urnas infantiles que entre velas y flores blancas fueron veladas en comunidad y luego enterradas en el cantón La Joya, caserío El Potrero, municipio de Meanguera, Morazán.

María Dorila Márquez recordó: “salí corriendo con mi hijo herido, inflamado y sufriendo, llorando, pero por la angustia ni lo lavé, ni le di pastillas, en esa locura solo quería tenerlo chineado. Y todavía hay personas que no quieren que nosotros hablemos de lo que sucedió, pero yo les digo que la verdad la diremos siempre. Aquí nacimos, crecimos y sabíamos qué clase de personas vivíamos acá, éramos humildes y campesinos, por eso no callaremos, conmemorarlos no es locura, solo le pido a Dios que los perdone”, expresó.

Christian Salazar, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), consideró positivo cualquier esfuerzo o iniciativa que involucre a las víctimas y a la sociedad.

“Apoyamos los diálogos sobre la memoria y la reconciliación, precisamente hoy se anunció la creación de un museo a esa memoria, un lugar donde estará la historia y es importante crear otros en muchas partes del país. Y buscar los puntos de encuentro para que la sociedad salvadoreña en su totalidad ayude a la cultura de paz, y crear con la memoria la dignificación. Y creo que, en ese sentido, estar aquí todos reunidos es un acto de cultura y de reconciliación”, expresó.

Wilfredo Medrano, abogado acusador en el caso de la Masacre de El Mozote, de Tutela Legal “María Julia Hernández”, expresó su reconocimiento a los avances que considera una “sentencia histórica”, aunque lamentó la lentitud en otros aspectos como la entrega de informes del operativo, libros de novedades o archivos de la Fuerza Armada de esos años, y que se ha descartado su existencia.

“El proceso es un poco lento pero vamos dando pasos concretos hacia adelante y por primera vez, en este país se está sentando un precedente histórico, como sentar al Alto Mando de la Fuerza Armada de aquella época, y toda la cadena de mando del batallón Atlacatl. Que con las pruebas testimoniales de las víctimas y pruebas científicas (prueba genética) se reduce más el principio de inocencia de estos militares, aunque se declaren inocentes”, argumentó Medrano.

María del Rosario López Sánchez, con voz trémula y entrecortada por sus esfuerzos de contener el llanto, recordó la pérdida de 24 miembros de su familia, que fueron asesinados en un mismo día, ese diciembre de 1981, en la masacre que sucedió en el cantón La Joya, que forma parte de El Mozote y lugares aledaños.

“No sabemos por qué murieron esos niños y los adultos mayores que fueron asesinados. Allí murió mi hermana María Priscila López Sánchez, a ella la encontramos con la ropa hacia arriba y me da pena decir esto. Ella fue violada y después matada, por eso pedimos justicia y reparación, son mis humildes palabras”, añadió.

Sobre las seis urnas de los niños exhumados, María del Rosario reseñó: “esos restos son niños familiares de Ernesto Martínez y Marcial Martínez. Y los otros son de nosotros, la familia López Sánchez que enterraremos en el monumento en el cantón La Joya”.

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